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Así, se fortalece la economía con el aporte de miles de negocios en todo el país, algunos transforman materia prima y agregan valor creando productos (industrias), otros ofrecen servicios y muchos son comercios. Pero todos tienen en común a una persona tras el negocio, alguien que asumiendo riesgos de capital, tiempo y trabajo ha decidido su implementación y desarrollo, al que lo llamamos el emprendedor.
Importancia
Resulta clave para la sustentabilidad social y económica del país el fortalecimiento de las llamadas mipymes (micro y pequeñas empresas), pues representan más del 80% de la mano de obra ocupada y se calcula que son el 97% de las empresas existentes en Paraguay.
Estas unidades económicas generalmente son unipersonales o familiares, pero no están ajenas a los desafíos propios del mercado. Así, su permanencia y crecimiento radica en la capacidad del emprendedor de desarrollar estrategias que protejan a su negocio de las complejidades de los mercados globales, la competencia y apertura comercial.
Para ello deberá instalar eficiencia en sus procesos, estabilidad financiera, fortalecimiento de las capacidades y habilidades de sus talentos humanos, manejo de tecnología, crecimiento del flujo de caja, y otras variables que afectan al normal desempeño de la organización.
Pero ¿cómo lograr el desarrollo de tantas habilidades sin descuidar la operativa del negocio?, ¿cómo contratar a tantos profesionales en una empresa tan pequeña que solo produce lo suficiente para pagar los gastos corrientes? Nos encontramos en la disyuntiva básica de si es primero el huevo o la gallina.
Resulta por ello muy complicado para el dueño de una micropyme dar una vuelta al timón y convertir su negocio en una empresa. La inestabilidad de los ingresos, los costos fijos, la mezcla entre la caja del negocio y las necesidades de su casa, la incapacidad económica de contratar profesionales y probablemente otros muchos factores, en ocasiones no permiten al emprendedor formalizar su empresa y potenciarla para que pueda crecer.
Un negocio que no cuente con una contabilidad transparente y al día, un pago de impuestos ordenado y un flujo de caja permanentemente controlado, se encontrará con líneas de crédito con costos más elevados y con imposibilidad de conseguir socios o inversores para su emprendimiento.
Además, una empresa que no sea formal y en crecimiento, difícilmente logre conquistar a colaboradores que se sientan motivados a quedarse mucho tiempo, pues sentirán el techo muy bajo, es decir, con poca posibilidad de desarrollar un plan de carrera, seguir aprendiendo, sentirse apreciados y valorados, así como probablemente con poca capacidad de aprendizaje constante.
Entonces, tanto para la sociedad en su conjunto como para la empresa en particular, el encontrar estrategias de crecimiento y desarrollo apropiadas a su realidad, resultan de vital importancia.
Causas y consecuencias
El empresario dueño de micropymes debe realizar un análisis integral de su capacidad de acción, conocer sus fortalezas y debilidades, así como manejar el entorno para identificar claramente las amenazas y oportunidades que le brinda.
Recién allí podrá plantearse cómo lograr potenciar sus fortalezas, qué actividades o alianzas puede lograr para compensar sus debilidades, cómo cubrirse de los riesgos de las amenazas detectadas y desarrollar planes de acción para aprovechar las oportunidades.
Sin embargo, decir qué hacer es mucho más sencillo que hacerlo. Esta experiencia de transformar la empresa para lograr su fortalecimiento implica en primer lugar un cambio a nivel personal del emprendedor, comprender que su empresa es un ente distinto e independiente a él mismo, que debe tener vida propia a través de sistemas, procesos, metodologías, estructura y talento humano.
Cambiar la posición de autoempleado a empresario implica asumir que su negocio no existe solo para generarle ingresos a él, sino que se trata de una unidad productiva con capacidad de fortalecerse y crecer quizás de manera más importante que la idea original, pero que para ello necesita definir metas y planificar cómo hará para alcanzarlas.
Generalmente el capital suele ser un factor limitante según los comentarios vertidos por los dueños de empresas, pero en realidad muchas veces cuando se les presenta la oportunidad de formalizar la empresa para conseguir socios que quieran sumarse al proyecto, descartan la posibilidad; son más fuertes las ganas de ser cabeza de ratón que cola de león.
Usualmente también observamos a emprendedores que conocen a cabalidad la parte productiva del negocio, es decir panaderos dueños de panaderías, mecánicos dueños de talleres mecánicos, odontólogos dueños de un consultorio odontológico, etc, pero desconocen sobre marketing, recursos humanos, finanzas, contabilidad, administración, cobranzas, etc. Esto conlleva a un potencial gigante con pata de palo, no puede correr y tiene muchas posibilidades de caerse.
La idea sola no genera negocios, el proyecto o plan de negocios ayuda a desarrollar la idea, pero el emprendedor deberá incorporar capital y talento para concretar el emprendimiento, a veces o no tiene todo el capital o no tiene todo el talento (habilidades y conocimientos) que se requiere. Unirse a otros que complementen su debilidad puede ser una alternativa válida. Sigamos hablando de dinero, porque así aprendemos a manejarlo mejor.
Capital
La idea sola no genera negocios, el proyecto o plan de negocios ayuda a desarrollar la idea, pero el emprendedor deberá incorporar capital y talento.
Unirse
Unirse a otros que complementen alguna debilidad en la disponibilidad del capital necesario o de talento puede ser una alternativa válida.
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