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En las últimas décadas, la globalización se ha caracterizado por un fuerte proceso de apertura comercial y liberalización de los mercados en el mundo. Desde el 29 de julio de 2016, la Organización Mundial de Comercio (OMC), que es la organización encargada de regular las relaciones comerciales entre los distintos países, contaba con 164 miembros, representando a la gran mayoría de los países del mundo.
En el comercio internacional existen dos tipos de prácticas comerciales y que pueden ser objeto de sanciones, estas son el “dumping” y las “subvenciones”. Los mecanismos que se aplican en Paraguay para contrarrestar dichas prácticas están establecidos en la Ley Nº 260/93 y Decreto Nº 15286/96.
Dumping
El dumping es realizado por los particulares, mientras que la subvención tiene origen en una decisión del gobierno del país exportador. Para aceptar la existencia de dumping o subvención es necesario que exista un daño o perjuicio importante a la producción nacional, una amenaza de daño considerable o un retraso sensible en la creación de una producción nacional.
Se supone que existe dumping cuando un producto se introduce en el mercado nacional a un precio inferior al valor normal de un producto similar destinado al consumo en el país de origen o de exportación, en el curso de operaciones comerciales normales. La existencia de dumping no se fundamenta en que el precio al que se importó el producto, por ejemplo, desde la Argentina o Brasil, sea bajo con relación al precio de los productos locales, sino con relación al valor normal en el país de origen. Para contrarrestarlo se pueden aplicar medidas de derechos antidumping.
Subvención o subsidio
La medida de subvención se da cuando existe una contribución financiera (subsidio) por parte de un gobierno o de un organismo público del país de exportación o de origen a favor de un sector económico o empresa de modo tal que la misma represente un beneficio a favor del productor o del exportador. Para contrarrestar las subvenciones o subsidios se pueden aplicar derechos compensatorios, pero para ello, la subvención debe ser específica para algunas empresas o ramas de producción, o sea, el beneficio debe estar limitado por la reglamentación o como resultado de su puesta en ejecución.
Cabe mencionar que otro instrumento de defensa comercial es la medida de salvaguardia aplicable a las importaciones de productos y que a diferencia de las prácticas comerciales mencionadas (dumping y subsidios), no se está en presencia de una competencia desleal.
La salvaguardia tiene por finalidad eliminar alteraciones producidas por importaciones procedentes de países que disponen de mano de obra, materias primas, etc. a costos normalmente más bajos o de países con tecnologías de punta que permite abaratar de forma drástica y súbita el costo de producción al utilizar, por ejemplo, un nuevo proceso de producción.
Caso del acero en América Latina y sus implicancias en Paraguay
El sector de acero en América Latina experimenta un deterioro progresivo, resultante de una sobre capacidad instalada de acero a nivel mundial de 751 millones de toneladas métricas, con China como responsable del 61% (460 millones de toneladas métricas). Este nivel de sobre oferta equivale a 6,8 veces el consumo de acero de América Latina. Por tanto, el contexto actual ha llevado a numerosas prácticas de comercio desleal, donde 40 de las 63 resoluciones y/o salvaguardas relacionadas con el acero, vigentes en América Latina, son contra China.
Como región, América Latina continúa aumentando sus importaciones de acero ya que su participación en el consumo sigue incrementándose. Una situación que se sigue agravando consecutivamente con productos que entran a la región a precios dumping, provenientes de países con economías que no están orientadas al libre mercado y, por tanto, subsidian la producción de acero y entregan facilidades financieras, fuera de los lineamientos aprobados por la Organización Mundial de Comercio (OMC). En 2015, China envió a la región 9,4 millones de toneladas métricas de acero.
A partir de 2015, los gobiernos de los países de la región junto con las empresas han fortalecido sus esfuerzos para mejorar las condiciones del mercado, a través de los procedimientos permitidos por la OMC. En este sentido, han establecido acciones antidumping y salvaguardias, que buscan asegurar la competitividad internacional de la industria.
La oferta regional de acero está dominada por Argentina y Brasil, que actualmente están atravesando un período de inestabilidad económica y política, aunque para este último, en menor medida.
Política comercial de EE.UU. y sus efectos en Brasil y la Argentina
En la actualidad, el mercado de acero en la región enfrenta una situación de mayor complejidad, debido a las medidas proteccionistas anunciadas por los Estados Unidos (EE.UU.). En mayo del 2018, el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó a las siderurgias brasileñas con un arancel del 25%, si no aceptaban un sistema de cuotas que limitan las exportaciones de acero y aluminio a los EE.UU.
Esta misma dinámica de negociación ocurrió con Argentina, donde el presidente Mauricio Macri aceptó el sistema de cuotas de acero y aluminio. Ante esta situación, el país tuvo que reducir un 14% su exportación de acero con relación al volumen exportado en 2017 para lograr mantenerse dentro de la cuota de 180 mil toneladas métricas.
Para analizar el caso del Brasil, es necesario tomar en cuenta el total de exportaciones de acero (acabados y semi acabados) a los EE.UU., ya que tendrá que reducirse un 12% con relación al total de 2017 a fin de quedar dentro del límite de 4,1 millones de toneladas métricas, según el Departamento de Comercio de los Estados Unidos. Esto representa una reducción del 30% del promedio de las exportaciones en los últimos tres años para el acero acabado.
En cuanto al acero semiacabado se debería mantener el promedio de las exportaciones de los últimos tres años, lo cual genera problemas a la industria y siderurgias exportadoras de acero a los Estados Unidos, ya que se ubicarían por debajo de lo volúmenes enviados en los últimos años.
Consecuencias agravantes
Las consecuencias de estas medidas son agravantes, ya que fue implementada en un contexto donde el mundo experimenta una sobreoferta de acero y un avance de prácticas proteccionistas por parte de los mercados más importantes a nivel global.
La coyuntura económica actual en la Argentina, caracterizada por una recesión económica, el diferencial cambiario y las medidas arancelarias para ingresar acero a Estados Unidos, llevan a los industriales argentinos a realizar esta práctica buscando colocar en otros mercados como Paraguay los excedentes productivos. De igual forma, la lenta recuperación de la economía brasileña y la política comercial adoptada por EE.UU. generan incentivos a la búsqueda de nuevos compradores para su producción de acero.
En efecto, la sobrecapacidad instalada en la industria mundial del acero lleva a los países a realizar prácticas no permitidas por la OMC para ganar mercados y, consecuentemente, a otros países a implementar medidas arancelarias o de contingencia para proteger su industria local.
¿Dumping en Paraguay?
Un determinado sector puede estar sometido a prácticas desleales de comercio, debido a que el volumen de importaciones de un bien se incrementó de manera considerable, ya sea en términos absolutos o si se le compara con el volumen de producción nacional, presionando, con ello, a la baja el precio local del producto y afectando de esa manera la industria doméstica.
En Paraguay son numerosos los sectores industriales que han experimentado los efectos del dumping, los cuales, curiosamente, también han estado sometidos a medidas antidumping en otros países de la región o a nivel mundial, como es el caso del pollo y el acero.
De hecho, Argentina y Brasil tuvieron una disputa legal por el ingreso de pollos brasileros en el mercado austral y en lo que concierne al acero, cabe recordar que Estados Unidos, durante 2018, tomó medidas arancelarias para soportar su sector, que involucraron acuerdos de cuotas de exportación con Brasil y Argentina.
La industria de resmas de papel también enfrentó dificultades por la actuación de una empresa de procedencia brasilera y las empresas de calzado por las importaciones chinas, país que también es ampliamente conocido por subsidiar a sus sectores económicos para abaratar sus productos internacionalmente.
Consecuencias conocidas en mercado interno
En el caso particular del Paraguay, su ubicación geográfica lo convierte en un enclave ideal para que países como Argentina y Brasil desvíen sus excedentes de producción, disminuyendo el precio por debajo del mercado internacional, con la finalidad de deshacerse del inventario que le genera costos, más que buscar beneficios financieros o capturar mercado, es decir, sólo persiguen obtener los ingresos necesarios para cubrir los costos asociados a la materia prima y producción.
Las consecuencias en el mercado doméstico son ampliamente conocidas como la caída de la producción local, la disminución de las ventas, la pérdida de la participación de mercado, la reducción en los beneficios de la empresa, así como problemas en el flujo de caja, acumulación de inventarios, la necesidad de capital adicional de los inversionistas para cubrir la operatividad de la compañía, capacidad de producción ociosa, problemas para recuperar la inversión o reducción en el retorno de ésta, entre otros efectos.
Se puede pensar que las consecuencias sólo se restringen a la empresa o sector en que se desempeña, pero esa es una simplificación ingenua del problema, porque en la medida en que disminuyen las ventas de la empresa y su producción, el gobierno recibirá menos tributos.
Impacto en las empresas
El impacto no sólo queda allí, ante el cierre de la empresa o grupo afectado, son numerosos los empleos que se pierden y, con ello, salarios que dejan de percibir las personas para cubrir sus necesidades, lo que puede conllevar a la informalización de la economía, en un país donde según la Encuesta Permanente de Hogares, al tercer trimestre de 2018, el 42% de la población ocupada es independiente, siendo sólo el 4,9% empleador, lo que genera dificultades para superar la pobreza.
Además, el Estado recibirá mayor presión de grupos sociales que requieren de su apoyo económico, lo que implica más gasto público en un contexto donde los ingresos estarían disminuyendo. Por lo cual, se esperaría un incremento en el déficit fiscal del gobierno y mayores necesidades de financiamiento.
A nivel país, si todo lo demás permanece igual, la economía podría registrar una desaceleración y una disminución en su productividad. La inversión también resultaría afectada, ya que empresas entrantes podrían considerar que el país no ofrece seguridad jurídica para realizar negocios.
Si bien los países no tienen ventajas competitivas para producir en la totalidad de los sectores económicos, es deseable que posean industrias en áreas estratégicas que garanticen la producción interna en contextos de caídas de los precios internacionales de los bienes, crisis mundiales, restricciones financieras, entre otras situaciones poco alentadoras
Impulsar políticas
Finalmente, cabe señalar que los planteamientos realizados en esta edición por la consultora MF Economía no buscan incentivar medidas proteccionistas por parte de Paraguay o impulsar políticas forzadas de sustitución de importaciones, sino dar a conocer la problemática que atraviesan algunos sectores industriales del país, los cuales son generadores de empleo y dinamizadores de la actividad económica. Debido a su preponderancia, deberían ser monitoreados activamente por las autoridades competentes buscando suavizar los efectos de la competencia desleal, últimamente muy acentuada en el país.