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Cuentas del balance
Al cierre de marzo 2015, los activos totales del sistema financiero (bancos y financieras) totalizaron G. 99,7 billones (US$ 20.789 millones), equivalente al 67% del PIB previsto para este año. Cabe destacar la gran expansión del sector, el cual duplicó su participación con respecto a la economía paraguaya en menos de 10 años.
Con relación a la distribución de los activos del sistema financiero, el 64% del mismo corresponde a préstamos por un valor total de G. 63,6 billones (US$ 13.263 millones). Al cierre del primer trimestre del año, los préstamos registraron un crecimiento interanual del 26%. A medida que las entidades financieras captan depósitos de clientes, estas deben depositar un porcentaje de estos depósitos al final de cada día en una cuenta específica habilitada en el Banco Central como respaldo a sus pasivos con los depositantes, a lo que se denomina encaje. Acompañando el crecimiento de la cartera, los encajes han aumentado 16% durante el mismo periodo de análisis, con un peso equivalente al 12% del Activo. Por otra parte, a marzo de 2015, las entidades financieras demostraron cuentas de efectivo e inversiones equivalentes al 14% del activo. En ese sentido, el sistema exhibe un sólido colchón financiero de US$ 5.454 millones entre las cuentas de caja y bancos, inversiones y encaje legal.
Por el lado de los créditos, resulta importante analizar los préstamos según la categoría del deudor, en otras palabras observar cuál es su situación actual e histórica con relación al repago de préstamos. En el Paraguay, desde el 2008 se utiliza una división numérica para clasificar a los tomadores de créditos, donde un 1 representa un excelente historial y un 6 una calificación muy pobre. Esta información no solo se utiliza al momento de otorgar créditos, también es empleada en el manejo del riesgo del propio banco o financiera. De acuerdo a los datos publicados por el BCP, a marzo de 2015 el 95,5% de los deudores del sistema financiero gozaban de calificación 1, dentro del promedio de los últimos 6 años. Del mismo modo, el crecimiento interanual exhibido por la cartera de deudores categoría 1 fue de 21%, superior a 4 de los 6 resultados de periodos anteriores, refutando la idea de que ciertos deudores han golpeado seriamente al sistema financiero paraguayo.
Al igual que lo observado en los Activos, los Depósitos en el sistema financiero han exhibido una muy buena dinámica en los últimos cinco años, con un crecimiento promedio en torno al 17%. En marzo de 2015 los depósitos totalizaron G. 69,4 billones (US$ 14.477 millones), equivalente al 47% del PIB. De hecho, se observa un elevado nivel de liquidez medido por la diferencia entre los niveles de depósitos y créditos, donde los ahorros superan a los préstamos en G. 5,8 billones (US$ 1.214 millones).
Morosidad
Al mes de marzo 2015, los bancos y financieras presentaron un índice de morosidad –el atraso en el pago de los deudores– del 2,0% y 5,1%, respectivamente. El sistema financiero total, por otra parte, marcó un nivel de 2,2%, por debajo de las cifras observadas en grandes economías como las de EE.UU. (2,3%), México (2,9%), Brasil (2,9%), Colombia (3,0%) y Perú (3,8%) de acuerdo a los datos del Banco Mundial. Chile, uno de los exponentes financieros de la región, cerró el 2014 con una morosidad del 2,1%, apenas por debajo del registro paraguayo.
Ingresos
Los importantes niveles de rentabilidad verificados en los últimos años en el sistema han hecho posible incrementar el capital de los bancos. Para analizar la rentabilidad, resulta práctico separar los ingresos por tipo de fuente: financieros, por servicios y operativos varios. En 2014, los ingresos financieros –aquellos recibidos por la intermediación financiera– arrojaron una facturación equivalente a G. 36 billones (US$ 7.707 millones), resultando en un margen bruto financiero (menos egresos) de G. 4,8 billones (US$ 1.038 millones). En la provisión de servicios, las entidades generaron US$ 238 millones en ganancias y en otros ingresos lograron US$ 137 millones, totalizando un margen operativo de G. 6,6 billones (US$ 1.412 millones) equivalente al 13% de la facturación y una utilidad neta de G. 2 billones (US$ 444 millones).
Al cierre del primer trimestre de 2015, los ingresos financieros aumentaron 45% con relación a marzo del año anterior, produciendo un margen operativo de G. 1,8 billones (US$ 376 millones) equivalente a un aumento interanual del 19%. Con mejoras en la eficiencia, el sector pudo optimizar los costos y produjo una utilidad después de impuestos 22% superior al registro de doce meses atrás. En el gráfico, se observa como las ganancias del sector han aumentado año tras año.
Capitalización
Las entidades que actualmente forman parte del sistema financiero paraguayo se encuentran adecuadas a los niveles de capitalización exigidos por las normas de Basilea I y II –los manuales de normas internacionales para una banca saludable–. De acuerdo a los datos del FMI, a diciembre de 2014 el Paraguay presentó un ratio de Capital Tier 1 medido contra los Activos en Riesgo de 12,4%. El Capital Tier 1 incluye las acciones comunes, las reservas de capital y en algunos casos las acciones preferidas –dependiendo de las normas establecidas por la banca matriz de cada mercado–. Por otra parte, para calcular los Activos en Riesgo se utiliza una ponderación de la cartera de acuerdo a las categorías de los deudores, en el caso de Paraguay los pasivos con categoría 1 tienen una baja ponderación mientras que se incluye la totalidad de aquellos en la categoría con menor probabilidad de repago.
Importantes exponentes de las finanzas latinoamericanas como Chile, Perú, y Colombia demostraron ratios de capitalización por debajo de la cifra registrada en el sistema paraguayo con 9,9%, 10,6%, y 11,7% respectivamente.
Caso Ára SA de Finanzas
La reciente liquidación de una de las más pequeñas entidades dentro del sistema financiero nacional ha ocasionado todo tipo de observaciones y especulaciones. Esta entidad representaba menos del 0,5% del sistema financiero en lo referente a depósitos y créditos, por lo que su liquidación no resulta peligrosa para un sector con amplios colchones de solvencia y liquidez. Por otra parte, poco y nada se ha comentado acerca de lo que la supervisión por parte de la banca matriz puede y no puede garantizar. La Carta Orgánica del Banco Central del Paraguay, así como la Ley General de Bancos establecen los parámetros para el funcionamiento de un sistema transparente, tomando los recaudos para asegurar el dinero de los ahorristas y al mismo tiempo otorgar cierto espacio para que las entidades puedan generar rentabilidad. La regulación de supervisión, por más eficiente y estricta que sea, no está orientada a prevenir estafas.
Solidez del sistema bancario paraguayo
No debe olvidarse que las entidades que componen el sistema financiero local se encuentran respaldadas por grandes capitalistas extranjeros y paraguayos. En el evento de un problema de liquidez, es muy probable que los accionistas asuman el compromiso con los consumidores para brindar tranquilidad al mercado. Cabe recordar que en este negocio, la confianza es la clave del éxito, ya que la seguridad de los ahorros es un tema de extrema sensibilidad. Afortunadamente, el sistema financiero se ha posicionado como uno de los sectores más sólidos en la última década, brindando la seguridad necesaria para las familias paraguayas que necesitan un lugar confiable donde resguardar sus ahorros.
Por último, la calidad de los instrumentos y la gestión del Banco Central del Paraguay son coherentes con las necesidades del mercado. Tampoco debe olvidarse que el sistema financiero es una herramienta de inversión de los diferentes actores y sectores productivos, por lo que su rol en el crecimiento de la economía es vital y más aún en el momento actual de crecimiento cuando se precisan inyecciones de inversión importantes.
Una economía sana requiere instrumentos y herramientas de control financiero, así como mayores estándares de calidad de las instituciones financieras que deben continuar el camino de la eficiencia para apalancar las diferentes iniciativas productivas, industriales y de consumo.
Carta
La Carta Orgánica del BCP, así como la Ley General de Bancos, establecen los parámetros para el funcionamiento de un sistema transparente.
64%
El 64% de los activos del sistema financiero corresponde a préstamos, por un valor total de G. 63,6 billones (US$ 13.263 millones), según BCP.
21%
El crecimiento interanual exhibido por la cartera de deudores categoría 1 fue de 21%, superior a 4 de los 6 resultados de periodos anteriores.
Activos a marzo de 2015
Al cierre de marzo 2015, los activos totales del sistema financiero (bancos y financieras) totalizaron G. 99,7 billones (US$ 20.789 millones), equivalentes al 67% del PIB previsto para este año. Cabe destacar la gran expansión del sector, el cual duplicó su participación con respecto a la economía paraguaya en menos de 10 años.
Baja tasa de morosidad
Al mes de marzo 2015, los bancos y financieras presentaron un índice de morosidad –el atraso en el pago de los deudores –del 2,0% y 5,1%, respectivamente. El sistema financiero total, por otra parte, marcó un nivel de 2,2% –por debajo de las cifras observadas en grandes economías como las de EE.UU. (2,3%).
* Al cierre del primer trimestre del 2015, los ingresos financieros aumentaron 45% con relación a marzo del año anterior, produciendo un margen operativo de G. 1,8 billones (US$ 376 millones), equivalente a un aumento interanual del 19%, según registros del Banco Central del Paraguay (BCP).
* A marzo de 2015, el 95,5% de los deudores del sistema financiero gozaban de calificación 1, dentro del promedio de los últimos 6 años. Del mismo modo, el crecimiento interanual exhibido por la cartera de deudores categoría 1 fue de 21%, superior a 4 de los 6 resultados de periodos anteriores.
* La calidad de los instrumentos y la gestión del BCP son coherentes con las necesidades del mercado. Tampoco debe olvidarse que el sistema financiero es una herramienta de inversión de los diferentes actores y sectores productivos, por lo que su rol en el crecimiento de la economía es vital.