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Según la consultora Investor Economía, en el mercado de dinero, la oferta y la demanda determinan las tasas de equilibrio. Entonces, cuando las tasas de interés están muy altas, se reduce la demanda de dinero por el simple hecho de que es menos probable que sigan subiendo. Sin embargo, cuando las tasas están bajas existe mayor preferencia por mantener efectivo porque existe la posibilidad de que en el futuro suban. Otra de las razones por las que las personas mantienen efectivo es el aumento de la economía informal, dado que en estos mercados no registrados todo lo que se comercializa es en efectivo.
Después del breve repaso de concepto de tasas de interés de modo global, se analizará el comportamiento de las tasas de interés activas y pasivas del sector financiero paraguayo. Se recuerda que al referirse a tasas activas se hace referencia al precio que pagan los demandantes de créditos a los intermediarios financieros, mientras que las tasas pasivas son las que pagan los intermediarios financieros por el dinero captado del público.
En el mercado financiero, la determinación de estas tasas de interés corre por cuenta de los bancos, lo que significa que un banco no actúa como un “tomador de precios”, es decir, tiene cierto poder de mercado en la fijación de los mismos. Y operan dentro de un mercado regulado en donde los límites son fijados por la autoridad monetaria, en este caso, el Banco Central del Paraguay.
Las tasas de interés de los bancos, por lo tanto, pueden ajustarse con cierto rezago a los cambios y de acuerdo a los riesgos que enfrenta cada entidad. El proceso de intermediación financiera consiste en recibir dinero del público vía depósitos, pagando a dichos clientes una tasa de interés (pasiva) y de inmediato volver a poner ese dinero en circulación a través de préstamos, cobrando una tasa de interés (activa), siempre mayor a la pasiva. Si no pasara eso, no habría negocio, generando lo que se conoce como diferencial de intermediación o spread.
Un factor de relevancia en el contexto de las tasas de interés de los bancos es, por lo tanto, el riesgo de crédito, y la exposición de los bancos al riesgo de las tasas de interés. Estas instituciones financieras tienen que hacer frente a la demanda no sincronizada para los préstamos y depósitos, incluso a menudo recurren al mercado de dinero para gestionar su posición de liquidez. Es decir, si al mismo tiempo que una persona hace un depósito a seis meses, y aparece otra que solicita un crédito para vivienda a 20 años, este riesgo los bancos lo cargan a las tasas de interés, junto con otros como los asociados al denominado riesgo de crédito. Para enfrentar los riesgos, se hacen proyecciones que dependen de elementos como la inflación esperada entre otros. Otro factor importante radica en incrementar la competencia en el sistema financiero bancario, y en su conjunto esto contribuye a que sea posible ampliar la gama de oportunidades de financiación y de inversión, así como también en el aumento de la innovación financiera, que ha permitido una reducción en los costos de transacción.