Posibles efectos nacionales de los cambios esperados y deseados en la economía argentina

La economía paraguaya ha estado muy vinculada a las de sus vecinos, como resultado de una historia regional y económica común. En varios periodos, las turbulencias económicas argentinas o brasileñas han impactado con variada intensidad en la estructura productiva, el consumo y las finanzas paraguayas.

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El crecimiento sostenido de la economía paraguaya durante los últimos cinco años, basada en la producción e industrialización tanto agrícola como ganadera y el despegue de las construcciones, el comercio y los servicios, volvió a Paraguay menos expuesto a las ciertas condiciones externas; en otras palabras, el crecimiento de la economía paraguaya ya no estaba directamente vinculado a lo que sucedía en Argentina o Brasil, sino más bien a condiciones internas, así como a una situación económica mundial donde los precios de los commodities alimenticios tenían una cotización relativamente alta.

No obstante, las economías vecinas han impactado con menor intensidad en Paraguay, principalmente en las fronteras, donde el arbitraje de monedas (peso argentino, dólar blue-guaraní) alimentó y sostuvo el contrabando, favorecido además por la política de precios que impulsó el gobierno argentino como parte de los subsidios sociales. De esta forma, indirectamente, algunos consumidores paraguayos aprovecharon esta coyuntura, lo que a su vez afecta a la economía formal del país.

A continuación se exploran los diferentes aspectos que se espera que se modifiquen en la economía argentina con la llegada del presidente Macri. Entre estos, se insiste en aquellos que tengan un efecto directo sobre la economía paraguaya, recordando que la economía argentina es una de las más grandes del continente.

a. La cuestión macroeconómica de Argentina

La economía argentina presenta una serie de condiciones especiales que pueden ser resumidas en una inflación alta, la existencia de tipos de cambios múltiples (dólar agro, dólar turismo, dólar ahorro, entre otros), la existencia de déficits gemelos, es decir tanto fiscal como en balanza comercial y, por último, la situación de “default” que le impide jugar en el mercado financiero internacional.

En este contexto, el cóctel formado por el déficit fiscal, la cantidad y diversidad de programas sociales, la escasez de dólares y la inflación, resumen el panorama que deben afrontar las nuevas autoridades. En efecto, el déficit fiscal generado principalmente por más de 54 programas sociales que benefician a más de 18 millones de personas, terminó generando emisiones de dinero, lo que a su vez llevó a un incremento de la inflación y la reducción de las reservas internacionales.

El tipo de cambio peso-dólar es de especial atención para comprender como afectará a la economía paraguaya la unificación del mismo. En principio se espera que cuando exista un solo tipo de cambio en Argentina, los incentivos al contrabando desde dicho país disminuyan considerablemente, puesto que los productos argentinos se volverían más caros para los compradores paraguayos. Se recuerda que el esquema de comprar dólares en Paraguay y venderlos en Argentina, en el mercado negro, generaba una utilidad de alrededor del 60% durante los últimos cuatro años.

El desestímulo al contrabando tendría como consecuencia casi directa un incremento en las ventas de los importadores formales de Paraguay que se traducirá a su vez en una mayor recaudación en concepto de IVA en el 2016 y de Renta en el 2017, si se mantienen las condiciones. Sin embargo, también puede esperarse que suba el desempleo debido a que los “paseros” se quedarían sin trabajo. De igual forma, es probable que se dé algún incremento en la inflación debido al aumento del precio de los productos importados de Argentina.

b. La cuestión agropecuaria

Por el lado del sector agrícola, una mayor flexibilización del tipo de cambio, al igual que una reducción en las retenciones (impuestos) a la exportación de granos y oleaginosas fomentaría una venta no menor del elevado stock actualmente en manos de los agricultores. Con las sucesivas trabas impuestas al sector productivo por parte del gobierno del matrimonio Kirchner, los exportadores y productores del sector primario fueron aumentando sus inventarios de soja, maíz y trigo. A la fecha, cálculos de Bloomberg indican que la Argentina lleva acumulado 31,1 millones de toneladas de stocks de soja, equivalente al 40% del total almacenado a nivel mundial. Dichos inventarios tendrían un valor de mercado en torno a los US$ 10 mil millones excluyendo las retenciones, a una tasa actual del 35% sobre el valor FOB.

Del mismo modo, la flexibilización del mercado de commodities agrícolas en la Argentina debería llevar a un equilibrio de los precios de granos y oleaginosas a nivel regional. En la actualidad, las trabas han alterado las fuerzas habituales del mercado, resultando en precios dentro del territorio argentino que no condicen con los fundamentos observados en los mercados internacionales. Durante su campaña, el presidente electo Mauricio Macri prometió eliminar las retenciones al maíz y al trigo y una reducción gradual –del 5% anual– de los impuestos a la soja.

En este contexto, no se debería descartar un ajuste de los precios de commodities a la baja, teniendo en consideración el elevado volumen de stocks en manos de los productores. Incluso, analistas de mercado ya han apuntado a ciertos ajustes en los precios en las pizarras de la Bolsa de Chicago luego de la inminente victoria del candidato opositor.

Por otra parte, el sector ganadero –atendiendo una capacidad de respuesta más lenta– no podrá realizar un veloz acomodo a los cambios del mercado una vez liberadas las trabas que afectan a las exportaciones de la carne vacuna. En los años recientes, una escasez de oferta, sumada a los problemas para enviar los productos al exterior, desincentivaron las inversiones en los campos ganaderos argentinos, lo cual repercutió negativamente en el número de vientres (vacas) para reproducción de animales. Según los datos del SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), luego de un importante aumento en los niveles de faena alrededor del año 2007, el campo argentino no logró reponer el hato ganadero a niveles observados en la primera mitad de la década del 2000.

c. Temas bilaterales

Dos temas centrales deberán ser tratados con el nuevo gobierno argentino. El primero es el del libre tránsito, tanto por vía fluvial como por vía terrestre, sobre todo atendiendo la situación de acceso indirecto que tiene Paraguay a los mercados internacionales. En el caso del transporte fluvial deberán buscarse los mecanismos para reducir las incertidumbres de las empresas exportadoras, pues las trabas y dificultades afectan la competitividad paraguaya. El peso de los sindicatos argentinos del sector portuario puede exigir mayores negociaciones bilaterales que aseguren el respeto y el correcto funcionamiento de la hidrovía.

El segundo tema bilateral es el de la represa Yacyretá, tanto en lo que se refiere a la deuda atrasada por cesión de energía que supera los cien millones de dólares, así como a la intención de pagarla en pesos y no en dólares. Se estima que Argentina continuaría con los atrasos de pagos durante dos años más. Igual suerte correrían las iniciativas de cogestión de la represa, que aún deben ser negociadas. Donde sí existe un mayor margen de acción es en los proyectos de obras complementarias de Yacyretá, como el proyecto de Aña Cua y el de la futura represa de Corpus, atendiendo las necesidades energéticas crecientes de Argentina.

d. Migración y remesas

La población argentina de origen paraguayo y los paraguayos migrantes se ha incrementado bastante en las últimas décadas. Los paraguayos residentes en Argentina pasaron de 320.000 en el año 2000 a más de 550.000 en 2010, lo que representa un aumento de más del 70%.

Se estima que una buena parte de la población paraguaya se beneficia de los planes y programas sociales, principalmente el subsidio denominado Asignación Universal por Hijo (AUH). En un escenario hipotético de reducción de planes sociales, esta porción de la población seria afectada, pero es poco probable que esto provoque su retorno al país. Durante la fuerte crisis económica argentina en el año 2001, la población paraguaya en este país se vio afectada por condiciones laborales deficientes, pero sin traducirse en el retorno sistemático de la misma. Lo que sí podría pasar es que si las condiciones laborales y de ingresos de la población paraguaya en el vecino país se vuelven difíciles, se observe una disminución en las cantidades remesadas a Paraguay.

e. Reequilibrio de fuerzas geopolíticas

El cambio de signo político en Argentina ha generado efectos casi instantáneos en la configuración de los bloques regionales. El anuncio del presidente electo argentino de solicitar la aplicación de la cláusula democrática a Venezuela, es la primera señal del reacomodo de fuerzas en el continente. Argentina sale definitivamente del bloque de izquierda, dejando a Brasil, Venezuela, Bolivia y Ecuador, aunque también se podría incluir a Uruguay en este grupo, sin un aliado de peso como Argentina. Por el otro lado, el eje Chile, Perú y Colombia gana a Argentina como actor estratégico. Paraguay está llamado a encontrar su lugar en este nuevo escenario regional, donde pueda insertarse a más mercados en condiciones favorables que asegure a su economía un crecimiento sostenido.

Granos

La flexibilización del mercado de commodities agrícolas en la Argentina debería llevar a un equilibrio de los precios de granos y oleaginosas.

Déficit

El déficit fiscal generado por más de 54 programas sociales, que benefician a más de 18 millones de personas, terminó generando emisiones de dinero.

Pobación

La población argentina de origen paraguayo y los paraguayos migrantes se han incrementado bastante en las últimas décadas, según estadísticas.

Condiciones especiales

La economía argentina presenta una serie de condiciones especiales que pueden ser resumidas en una inflación alta, la existencia de tipos de cambios múltiples, la existencia de déficits gemelos (tanto fiscal como en balanza comercial) y la situación de “default” que le impide jugar en el mercado financiero internacional.

Unificación cambiaria

El tipo de cambio peso-dólar es de especial atención para comprender cómo afectará a la economía paraguaya su unificación. En principio, se espera que, cuando exista un solo tipo de cambio en Argentina, los incentivos al contrabando desde dicho país disminuyan.

* El desestímulo al contrabando tendría como consecuencia casi directa un incremento en las ventas de los importadores formales de Paraguay, que se traducirá a su vez en una mayor recaudación en concepto de IVA en el 2016 y de Renta en el 2017, si se mantienen las condiciones.

* La población argentina de origen paraguayo y los paraguayos migrantes se han incrementado bastante en las últimas décadas. Los paraguayos residentes en Argentina pasaron de 320.000 en el año 2000 a más de 550.000 en 2010, lo que representa un aumento de más del 70%.

* El anuncio del presidente electo argentino de solicitar la aplicación de la cláusula democrática a Venezuela es la primera señal del reacomodo de fuerzas en el continente. Argentina sale definitivamente del bloque de izquierda, dejando a Brasil, Venezuela, Bolivia y Ecuador.

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