Logros, desafíos y oportunidades del sector cárnico

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El hato ganadero y la producción

El hato ganadero paraguayo actualmente es de 14,5 millones de cabezas, con un crecimiento promedio de 5% en los últimos 5 años La distribución de esta hacienda es de 60% en la Región Oriental y 40% en la Región Occidental. Si bien en conjunto la Región Oriental es la de mayor población, los departamentos con mayor número de cabezas son Presidente Hayes y Boquerón, en el Chaco. Con relación a la distribución se observa una tendencia al crecimiento de la ganadería en el Chaco, debido a la expansión del sector agrícola en la Región Oriental.

Acompañando el crecimiento del hato, en los últimos diez años se evidencia un notable incremento en la faena de bovinos. En el año 2004 el promedio de faena mensual era de 87.000 cabezas y para este año el promedio estimado es de 167.000 cabezas lo cual representa un crecimiento de 93%. Con las inversiones realizadas en nuevas plantas frigoríficas, la faena aumentó considerablemente, principalmente aquella destinada a exportación, que de un promedio mensual de 38.000 cabezas pasó a faenar 136.000 es decir un aumento de 258%. En cuanto a la faena en mataderos no es exacta, ya que muchos mataderos del interior del país no se encuentran registrados.

El nivel de faena continuaría en aumento acompañando el crecimiento de la producción, y se estima que al cierre de 2014 se superaría los 2 millones de cabezas. Es importante mencionar que en el país existen marcadas diferencias en los niveles de faena en cuanto a la época del año, lo cual se encuentra directamente relacionado al ciclo productivo del negocio ganadero y a las condiciones del suelo. Existiendo un marcado aumento normalmente después del verano cuando los invernadores venden sus animales y otro periodo de mayor oferta se da entre mayo y junio, antes de la entrada del invierno y por último hacia fin de año se produce una leve reducción debido a la lenta colocación en los mercados externos.

La cadena de la carne

La ganadería no es un rubro nuevo en la historia productiva del país. Sin embargo, el incremento de la producción así como la incorporación de nuevos procesos de agregación de valor terminaron conformando una nueva cadena productiva con diversos eslabones y actores. De esta forma, pareciera que el término “ganadería” que se utilizaba hasta hace muy poco tiempo para referirse a la producción pecuaria, ya no es suficiente para dar cuenta de todos los procesos, productos y servicios vinculados a la producción. De ahí el uso cada vez más frecuente de la expresión “sector cárnico” para referirse a este rubro.

El sector cárnico ha sido siempre muy generador de empleo en toda su cadena. Se estima que el mismo emplea actualmente a unas 250.000 personas, es decir alrededor del 7,2% de la población económicamente activa (PEA). Aquí se incluyen productores, personal de estancia, contratistas, personas empleadas en el sector transporte, comercio, finanzas, industria y gobierno cuyas actividades están vinculadas a la cadena cárnica.

Bases del negocio ganadero

Para analizar mejor el negocio ganadero se pueden considerar cuatro factores fundamentales:

1. Sanidad

En los últimos años se ha realizado una importante adecuación de los sistemas de control sanitario a nivel país. Esto se basó en un trabajo conjunto entre el sector público y el privado, representados principalmente por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) y los productores ganaderos. Los principales logros de este sistema interinstitucional fueron:

Estatus de país libre de cinco enfermedades de gran relevancia sanitaria: Encefalopatía espongiforme bovina (BSE), peste bovina, peste equina, fiebre aftosa con vacunación y “Libre de peste de pequeños rumiantes” otorgado por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)

Desarrollo del sistema de trazabilidad animal

Senacsa fortalecida y con roles claros

Adecuación y modernización de laboratorios

Capacidades de reacción ante contingencias

2. Productividad

Con el paso de los años el aumento sostenido de los precios, tanto a nivel local como internacional ha ido guiando la inversión, haciendo que la misma se vaya incrementando para mejorar los sistemas productivos, haciéndolos más homogéneos y rentables.

Actualmente, el sector cárnico es uno de los más capitalizados de la economía paraguaya. De acuerdo a estimaciones de la Consultora Investor, las inversiones en el sector estarían en torno los 35.000 millones de dólares, esto incluye el valor de las tierras, la infraestructura de los campos, pasturas, técnicas reproductivas, los frigoríficos, el capital operativo y el valor de la hacienda.

3. Financiamiento

La Agencia Financiera de Desarrollo inició el mejoramiento de las condiciones crediticias para la ganadería con su programa Procampo. A partir de esta iniciativa pública, el sector financiero privado se fue incorporando al identificar las oportunidades de negocios con los actores de la cadena de la carne y se adaptó a los mismos con volúmenes adecuados y sobre todo plazos extendidos, así como cuotas ajustadas al ciclo ganadero.

Además, la nueva oferta crediticia incluía la adquisición de campos, con garantías hipotecarias, lo que permitió a los ganaderos expandir sus explotaciones. La presencia del financiamiento de las instituciones privadas hizo que la participación de los fondos públicos se fuera reduciendo. En los últimos cinco años los créditos al sector ganadero pasaron de menos de 600 millones de dólares a unos 1.300 millones de dólares.

4. Comercialización: Exportación y precios

Analizando las exportaciones de carne vacuna se observa que las mismas se han dinamizado a partir del año 2004, coincidiendo con un periodo de formalización de la industria y recuperación de mercados después del brote de fiebre aftosa en 2002. En el año 2008, nuestra carne volvió a ser considerada de primera y Paraguay recuperó la Cuota Hilton que había perdido hacía cinco años.

El sector continuó su expansión, alcanzando niveles cercanos a los US$ 1.000 millones en 2010, hasta que en setiembre de 2011 se declaró un nuevo brote de fiebre aftosa. La Organización Mundial de Salud Animal (OIE) suspendió inmediatamente el estatus sanitario de Paraguay y Senacsa ordenó el cierre de las exportaciones de carne. Un mes después las exportaciones se reabrieron pero se habían perdido muchos mercados. Posteriormente en 2012 las ventas siguieron en aumento debido a que se pudieron concretar negocios con países menos exigentes, pero a menores precios.

Con el paso de los meses se fueron recuperando los mercados y el sector creció rápidamente. Aunque se debe aclarar aquí que el mercado de la UE continúa cerrado a casi tres años del brote.

Para el cierre de 2013 las ventas externas aumentaron un 31% con respecto a las de 2012, siendo la carne congelada el principal producto cárnico exportado pero con un gran repunte en lo que a carne enfriada se refiere. Además de crecer en cantidad, las exportaciones alcanzarían los US$ 1.052 millones, cifra superior a los US$ 912 millones de 2010, considerado récord histórico hasta entonces.

Para poder analizar mejor el comportamiento de los precios y los destinos de las exportaciones de carne es de utilidad subdividir los envíos en tres principales grupos: carne congelada, enfriada y menudencias bovinas.

Hasta el año 2002, el Paraguay exportaba en su mayoría carne refrigerada a mercados regionales, siendo Chile y Brasil los principales compradores. En aquel entonces, los precios se ubicaban en torno a los U$S 1.700 la tonelada. Con relación a los envíos de carne congelada, los principales destinos incluían Chile, Brasil, Rusia y la UE, este último con una importante participación del 20%.

Luego de los problemas sanitarios registrados a fines del 2002, se producen importantes cambios en la estructura exportadora de carne vacuna en el Paraguay. En primer lugar, comienza un periodo de recuperación de los precios, los cuales habían caído desde US$/ton 1.600 hasta poco por encima de US$/ton 1.300. Además, durante este periodo se produce una variación en la distribución del tipo de carne exportada, donde el 60% de lo exportado pasa a corresponder a carne congelada y el 40% a carne enfriada. Al mismo tiempo, la composición de los principales destinos presentó variaciones.

Con respecto a la carne congelada, a partir del 2003 gran parte de las exportaciones tuvieron como principal destino el mercado ruso, con precios en torno a los US$ 2.600 la tonelada. Para el año 2009 se apreció una mayor diversificación de mercados, con la aparición de países como Venezuela, Vietnam y Angola.

En cuanto a la carne enfriada, en el año 2003 destinaba casi en su totalidad al Brasil (debido al cierre del mercado chileno), a precios en torno a los US$/ton 3.000. A partir del 2004, Chile vuelve a demandar este tipo de carne y su participación aumenta sostenidamente, al igual que los precios, convirtiéndose en el principal destino de la carne enfriada paraguaya. Cabe destacar que Paraguay logró posicionarse como el mayor proveedor de carne enfriada del mercado chileno (alrededor del 65%).

En los cinco primeros meses del 2014, las exportaciones de carne enfriada promediaron US$/ton 5.500, con el 64% destinado al mercado chileno y 34% al brasileño. Con relación a la carne congelada, Rusia permanece como el principal comprador del producto paraguayo, representado el 60% de los envíos, precios de US$/Ton 3.800. Al mismo tiempo, destinos como Israel, Hong Kong y Bahréin han demostrado dinámicas favorables.

Oportunidades y tareas para seguir creciendo

Las perspectivas de crecimiento de la cadena de la carne son prometedoras, atendiendo que la demanda global seguirá en aumento, sobre todo de parte de los países emergentes.

Con este escenario se construyen diversas estrategias de exportación, basadas tanto en el aumento de los volúmenes, la ampliación hacia nuevos mercados y la conquista de mercados Premium. El reingreso al mercado de la Unión Europea es sumamente esperado, no solo por los precios que paga, sino porque políticamente la aceptación de la Comunidad implica un mejoramiento de la imagen para el acceso a otros mercados como los de los países orientales.

* Tareas para consolidar y expandir la cadena de la carne.

* Insistir en el cumplimiento de las reglamentaciones sanitarias, principalmente las vacunaciones periódicas.

* Intensificar los procesos de trazabilidad para el acceso a mejores mercados.

* Mejorar el acceso al crédito utilizando al propio ganado y no necesariamente a la tierra como factor securitizable.

* Explorar nuevas herramientas como la venta a futuro, como el sistema de Boi gordo en Brasil.

* Revisar los objetivos y estrategias del Plan Nacional de la Carne para adaptarlo a las nuevas condiciones productivas, industriales y de exportación.

Control

En los últimos años se ha realizado una importante adecuación de los sistemas de control sanitario a nivel país. Esto se basó en un trabajo conjunto.

AFD

La Agencia Financiera de Desarrollo inició el mejoramiento de las condiciones crediticias para el sector ganadero con su programa Procampo.

Actores

El sector financiero privado se fue incorporando al identificar las oportunidades de negocios con los actores de la cadena de la carne y se adaptó a los mismos.

Cadena

Las perspectivas de crecimiento de la cadena de la carne son prometedoras, atendiendo que la demanda global seguirá en aumento, sobre todo, en emergentes.

Verano

Existe un marcado aumento normalmente después del verano, cuando los invernadores venden sus animales. Otro periodo de oferta se da en mayo y junio.

Faena

Con las inversiones realizadas en nuevas plantas frigoríficas, la faena aumentó considerablemente, principalmente aquella destinada a exportación.

Nivel de faenamiento

El nivel de faena continuaría en aumento, acompañando el crecimiento de la producción. Se estima que al cierre de 2014 superarían los 2 millones de cabezas. Es importante mencionar que en el país existen marcadas diferencias en los niveles de faena en cuanto a la época del año.

250.000 personas

El sector cárnico ha sido siempre muy buen generador de empleos en toda su cadena. Se estima que absorbe actualmente unas 250.000 personas, es decir alrededor del 7,2% de la población económicamente activa (PEA). Aquí se incluyen productores, personal de estancia, contratistas, etc.

Con el paso de los años, el aumento sostenido de los precios, tanto a nivel local como internacional, ha ido guiando la inversión, haciendo que esta se vaya incrementando para mejorar los sistemas productivos, haciéndolos más homogéneos y rentables.

En los cinco primeros meses del 2014, las exportaciones de carne enfriada promediaron US$/ton 5.500, con el 64% destinado al mercado chileno y 34% al brasileño. Con relación a la carne congelada, Rusia permanece como el principal comprador del producto paraguayo.

El reingreso al mercado de la Unión Europea es sumamente esperado, no solo por los precios que paga, sino porque políticamente la aceptación de la Comunidad implica un mejoramiento de la imagen para el acceso a otros mercados como los de los países orientales.

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