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Hasta ahora, los gobernantes se han conformado por recibir compensaciones por la cesión de energía (muy por debajo de su valor real) y no se han implementado planes de uso de la energía limpia, renovable y disponible mediante una política energética sustentable.
Ahora, mirando el futuro, lo importante es preguntarnos qué hacemos con nuestra energía eléctrica y, además, ratificar que lo mejor será siempre fomentar el consumo interno para el desarrollo social e industrial. Resulta de suma importancia valorar la energía que podría ser cedida (o comercializada) hasta el 2033.
Si consideramos un crecimiento del consumo nacional del 7% y realizamos una proyección en base a variables econométricas, la energía prevista no utilizada por Paraguay del 2018 al 2033, sería de 419.593 GWh, que irá en forma decreciente hasta el año 2033.
Para valorizar la energía cedida conforme a un criterio energético, realizaremos una comparación de los ingresos obtenidos por la venta de la energía cedida a la tarifa actual y por la venta de barriles de petróleo capaces de proveer la misma cantidad de energía de acuerdo con los precios internacionales.
Esa energía que se estima no será utilizada por nuestro país en forma acumulado durante 15 años es de 419.593 GWh, equivalentes a 247 millones de barriles de petróleo o 36 millones de Toneladas Equivalentes de Petróleo (TEP), que representarían 14.820 millones de USD (considerando el barril de petróleo a 60 USD).
Si se mantiene la cesión a 9 USD/MWh, el importe sería 3.776 millones de dólares, cuyo importe es cuatro veces menos que el equivalente considerando al barril del petróleo.
Por ello, con la comparación realizada en base a un criterio energético; la tarifa de cesión que valorizará nuestra energía es cuatro veces el valor actual, o sea 36 USD/MWh.
Por otro lado, para evaluar la importancia de la energía cedida desde otro punto de vista, comparamos los costos de generación utilizando otras tecnologías en Argentina, en Brasil (con una modalidad de comercialización) y a nivel internacional (vea los cuadros correspondientes).
Se observa que existen diferentes costos de generación, de acuerdo con las tecnologías y, si bien pueden ser variables, resulta claro que si Argentina y/o Brasil no disponen de la cesión de la energía paraguaya; deberán optar por el uso de la generación eléctrica con otras tecnologías (más costosas), que en ningún caso están cerca de los 9 USD/MWh con la que Paraguay cede actualmente su energía a los países vecinos.
Otra referencia es que Uruguay, este país vendió el años pasado su energía al Brasil a valores que fueron incrementándose de 30 USD/MWh a 79 USD/MWh, debido a los requerimientos de Brasil.
Por lo tanto, la prioridad debe ser incentivar el consumo interno y la energía de las binacionales que no utilizamos, la que debería tener, como mínimo, el valor de 36 USD/MWh.
Además, sabiendo que la cesión de energía se va a terminar cuando accedamos a la mitad de la energía que nos corresponde en ambas binacionales, primero se debería valorizarla convenientemente y luego utilizar los recursos adecuadamente en base a las políticas públicas y la ejecución de una Política Energética realista.