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Lastimosamente, la deformación financiera que sufrimos la gran mayoría de los latinoamericanos viene de los hábitos financieros que hemos aprendido en nuestras familias, de la forma en la que se tomaban las decisiones relacionadas al dinero, que van desde la manera en la que lo ganamos hasta la forma en la que lo ahorramos, gastamos e invertimos, es decir, la administración de los ingresos.
Cambio de chip
Para tener ahorros en el presupuesto resulta fundamental definir las metas que se quieren alcanzar, porque ahorrar implica posponer el disfrute de un dinero que tenemos hoy y, para poder realizar ese sacrificio de manera sustentable, se precisa de la ilusión que trae la visualización de un objetivo futuro.
Supongamos que la meta sea viajar a Disney en familia. Quizás, si hubiera una promoción de compra de un paquete turístico en 24 cuotas sin intereses te parecería interesante. Bueno, ¿qué te parece si te ofrezco una promoción de 48 cuotas no solo sin intereses, sino que te paguen a vos los intereses?
Esa es la magia del ahorro programado, puedo planificar las metas que tengo para el futuro a corto, mediano y largo plazo, proyectar cuánto dinero precisaré para cada meta y empezar a pagar en cuotas logrando que me paguen intereses anuales proporcionales al monto y tiempo en que deposite mi dinero hasta llegar a la fecha del objetivo. Para ese momento, podré tener el monto de dinero que había planificado más los intereses acumulados.
De esta forma, podemos planificar la mayoría de las metas en nuestra vida y, sean estas pequeñas o grandes, necesitan ser visualizadas con anticipación, así logramos importantes ahorros. Por un lado, no pagamos intereses, sino que los cobramos y, por otro, al momento de comprar, usualmente, se obtienen descuentos por las compras anticipadas o al contado en la mayoría de los bienes y servicios.
Pero, quisiera referirme nuevamente a los hábitos familiares con relación al dinero, fijate que la forma en la que te sugiero mirar el ahorro, desde la previsión, implica que asumas el ahorro como una prioridad, incluso como la primera cuenta a pagar mensualmente.
Esto es diametralmente opuesto a lo que nos enseñaban (y que generalmente repetimos después) desde niños, cuando nos regalaban una alcancía y nos decían que era para aprender a ahorrar, colocando las monedas que eran el vuelto pequeño de las compras, en otras palabras, se ahorra lo que sobra.
Ese es el problema fundamental que arrastramos hasta adultos, no podemos ahorrar porque no nos sobra, por eso no es nuestra culpa que no tengamos ahorros. Entonces, ¿quién es el culpable? ¡Obvio, el empresario que nos paga poco! Y así, continuamos por la vida sin ahorrar esperando que nos aumenten el sueldo, porque cuando ganemos más vamos a ahorrar, pero cuando ganamos más ya no queremos lo que antes queríamos, por lo que nuevamente no nos alcanza el nuevo ingreso y el ahorro queda otra vez relegado, en espera de que nos sobre algo.
El camino del dinero
Mientras pienses que la posibilidad de tener dinero es obteniéndolo de otro (en forma de salario, honorario, comisiones o ventas) entonces, probablemente, siempre estés dependiendo de decisiones ajenas. Sin embargo, también podés conseguir ingresos de fuentes que no sean tu propio trabajo, como los intereses, alquileres o dividendos que podés cobrar haciendo que tu dinero trabaje para vos.
En finanzas, el tiempo realmente es oro, porque a través del tiempo se multiplica el dinero por efecto del interés compuesto. Pequeños montos hoy aplicados a inversiones financieras irán creciendo y se multiplicarán con el tiempo, por ello, no esperes a tener mucho dinero para empezar a invertir, al contrario, utilizá el milagro del interés compuesto para iniciar tu capital futuro.
La ventaja de tener una fuente de ingresos paralela a tu propio trabajo radica en que no dependés de que otras personas compren los bienes o servicios que ofreces, tampoco estás sujeto a tener la salud o el tiempo como para trabajar y gestionar ese ingreso. En palabras simples, a través de las inversiones podés tener ingresos que no dependen de vos.
No estoy planteándote que tengas diversidad de trabajos, no se trata de trabajar más horas o en más lugares, estoy diciéndote directa y literalmente que tenés que hacer que tu ahorro empiece a generarte más dinero y que esa fuente de ingresos debe estar atomizada para que a medida que pase el tiempo ganes cada vez más dinero sin trabajar.
Cuando tus ingresos dependen exclusivamente de tu trabajo, su límite es tu propia capacidad, es decir, el día tiene 24 horas para vos, para mí y para todos, si fueras una máquina que trabaja entre 8 a 12 horas por día, podríamos decir que ese es el máximo de tu capacidad instalada. Depende del tipo de trabajo que realices, la cantidad de tiempo (en años) que podrías mantener ese ritmo, por lo tanto también tenés el límite de capacidad proyectado en el tiempo.
En cambio, cuando hablamos de ingresos pasivos, como no implican que vos trabajes, sino que tu dinero crezca a través de inversiones, entonces el tiempo es el mejor aliado y, por ello, es tan importante comprender estos conceptos siendo jóvenes y mejor aún si los entendiéramos desde niños.
Así que, no desperdicies esta oportunidad de matar a tu chanchito, el ahorro es importante pero, insuficiente, hay que hacerlo crecer para que cada día trabaje más y mejor para vos. Sigamos hablando de dinero, así aprendemos a manejarlo mejor.
Metas
Para tener ahorros en el presupuesto se debe definir las metas que se quieren alcanzar. Se precisa de la ilusión que trae la visualización de un objetivo futuro.
Tiempo
En nuestras finanzas, el tiempo realmente vale oro, porque a través de ese tiempo, se multiplica el dinero por efecto del interés compuesto.
gloria@ayalaperson.com.py