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El talento no es único ni está reservado solo para algunos elegidos, sin embargo hacemos un esfuerzo importante por desarrollar los talentos que no tenemos en detrimento de encontrar el que sí tenemos; no permitiéndonos esta distracción de tiempo y esfuerzo disfrutar de los beneficios que puede darnos, tanto para nosotros mismos como para los demás.
Responsabilidad de brillar
Desde luego que el talento se puede desarrollar aun cuando no sea innato, llegando a superar las expectativas, un ejemplo serían las hermanas Willians, quienes se destacan a nivel mundial como figuras del tenis femenino.
Al conocer su historia uno encuentra con sorpresa que de niñas pertenecían a la clase trabajadora sin ninguna relación con el deporte; pero su padre se percató de que por más que trabajaran con mucho esfuerzo como él mismo lo había hecho, no podrían lograr ganar suficiente dinero como para transformar su vida, sin embargo, hay deportistas que se destacan y en pocos años logran convertirse en millonarios. Con esa meta en mente, decidió convertir a sus hijas en campeonas.
Él decidió poner todas sus energías y el de sus hijas en practicar el tenis, horas diarias de entrenamiento y una disciplina a toda prueba, llevaron a las niñas a destacarse rápidamente en los torneos en los que participaban, sin permitirse descuidar los estudios. Al contar su propia biografía, en ningún momento, ni su padre ni ellas utilizan la palabra “fácil”. Cuando todos los niños disfrutaban de golosinas y fiestas escolares, ellas mantenían una dieta estricta, horarios rígidos de descanso y diariamente largas horas de práctica en la cancha.
En estos días un renombrado deportista, titular de la selección de fútbol de su país, actual sede de un campeonato importante de este deporte a nivel del continente, ha sido noticia por convertirse en protagonista de un aparatoso accidente estando embriagado. Este hecho ocurría al iniciarse el campeonato en donde su participación resulta relevante para su equipo, dejando en evidencia que por más talento que se posea, la disciplina y responsabilidad son fundamentales para la sustentabilidad del éxito.
Así, podemos hacer una larga lista de individuos altamente exitosos por periodos breves de tiempo y que como estrella fugaz desaparecen luego del firmamento; pero también podemos hacer otra lista de exitosos permanentes, personas que de manera sustentable se han destacado en diferentes áreas. Estoy segura de que cada uno de nosotros podría identificar incluso a personas cercanas que podrían formar parte de una u otra lista.
Quisiera invitarte a enfocarnos en quienes se destacan de manera exitosa por mucho tiempo, ¿acaso son extraordinarios? en mi opinión, definitivamente son extraordinarios, como lo somos cada uno de nosotros también. Estoy convencida de que todos tenemos un talento especial, pero muy pocos nos dedicamos con ahínco a identificarlo, menos aún son quienes se atreven a desarrollarlo y todavía son menos quienes se animan a hacerlo brillar ante el mundo.
Las personas exitosas de manera sustentable tienen en común el desarrollo consciente de habilidades ordinarias, a través de las cuales logran resultados extraordinarios en el destaque de sus talentos, algunas de ellas son:
Trabajo arduo y constante, el éxito no se consigue por casualidad, requiere decisión y dedicación al logro del objetivo. Recuerda: en la vida lo que vale la pena, rara vez se logra sin esfuerzo. Lo que viene fácil, fácil se va.
Se juntan con personas que les inspiran a ser mejores, no buscan ser ídolos de zalameros, no se nutren de aplausos vacíos, al contrario, aceptan de buen agrado las críticas constructivas, buscan seguir ejemplos de valía y por ello se superan para alcanzar nuevas metas. Ya te lo decía tu abuela: dime con quién andas y te diré quién eres.
Curiosidad, no se cansan de preguntar, de leer y de investigar. Así, a medida que avanzan, tienen más herramientas para encontrar un nuevo impulso.
Tienen un ego sano, se quieren a sí mismos y por ello son capaces de querer a los demás, no se puede dar lo que no se tiene, la autoestima es clave para apreciar los logros propios. No son arrogantes, son humildes porque saben que tienen que seguir aprendiendo y cosechando nuevos éxitos, pero no se confunden con la falsa modestia de quien esconde sus virtudes por temor a ponerlas a prueba.
Crean soluciones, no se detienen a explicar las dificultades ni señalar culpables, es fácil encontrar problemas y enredarse en las crisis, pero las personas exitosas no encuentran problemas sino que desarrollan soluciones. A todo inconveniente le ven la arista de oportunidad y desafío.
No se quedan con la sensación de malestar producto de la frustración, toman decisiones a pesar de los riesgos y avanzan rápido, asumiendo responsabilidades aunque ello implique aceptar fracasos, pero no se pierden en el llanto inútil de la culpa, pues su energía positiva los lleva a buscar nuevas metas que conquistar.
Aprovechan bien el tiempo, saben que solo existe el ahora y no lo desperdician llorando el pasado ni soñando con el futuro, sino aprovechando la experiencia vivida para decidir hoy como quieren que sea su proyección de vida, no esperan que la suerte defina su destino, saben que la meta es algo que se logra. Viven el presente sin dejar de mirar el horizonte como zona a conquistar.
Persistente, saben que no se logran importantes metas de manera rápida, son pequeños avances diarios, asumiendo a veces retrocesos y nuevos retos o desafíos, pero logran perseverar en sus intentos, pues han definido claramente su meta y por ello tienen trazado un camino, lo que les permite corregir las desviaciones y volver a encaminarse con ahínco.
Estos rasgos generales definitivamente no son propiedad privativa de seres extraordinarios, sin embargo, quien los practicara con dedicación y esmero podrá lograr resultados exitosos de manera sustentable, pues le otorga al talento natural el valor agregado diferencial que hace especial y único al individuo, evitando desperdiciarlo a través de malas decisiones o por inacciones propias de quien busca ocultarse entre la multitud de similares.
Pero hacerlo requiere valentía, encontrar el talento y pulirlo hasta que brille no es apto para cobardes, pues genera expectativa en los demás, quienes exigen mejoras y no aceptan retrocesos. Las miradas críticas se posan en quien avanza, algunos para señalar con envidia cuando se equivoca y otros para colgarse de su fama o fortuna.
El talento no es único, no está reservado para algunos elegidos; no se gasta porque ya lo tiene uno, no hay una edición limitada de atributos. Quienes logran ser exitosos han desarrollado su talento con base en habilidades ordinarias, por ello el talento es solo el punto inicial, se precisa del esfuerzo consciente y constante para que el éxito sea sustentable. Sigamos hablando de dinero, así aprendemos a manejarlo mejor.
Talento
El talento no es único, no está reservado para algunos pocos elegidos; no se gasta porque ya lo tiene uno, no hay una edición limitada de atributos.
Arista
Las personas exitosas no encuentran problemas sino que desarrollan soluciones. A todo inconveniente le ven la arista de oportunidad y desafío.
Común
Las personas exitosas de manera sustentable tienen en común el desarrollo consciente de habilidades ordinarias, a través de las cuales logran resultados.
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