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El PGN es la expresión financiera del plan de trabajo anual de los organismos y entidades del Estado. En él se establecen la cantidad y el origen de los ingresos, se determinan el monto de los gastos autorizados y los mecanismos de financiamiento.
Por la relevancia del mismo, el presupuesto es preparado y diseñado por el Ministerio de Hacienda, que luego es analizado por el Congreso. Finalmente, desde el Congreso se envía al Poder Ejecutivo para su promulgación final.
La elaboración del PGN se inicia en cada uno de los organismos del Estado (ministerios, gobiernos departamentales, empresas públicas, etc.), mediante la presentación al Ministerio de Hacienda de sus proyectos de presupuesto, basados en los lineamentos y montos globales establecidos por el Poder Ejecutivo, y en las necesidades de inversión detectadas por cada institución.
El Ministerio de Hacienda analiza y realiza ajustes y recortes que se consideren adecuados. Posteriormente es presentado por el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional, a más tardar el primero de setiembre de cada año, para su estudio por la Comisión Bicameral de Presupuesto. Es aprobado en el Congreso y se sanciona la Ley de Presupuesto para el siguiente ejercicio fiscal. El proceso finaliza cuando el Ejecutivo promulga la Ley del Presupuesto General de la Nación.
En el presente año la discusión y el tratamiento del presupuesto coincidieron con las iniciativas de modificación de la Constitución Nacional tendientes a permitir la reelección presidencial. En este contexto, el Presupuesto General de la Nación ha sido analizado en el marco de las disputas políticas, siendo afectado por los diferentes intereses políticos en juego. No debe olvidarse que la discusión sobre el presupuesto es exclusivamente técnica, aunque también puede ser considerada política, al menos desde la perspectiva de las iniciativas, planes, proyectos, obras e inversiones que el Gobierno planea realizar. Actualmente el análisis del Presupuesto General de la Nación ha recibido influencias ajenas a los criterios técnicos y económicos, cuyos efectos podrían afectar negativamente al desempeño económico del año próximo.
Si se aprueba el presupuesto que fue modificado por la Cámara de Senadores, se corre el serio riesgo de provocar dificultades, al generar condiciones poco propicias para el crecimiento equilibrado de la economía. En resumen, el Gobierno dispondrá de menores recursos para las obras públicas que el país requiere de forma urgente, que además generan empleo de baja calificación. Otro efecto no deseado sería el creciente déficit fiscal, por encima del límite establecido por la Ley de Responsabilidad Fiscal. Finalmente, las restricciones al Banco Central del Paraguay para la ejecución de la política monetaria podrían tener efectos negativos en el desempeño económico del próximo año.