Política energética de Brasil y los planes de Bolsonaro

En 1997, Brasil estableció los objetivos del Plan Energético con visión al año 2023, y es como sigue:

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Preservar el interés nacional, promover el desarrollo, ampliar el mercado de trabajo y valorizar los recursos energéticos; reemplazo gradual de la hidroelectricidad por otras energías renovables. Aumento de la energía renovable y disminución de las contaminantes, proteger los intereses del consumidor en cuanto a precio, calidad y oferta de los productos, proteger el medioambiente y promover la conservación de la energía.

Garantizar el suministro de derivados de petróleo en todo el territorio nacional, incrementar la utilización del gas natural, utilizar fuentes alternativas de energía, mediante el aprovechamiento económico de los insumos disponibles y de las tecnologías aplicables.

Promover la libre competencia; atraer inversiones en la producción de energía; ampliar la competitividad del país en el mercado internacional.

Incrementar la participación de los biocombustibles en la matriz energética nacional. Garantizar el suministro de biocombustibles en todo el territorio nacional; incentivar la generación de energía eléctrica, a partir de la biomasa y de subproductos de la producción de biocombustibles, en razón de su carácter limpio, renovable y complementa la fuente hidráulica; promover la competitividad del país en el mercado internacional de biocombustibles, fomentar la investigación y desarrollo relacionados a la energía renovable. Mitigar las emisiones de los gases causantes del efecto invernadero, reducción significativa del petróleo y derivados.

Elevación significativa de los derivados de la caña de azúcar (etanol y bagazo), de 8,0% para 16,1%. Reducción significativa de la leña y del carbón vegetal. Aumento de la energía nuclear de 0% al 1,3%, con las unidades de Angra I e Angra II; elevación significativa del bagazo da caña de 1,3% para 6,6%; elevación de la energía nuclear de 0% al 2,4%, y aumento de la eólica de 0% a 1,1% 

Planes del nuevo Presidente 

El nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tiene previsto crear un nuevo modelo del sector energético con el objetivo de hacerlo “más flexible, más abierto, competitivo y que sea rentable”. Para ello busca un modelo de privatización aún sin concretar: 

1.- Mantener la Petrobrás estatal y privatizar “partes de la empresa”.

2.- Mantener a Eletrobrás estatal.

3.- Reducción de la carga tributaria para los combustibles en Brasil.

4.- Reducción de los plazos de concesión de licencias ambientales para pequeñas centrales hidroeléctricas, que actualmente pueden superar los diez años.

5.- “Transformaremos el sector eléctrico, del actual cuadro de judicialización generalizada y baja confianza de los inversores, en uno de los principales vectores de crecimiento y desarrollo de Brasil”.

La oferta de energía debe ser confiable, a precios justos y competitivos internacionalmente y la creación de cientos de miles de empleos cualificados en Brasil.

6.- Se ampliará no solo la producción de energía, sino de toda la cadena productiva a ella relacionada: producción, instalación y mantenimiento de paneles fotovoltaicos; asociación con las universidades locales para el desarrollo de nuevas tecnologías; creación de otras industrias que sean intensivas en el uso de energía eléctrica, etc.

7.- La exigencia de contenido local reduce la productividad y la eficiencia, además de haber generado corrupción. Además, no hubo un impacto positivo en la industria nacional a largo plazo. Por lo tanto, “es necesario eliminar gradualmente los requisitos de contenido local”.

8.- El gas natural desempeñará un papel fundamental en la matriz eléctrica y energética nacional, propiciando la calidad y seguridad energética para la expansión de forma combinada con las energías fotovoltáica y eólica.

Postura de Brasil sobre Itaipú 2023 

Desde mucho antes de la asunción al mando del flamante presidente brasileño, Jair Bolsonaro, desde Itamaraty ya se han difundido a las industrias brasileñas la postura de Brasil en cuanto a la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, y son las siguientes: 

1. Reducción de la tarifa de Itaipú en 63% para ambos países.

2. Mantener todo igual en lo referente a cesión de energía y demás beneficios.

3. Eliminar el uso de la energía superior a la garantizada por Paraguay.

4. Limitar hasta donde sea posible el crecimiento del uso de la energía por Paraguay.

5. Disponer de alternativas de reemplazo, antes que Paraguay acceda al 50% de la energía de Itaipú, y ya no exista energía paraguaya cedida Brasil.

(*) Presidente de IEEE- Paraguay.

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