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El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) tiene como propuesta el Desarrollo Humano (DH), que es el ensanchamiento de capacidades y opciones que tienen las personas, ya que resulta en la expansión de sus libertades.
Este desarrollo se mide a través del IDH y el índice se compone de tres dimensiones con cuatro indicadores que son salud (esperanza de vida al nacer), educación (años promedio de instrucción y años de instrucción esperados) y estándar de vida (ingreso nacional bruto per cápita, con una estandarización mundial denominada paridad de poder adquisitivo o PPA). Para el IDH se tiene comparabilidad entre 189 países y territorios, y, en este caso, un rango de 189 lugares, desde el mayor o mejor o N° 1, hasta el menor o peor o N° 189.
También se cuenta con otros tres índices como ser el Índice de Desarrollo de Género (IDHxG) que mide la brecha entre hombres y mujeres en los logros del IDH para 164 países; el Índice de Desarrollo Humano ajustado por Desigualdad (IDHxD) que calcula, para 151 países, la desigualdad entre los logros alcanzados en salud, educación y nivel de vida (ingresos); y finalmente, se halla el Índice de Desigualdad de Género (IDG), que mide la desigualdad de empoderamiento entre hombres y mujeres para 160 países.
Los resultados del IDH oscilan entre 0 o ningún DH y 1 o DH óptimo. Cuanto más cerca de 1, mejor o mayor DH. Lo mismo cuenta para el IDHxG y el IDHxD, mientras que es lo opuesto para el IDG. En este caso, cuanto más cerca del 0 se encuentra es mayor la paridad o mejor la condición o situación de igualdad o equidad entre hombres y mujeres.
Nuestro país cuenta con 0,702 de IDH y con el puesto 110 entre 189 países y territorios, lo que lo ubica en el grupo de DH alto. Paraguay tiene un grupo arriba, el DH muy alto, y se hallan debajo el DH medio y el DH bajo.
Sin embargo, esta cifra (0,702) presenta diferencias en los otros índices. Al considerar la relación de hombres y mujeres en el IDH, Paraguay mejora sensiblemente su medición, pero se reduce sustantivamente al incluir la desigualdad en general (IDHxD), así como la desigualdad de género en particular (IDG).
IDH por género, favorable
El IDHxG utiliza los mismos indicadores del IDH, pero mientras que este utiliza datos para ambos sexos, aquel lo hace para hombres y mujeres por separado. Paraguay, de tener 0,702 en IDH, logra un elevado 0,972 IDHxG, que es prácticamente la cifra promedio de América Latina y el Caribe (0,977), y logra inclusive un desempeño superior al promedio de Alto DH (0,957); la cifra es, sin embargo, inferior al logro de Argentina y Brasil. La gran diferencia se encuentra en los ingresos medidos por el Producto Interno Bruto per cápita femenino (PIBpc-F) y masculino (PIBpc-M); esta asimetría es también la más relevante entre todos los países comparados.
Por otro lado, la situación ventajosa de Paraguay en el DH se da especialmente en el IDHxG, sin embargo, se reduce significativamente al considerar las desigualdades. Mediante el IDHxD se “ajustan” los logros en DH (en sus cuatro indicadores) con relación a la desigualdad en el acceso a los mismos entre 151 países. Esta medición resulta en una disminución sustantiva del logro: de 0,702 en IDH baja a 0,522 en IDHxD. Esto es una pérdida importante de DH del 25,5%, pues se encuentra alejada de la pérdida del promedio de Alto DH que es 16,0% y es casi la misma pérdida de los países con DH medio (25,2%). En este caso, Paraguay nuevamente se encuentra detrás de Brasil y lejos de Argentina y, también, la desigualdad en los ingresos es el factor principal para la pérdida de DH. Es la mayor (39,5%) entre los países comparados.
A su vez, en el Índice de Desigualdad de Género (IDG) se cuantifica la desigualdad de género según las dimensiones de salud (para mujeres: Tasa de Mortalidad Materna o TMM, y Tasa de Fecundidad Adolescente o TFA), empoderamiento (por educación y representación parlamentaria para hombres y mujeres) y mercado de trabajo (tasas de participación o actividad económica para mujeres o TAE-F y hombres o TAE-M).
En este caso, Paraguay con un IDH del 0,702 entre 189 países, baja a 0,467 entre 160 países. En esta medición, cuanto menor es la cifra más cercana está a la igualdad, o tanto menor, mejor. Esta cifra de 0,467 coloca a Paraguay en el último lugar (113) considerando a los países limítrofes. Además de los indicadores exclusivamente de mujeres, también son importantes los educativos y especialmente los de participación económica. Efectivamente, los hombres cuentan con una tasa de actividad económica mayor entre 40% y 55% en comparación a las mujeres.
Desafíos pendientes
El lDH entre hombres y mujeres o por género (IDHxG) muestra un elevado avance. Se debería a la paridad demográfica entre hombres y mujeres, y la relativa paridad de logros en esos indicadores.
Los desafíos mayores se encuentran en las desigualdades, como lo indican los índices IDHxD e IDG.
Reducir las desigualdades en general requiere disminuir las desigualdades de género; de esta manera, acortar las brechas entre hombres y mujeres se transforma en requisito de la reducción de las desigualdades en general.
Son necesarias, además, políticas de Estado de mayor productividad para la dinamización económica; de inclusión para que “nadie quede atrás” y para no discriminar; y de resiliencia para recuperarse sin daños ni grandes ni irreparables.
Otro eje imprescindible es la búsqueda de una gobernanza efectiva como factor transversal.