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La marcha de la economía paraguaya durante el 2015 dependerá tanto de factores internos (climáticos, productivos, financieros y políticos), como del contexto internacional. No se esperan eventos climáticos desfavorables, que tradicionalmente han afectado a la economía paraguaya, pero tampoco existe un crecimiento extensivo esperado importante de la producción primaria. Al impulso en intensificación que todavía pueden dar la agricultura y la ganadería se deberán sumar otros sectores económicos para traccionar el crecimiento. A continuación, una descripción de los sectores relevantes.
La producción agrícola
La sequía de octubre produjo mermas de la producción de la soja tempranera. Sin embargo, no existe una variación significativa en los valores esperados de producción final, ya que los productores de gran parte de la zona afectada (sobre todo el sur) han cosechado y resembrado en la segunda quincena de diciembre. En soja se esperan rendimientos promedios similares a los del 2014 (2,8 ton/ha). El impacto de la baja de precios supondrá una reducción de ingresos de divisas por exportación de alrededor de 800 millones de dólares.
Los bajos precios internacionales de maíz y de trigo no generarían incentivos para aumentar el área sembrada, sobre todo en maíz. El arroz continúa con su fase de expansión del área cultivada, y las oportunidades existentes en términos de precios de campos de cultivo.
Por el lado de la producción agrícola campesina se espera que el sésamo tenga un desempeño levemente superior al del año 2014, debido a la expansión del área de siembra y a la implementación de buenas prácticas agrícolas, asegurando ingresos de alto impacto social. La mandioca, por su parte, encuentra dificultades para convertirse en otro cultivo de renta, al menos en la cadena del almidón de mandioca, que enfrenta precios inferiores por la irrupción del maíz en el mercado de almidones.
La producción de carne
El récord histórico de exportaciones del 2014 podrá superarse en el presente año si se superan algunas restricciones de mercado, como la reducción de la demanda rusa; sin embargo existe una sostenida demanda internacional que da soporte a los precios. La diversificación de mercados se impone como estrategia para el crecimiento del sector. Aumentar el volumen de la oferta a Chile e insertarse en China, Europa y en mediano plazo a Estados Unidos, parecen ser los pasos siguientes para afianzar a un sector con grandes potencialidades.
La producción de carne porcina y aviar debería incrementarse para aprovechar la disponibilidad de proteína y carbohidratos de origen vegetal. No obstante, los proyectos en estos rubros son aún incipientes para desarrollarse en el 2015.
La esperada inversión física del Estado
El Estado debe salir a realizar inversiones físicas que permitan no solo generar empleo directo, sino también instalar infraestructura básica necesaria para una intensificación del crecimiento. La gran disponibilidad de recursos públicos ha contrastado con la escasa eficiencia gubernamental en la gestión de los mismos.
En el segundo semestre del año, el nivel de adjudicaciones registrado en la Dirección de Contrataciones Públicas se ha incrementado notablemente, con lo cual es de esperarse que el nivel de obras públicas en 2015 sea mayor y tenga más dinamismo que en 2014.
Además, el Estado debe ser más eficiente en poner en marcha el esquema de implementación de la ley de Alianza Público- Privada, cuyos proyectos presentados llevan casi un año de estudios y ninguna resolución concreta. Es como disponer de herramientas útiles y no ponerlas en práctica.
La industria
Las condiciones para el crecimiento de este sector están dadas. Al Paraguay le resta capitalizar no solamente en sus ventajas comparativas (electricidad barata y abundante, impuestos bajos, abundante disponibilidad de mano de obra, entre otros) sino también en ventajas coyunturales como el elevado costo Brasil. El Estado ha hecho un trabajo destacable en la atracción de inversiones en los últimos años, pero esta tarea debería intensificarse en resolver los aspectos micro durante el 2015.
Aspectos como el acceso real a la electricidad, capacitación de mano de obra y reducción de trámites para la instalación de empresas, deberían ser, entre otros similares, el foco de la tarea gubernamental. Las áreas de focalización deberían centrarse en intentar encadenarse a la industria brasileña, y atraer multinacionales de la alimentación que ven a Paraguay como mercado y que deberían verlo como país productor para mercados mayores, dada sus ventajas comparativas y su estabilidad de largo plazo.
Las proyecciones de crecimiento de la economía paraguaya para el año 2015 indican un crecimiento en torno al 4,7%, sostenido por la producción primaria tradicional y del impulso que tendrá la industria, la construcción y los servicios. La inflación proyectada para el 2015 se sitúa alrededor de 4,3% anual, atendiendo las políticas y metas del Banco Central del Paraguay. Finalmente, el dólar presentará una cotización promedio de 4.800 guaraníes.
Principales escenarios que influirán en el 2015
El mundo: La deflación o baja de los precios en el mundo desarrollado, decididamente en Europa y Japón, y peligrosamente en los Estados Unidos, se ha vuelto un fantasma que podría cambiar la historia del 2015. El fin de la política monetaria expansiva del Reserva Federal Americana, y la esperada suba en las tasas de interés podrían verse frenadas o por lo menos dilatadas por este evento.
El precio del petróleo, fenómeno estructural ligado a la creciente explotación de shale oil en América del Norte (EE.UU. y Canadá), podría profundizar este fenómeno de la deflación en el mundo desarrollado. De hecho, los primeros impactos ya se han notado en Rusia con el efecto sobre sus mercado, su moneda y sus importaciones. Este evento se ha sumado al conflicto ruso-ucraniano, que ya ha tenido consecuencias diversas en el esquema de comercialización mundial, reconfigurando mercados, ofertas y demandas tanto de Rusia como de otros países en los demás continentes.
La desaceleración de la China Continental y, sobre todo, la ralentización de su crecimiento, aunque siempre positivo y por encima del 7% y, a pesar de los cambios estructurales en calidad de vida que impone en grandes poblaciones, no contribuye a una transformación radical de este escenario.
Los precios de los soft commodities (alimentos), sobre todo de los grandes (soja, maíz, trigo), se mantendrían en los niveles actuales, dados los elevados inventarios de éstos (sobre todo maíz y soja) y el impacto de los precios del petróleo en los biocombustibles.
Las cuestiones políticas, como el conflicto ruso, requerirán recomposiciones entre países proveedores y demandantes de algunos bienes, representando tanto amenazas como oportunidades para los países que ofertan productos tanto a Rusia como a Europa.
La región
Paraguay se encuentra en una situación mucho más auspiciosa que sus vecinos. Brasil, con un equipo de gobierno renovado, tendrá varios desafíos para recuperar la competitividad de su industria, para lo cual deberá luchar contra sus altos costos, al mismo tiempo de controlar la inflación, generar mayores incentivos a las inversiones privadas, acompañadas por fuertes inversiones públicas en infraestructuras y posiblemente.
En la medida que el gobierno siga interviniendo en la política del Banco Central, desarrollar una política cambiaria con devaluaciones más agresivas. Si Brasil devalúa, empujaría también a una devaluación del guaraní por debajo de lo esperado y seguiría comprometiendo la caída en el comercio fronterizo de reexportación. La resolución del problema del déficit fiscal y de una economía empujada por el gasto público, no parecen tener soluciones simples en una sociedad dividida como la brasileña, ni ser compatibles con las expectativas de los electores del gobierno.
Por el lado de Argentina las cosas no están mejor. El “maquillaje” de las reservas monetarias del Banco Central argentino, que ha sido eficiente para el cierre de fin de año con reservas por encima de lo esperado y para frenar la devaluación del blue, no podrá sostener una diferencia menor entre la moneda oficial y la del mercado negro. En un año marcado por el electoralismo, donde las políticas públicas no deberías sufrir grandes transformaciones, la devaluación e inflación que se mantienen y presentan tendencias a profundizarse. Es de esperar que el comercio no registrado de Argentina hacia Paraguay se mantenga e inclusive se profundice, como resultado de la diferencia cambiaria entre el peso y el guaraní.
En Paraguay
La economía paraguaya mantiene la misma estructura o matriz, basada principalmente en la producción primaria, asociada a una creciente transformación industrial de los productos agrícolas y ganaderos, que ha permitido al país exportar crecientes volúmenes de productos de mayor valor agregado, a lo que se debe sumar el impacto en cada uno de los eslabones de las cadenas productivas (proveedores de insumos y productos, transporte, servicios financieros y logísticos, comercio, entre otros).
En el 2015 se debería intensificar el crecimiento de varios sectores no tradicionales que de forma gradual van modificando la matriz productiva nacional. En efecto, algunos sectores como el de la industria, la construcción y el inmobiliario muestran signos de revitalización firme, consolidando el crecimiento sectorial que ya se observaba tímidamente hace unos pocos años.
El creciente impulso que presentan estos sectores no tradicionales se explica por una transición mayor en la sociedad paraguaya que se vuelve definitivamente mucho más urbana y demandante de equipamiento y consumo. Además, el crecimiento acumulado de los últimos años generó un incremento considerable de la capacidad de consumo en una parte importante de la población.
Finalmente, el año 2015 será un periodo de mayor influencia de la política sobre la economía, pues a finales de julio se realizarán las internas de los partidos políticos y a mediados de noviembre tendrán lugar las elecciones municipales. Como en todo año político se espera un mayor flujo de dinero en el interior del país, como resultado de las campañas políticas.
Deflación
La deflación o la tan anunciada baja de los precios en el mundo desarrollado se ha vuelto un fantasma que podría cambiar la historia del 2015.
Ilegal
Es probable que el comercio no registrado de Argentina hacia Paraguay se mantenga e inclusive se profundice, por diferencia cambiaria.
Matrices
La economía paraguaya mantiene la misma matriz, basada en la producción primaria y transformación industrial de los productos agrícolas.
Primero
Mejoras en electricidad, capacitación de mano de obra y reducción de trámites para la instalación de empresas, deben ser las prioridades del Gobierno
Producción primaria
No se esperan eventos climáticos desfavorables que tradicionalmente han afectado a la economía paraguaya, pero tampoco existe un crecimiento extensivo esperado importante de la producción primaria. Al impulso en intensificación que todavía pueden dar la agricultura y la ganadería se deberán sumar otros sectores económicos.
Impacto de los precios
El impacto de la baja de cotizaciones supondrá una reducción de ingresos de divisas por exportación de alrededor de 800 millones de dólares. Los bajos precios internacionales de maíz y de trigo no generarían incentivos para aumentar el área sembrada, sobre todo en maíz.
Es posible superar el récord de exportaciones del 2014 sin sobrellevar ciertas restricciones de mercado, como la reducción de la demanda rusa; sin embargo, hay una sostenida demanda internacional. La diversificación de mercados se impone como estrategia para el crecimiento del sector.
Las condiciones para el crecimiento del sector industrial están dadas. Al Paraguay le resta capitalizar no solamente en sus ventajas comparativas (electricidad barata, impuestos bajos, disponibilidad de mano de obra, entre otros), sino también en ventajas coyunturales como el elevado costo Brasil.
El Estado debe realizar inversiones físicas que permitan no solo generar empleo directo, sino también instalar infraestructura básica para una intensificación del crecimiento. La gran disponibilidad de recursos públicos contrasta con la escasa eficiencia gubernamental en la gestión de los mismos.