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En materia de penetración de las nuevas tecnologías entre los jóvenes del Mercosur, el país más rezagado es Paraguay, excepto en la tenencia de celulares, frente a Argentina, Brasil y Uruguay, que se ubican en niveles similares, según un reciente estudio sobre Indice de Desarrollo Humano (IDH) realizado por el PNUD.Nuestros jóvenes, los más rezagados en uso de tecnología
En materia de penetración de las nuevas tecnologías entre los jóvenes del Mercosur, el país más rezagado es Paraguay, excepto en la tenencia de celulares, frente a Argentina, Brasil y Uruguay, que se ubican en niveles similares, según un reciente estudio sobre Indice de Desarrollo Humano (IDH) realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Si bien hubo avances, al hacer una comparación con los países desarrollados y las naciones del sudeste asiático revela la necesidad de realizar importantes esfuerzos para lograr un acceso amplio y equitativo a las nuevas tecnologías en los países del bloque regional sudamericano. En cuanto a las trayectorias del ingreso laboral juvenil son marcadamente distintas en los cuatro países del Mercosur; en Paraguay estable desde el 2003.
En los últimos años se verifica un acelerado proceso de participación de los jóvenes en las redes virtuales a través de las cuales expanden su sociabilidad tecnológica a pesar de las brechas informacionales preexistentes. El cambio tecnológico y comunicacional transforma el mundo y, a la vez, modifica a los jóvenes. Los países del Mercosur son parte de este proceso global: entre 1990 y 2004, la cantidad de líneas telefónicas y teléfonos celulares creció más de siete veces en la región y la de usuarios de internet, más de 39 veces, según el PNUD. Los jóvenes tienen un acceso predominante y creciente a estos nuevos medios de comunicación.
Las innovaciones tecnológicas inciden en el desarrollo humano en dos sentidos: por un lado, ponen a disposición de los individuos y las comunidades nuevos medios que pueden mejorar sus condiciones de alimentación, salud y participación en la vida social. Por otro, a través de su impacto en la aceleración del crecimiento económico, contribuyen indirectamente a la expansión de las capacidades de las personas.
Las diferencias por nivel educativo son claras. Brasil registra la mayor disparidad: alrededor de 90% de los jóvenes con al menos 12 años de educación declara haber utilizado recientemente internet, porcentaje que disminuye a medida que desciende el nivel educativo. Un estudio de Sorj y Guedez constata que 61% de los habitantes de las favelas de Río de Janeiro tiene en sus domicilios al menos un teléfono móvil: la penetración en las favelas es mayor que en la región metropolitana.
Pero no solo el acceso, también el uso de internet varía de acuerdo con el nivel educativo y el país. En Brasil, los tres usos considerados en la Encuesta IDHM comunicación, educación y entretenimiento tienen un nivel de respuesta elevado, aunque comunicación y educación son más frecuentes entre los jóvenes más educados.
En Paraguay, por su parte, los usos se concentran principalmente en la comunicación. Uruguay presenta un comportamiento parecido, aunque con niveles más elevados.
En los próximos años la situación puede ir cambiando para mejorar teniendo en cuenta que la Argentina se sumó la semana pasada a la lista de países que pondrán un fuerte énfasis en la entrega de una computadora por alumno. En la región se destaca Uruguay, que es el primer país del mundo en entregar una laptop a cada estudiante de la educación escolar básica. El plan del Gobierno argentino contempla también la distribución de máquinas para docentes, la provisión de 1.200 servidores escolares y los equipos necesarios para la conexión a internet.
La iniciativa de la administración Kirchner tiene puntos en común con el Plan Ceibal que es aplicado en Uruguay y que se convirtió en el 2009 en el primer país del mundo en dotar a cada alumno de la primaria de una laptop portátil en propiedad. Se trata de las computadoras Xo, del programa One Laptop Per Child (Una computadora por niño). Gracias a este plan, más de 360.000 niños y casi 20.000 educadores tienen una laptop portátil.
En Brasil, los programas para dotar de computadoras portátiles a cada niño todavía son zonales, pero también están avanzando en diferentes grados. En Paraguay está en marcha el programa "Una computadora por niño".
Celulares
En cuanto a los celulares, en Uruguay y Argentina casi 80% de la población posee uno; en Brasil y Paraguay el porcentaje es 60%. En los cuatro países la tasa de crecimiento de usuarios de celulares es constante. Uruguay y Argentina registran incrementos más recientes, sobre todo a partir de 2002, aunque a tasas más elevadas que Brasil. En Paraguay se observa una tendencia similar a la de Brasil, ya que en ambos países la cantidad de suscritos a celulares aumentó más de 49 puntos porcentuales entre 1992 y 2006.
En desarrollo humano
El Mercosur obtuvo logros importantes en desarrollo humano con Argentina (puesto 49), Brasil 75, Uruguay 50 y Paraguay más rezagado en el lugar 101. El Indice desarrollo Humano (IDH) es un indicador agregado que refleja los logros de los países en tres dimensiones: vida larga y saludable, conocimiento y acceso a un nivel de vida decente.
Desempleo
En Argentina, Brasil y Uruguay los desempleados jóvenes representan casi 60% del total de desocupados, mientras que en Paraguay llegan a 70%.
Los jóvenes que tienen trabajo muestran altos niveles de informalidad laboral: en los cuatro países, la proporción de jóvenes que no realiza aportes a la seguridad social es superior al promedio. Sobresale el caso de Paraguay donde 92% de los jóvenes, entre 20 y 24 años, no contribuye al sistema previsional. Además, las mujeres se encuentran en una situación más desfavorable. Por otra parte, en la región, dos de cada diez jóvenes no estudian ni trabajan. Y, los jóvenes en condición de pobreza crónica representan entre 60% y 70% del total de los pobres crónicos del Mercosur. Según el estudio, en América Latina, en general, y en el Mercosur, en particular, se avanzó en la disminución de la pobreza y, en menor medida, en el plano de la equidad, aunque persisten atrasados. Se observan porcentajes de inclusión relativamente estables, una disminución de la exclusión radical y, sobre todo, incremento de la inclusión desfavorable.
Gran diferencia
El desempleo es alto entre los jóvenes. La diferencia entre la tasa de desempleo de los más jóvenes y la del total de la población en edad de trabajar es significativamente mayor en Uruguay y Argentina. Las menores diferencias se observan en Paraguay. En 2007, la desocupación entre los jóvenes de 15 a 19 años era 3,6 veces mayor a la total en Uruguay y 3,1 veces en Argentina. La disminución de la tasa de desempleo de los últimos años se ha traducido en una ampliación de la brecha, ya que la tasa de desempleo de los más jóvenes cayó más lentamente que la general. En Argentina, Brasil y Uruguay los desempleados menores de 30 años representan casi 60% del total de desempleados, mientras que en Paraguay ascienden a 70%.
Esta situación condiciona tanto la capacidad de emancipación de los jóvenes como la estabilidad de ingresos en los nuevos hogares. La fragilidad de la inserción laboral de los jóvenes se refleja en su participación en el sistema jubilatorio. La proporción de personas ocupadas que aporta al sistema aumenta con la edad, lo que indica que los jóvenes se encuentran en situación desventajosa con respecto a los adultos.
Empleos desprotegidos y precarios
Según PNUD, muchos jóvenes no tienen más opción que aceptar empleos desprotegidos y precarios. En Argentina, existe una notoria disparidad entre varones y mujeres, con una peor inserción laboral de éstas, mientras que en Paraguay los niveles de desprotección afectan a la mayoría de la población en todos los tramos etarios. Al igual que en el caso del desempleo, el acceso a la seguridad social se vincula directamente con el nivel educativo: los jóvenes más educados gozan de mayores niveles de cobertura.
Por último, las trayectorias del ingreso laboral de los jóvenes son marcadamente distintas en los cuatro países del Mercosur. Brasil registra un leve aumento de los ingresos de los jóvenes, mientras que en Argentina (Gran Buenos Aires) se advierte primero una caída y, posterior a la crisis, una importante recuperación con menores oscilaciones en el caso de Uruguay. En Paraguay (Asunción), los ingresos laborales de los jóvenes caen hasta 2003 y luego se mantienen estables. Más allá de las diferencias entre los países, los ingresos de las generaciones más jóvenes excepto en Brasil es considerablemente inferior al registrado a inicios de la década, en particular en el grupo de 15 a 19.
"En nuestro país, los niveles de desprotección afectan a la mayoría de la población en todos los tramos etarios, según revela informe reciente del PNUD."
"Las diferencias por nivel educativo son claras. Brasil registra la mayor disparidad: alrededor de 90% de sus jóvenes con al menos 12 años de educación declara haber utilizado recientemente la súper carretera de la información (internet)."
En materia de penetración de las nuevas tecnologías entre los jóvenes del Mercosur, el país más rezagado es Paraguay, excepto en la tenencia de celulares, frente a Argentina, Brasil y Uruguay, que se ubican en niveles similares, según un reciente estudio sobre Indice de Desarrollo Humano (IDH) realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Si bien hubo avances, al hacer una comparación con los países desarrollados y las naciones del sudeste asiático revela la necesidad de realizar importantes esfuerzos para lograr un acceso amplio y equitativo a las nuevas tecnologías en los países del bloque regional sudamericano. En cuanto a las trayectorias del ingreso laboral juvenil son marcadamente distintas en los cuatro países del Mercosur; en Paraguay estable desde el 2003.
En los últimos años se verifica un acelerado proceso de participación de los jóvenes en las redes virtuales a través de las cuales expanden su sociabilidad tecnológica a pesar de las brechas informacionales preexistentes. El cambio tecnológico y comunicacional transforma el mundo y, a la vez, modifica a los jóvenes. Los países del Mercosur son parte de este proceso global: entre 1990 y 2004, la cantidad de líneas telefónicas y teléfonos celulares creció más de siete veces en la región y la de usuarios de internet, más de 39 veces, según el PNUD. Los jóvenes tienen un acceso predominante y creciente a estos nuevos medios de comunicación.
Las innovaciones tecnológicas inciden en el desarrollo humano en dos sentidos: por un lado, ponen a disposición de los individuos y las comunidades nuevos medios que pueden mejorar sus condiciones de alimentación, salud y participación en la vida social. Por otro, a través de su impacto en la aceleración del crecimiento económico, contribuyen indirectamente a la expansión de las capacidades de las personas.
Las diferencias por nivel educativo son claras. Brasil registra la mayor disparidad: alrededor de 90% de los jóvenes con al menos 12 años de educación declara haber utilizado recientemente internet, porcentaje que disminuye a medida que desciende el nivel educativo. Un estudio de Sorj y Guedez constata que 61% de los habitantes de las favelas de Río de Janeiro tiene en sus domicilios al menos un teléfono móvil: la penetración en las favelas es mayor que en la región metropolitana.
Pero no solo el acceso, también el uso de internet varía de acuerdo con el nivel educativo y el país. En Brasil, los tres usos considerados en la Encuesta IDHM comunicación, educación y entretenimiento tienen un nivel de respuesta elevado, aunque comunicación y educación son más frecuentes entre los jóvenes más educados.
En Paraguay, por su parte, los usos se concentran principalmente en la comunicación. Uruguay presenta un comportamiento parecido, aunque con niveles más elevados.
En los próximos años la situación puede ir cambiando para mejorar teniendo en cuenta que la Argentina se sumó la semana pasada a la lista de países que pondrán un fuerte énfasis en la entrega de una computadora por alumno. En la región se destaca Uruguay, que es el primer país del mundo en entregar una laptop a cada estudiante de la educación escolar básica. El plan del Gobierno argentino contempla también la distribución de máquinas para docentes, la provisión de 1.200 servidores escolares y los equipos necesarios para la conexión a internet.
La iniciativa de la administración Kirchner tiene puntos en común con el Plan Ceibal que es aplicado en Uruguay y que se convirtió en el 2009 en el primer país del mundo en dotar a cada alumno de la primaria de una laptop portátil en propiedad. Se trata de las computadoras Xo, del programa One Laptop Per Child (Una computadora por niño). Gracias a este plan, más de 360.000 niños y casi 20.000 educadores tienen una laptop portátil.
En Brasil, los programas para dotar de computadoras portátiles a cada niño todavía son zonales, pero también están avanzando en diferentes grados. En Paraguay está en marcha el programa "Una computadora por niño".
Celulares
En cuanto a los celulares, en Uruguay y Argentina casi 80% de la población posee uno; en Brasil y Paraguay el porcentaje es 60%. En los cuatro países la tasa de crecimiento de usuarios de celulares es constante. Uruguay y Argentina registran incrementos más recientes, sobre todo a partir de 2002, aunque a tasas más elevadas que Brasil. En Paraguay se observa una tendencia similar a la de Brasil, ya que en ambos países la cantidad de suscritos a celulares aumentó más de 49 puntos porcentuales entre 1992 y 2006.
En desarrollo humano
El Mercosur obtuvo logros importantes en desarrollo humano con Argentina (puesto 49), Brasil 75, Uruguay 50 y Paraguay más rezagado en el lugar 101. El Indice desarrollo Humano (IDH) es un indicador agregado que refleja los logros de los países en tres dimensiones: vida larga y saludable, conocimiento y acceso a un nivel de vida decente.
Desempleo
En Argentina, Brasil y Uruguay los desempleados jóvenes representan casi 60% del total de desocupados, mientras que en Paraguay llegan a 70%.
Los jóvenes que tienen trabajo muestran altos niveles de informalidad laboral: en los cuatro países, la proporción de jóvenes que no realiza aportes a la seguridad social es superior al promedio. Sobresale el caso de Paraguay donde 92% de los jóvenes, entre 20 y 24 años, no contribuye al sistema previsional. Además, las mujeres se encuentran en una situación más desfavorable. Por otra parte, en la región, dos de cada diez jóvenes no estudian ni trabajan. Y, los jóvenes en condición de pobreza crónica representan entre 60% y 70% del total de los pobres crónicos del Mercosur. Según el estudio, en América Latina, en general, y en el Mercosur, en particular, se avanzó en la disminución de la pobreza y, en menor medida, en el plano de la equidad, aunque persisten atrasados. Se observan porcentajes de inclusión relativamente estables, una disminución de la exclusión radical y, sobre todo, incremento de la inclusión desfavorable.
Gran diferencia
El desempleo es alto entre los jóvenes. La diferencia entre la tasa de desempleo de los más jóvenes y la del total de la población en edad de trabajar es significativamente mayor en Uruguay y Argentina. Las menores diferencias se observan en Paraguay. En 2007, la desocupación entre los jóvenes de 15 a 19 años era 3,6 veces mayor a la total en Uruguay y 3,1 veces en Argentina. La disminución de la tasa de desempleo de los últimos años se ha traducido en una ampliación de la brecha, ya que la tasa de desempleo de los más jóvenes cayó más lentamente que la general. En Argentina, Brasil y Uruguay los desempleados menores de 30 años representan casi 60% del total de desempleados, mientras que en Paraguay ascienden a 70%.
Esta situación condiciona tanto la capacidad de emancipación de los jóvenes como la estabilidad de ingresos en los nuevos hogares. La fragilidad de la inserción laboral de los jóvenes se refleja en su participación en el sistema jubilatorio. La proporción de personas ocupadas que aporta al sistema aumenta con la edad, lo que indica que los jóvenes se encuentran en situación desventajosa con respecto a los adultos.
Empleos desprotegidos y precarios
Según PNUD, muchos jóvenes no tienen más opción que aceptar empleos desprotegidos y precarios. En Argentina, existe una notoria disparidad entre varones y mujeres, con una peor inserción laboral de éstas, mientras que en Paraguay los niveles de desprotección afectan a la mayoría de la población en todos los tramos etarios. Al igual que en el caso del desempleo, el acceso a la seguridad social se vincula directamente con el nivel educativo: los jóvenes más educados gozan de mayores niveles de cobertura.
Por último, las trayectorias del ingreso laboral de los jóvenes son marcadamente distintas en los cuatro países del Mercosur. Brasil registra un leve aumento de los ingresos de los jóvenes, mientras que en Argentina (Gran Buenos Aires) se advierte primero una caída y, posterior a la crisis, una importante recuperación con menores oscilaciones en el caso de Uruguay. En Paraguay (Asunción), los ingresos laborales de los jóvenes caen hasta 2003 y luego se mantienen estables. Más allá de las diferencias entre los países, los ingresos de las generaciones más jóvenes excepto en Brasil es considerablemente inferior al registrado a inicios de la década, en particular en el grupo de 15 a 19.
"En nuestro país, los niveles de desprotección afectan a la mayoría de la población en todos los tramos etarios, según revela informe reciente del PNUD."
"Las diferencias por nivel educativo son claras. Brasil registra la mayor disparidad: alrededor de 90% de sus jóvenes con al menos 12 años de educación declara haber utilizado recientemente la súper carretera de la información (internet)."