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El trabajo corresponde a la economista paraguaya Soledad Elizabeth Martínez Aquino y le sirvió para graduarse en el Instituto Latino-Americano de Economía de la Universidad Federal de Integracao Latino-Americana (Unila) de Foz de Yguazú (Brasil).
Conforme a los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) 2014, la población paraguaya considerada en situación de pobreza representa 22,6% del total de habitantes del país, lo que significa que alrededor de un millón quinientos mil personas viven en hogares cuyos ingresos son inferiores al costo de una canasta básica de consumo.
Al hacer una comparación, el Índice de Gini a nivel país se situaba en el año 2010 en 0,5575 mientras que en el 2013 fue de 0,4894. Esta variación se lee como una mejora en la calidad de vida de las personas, disminuyendo de esta forma las desigualdades y dando mayor oportunidad de bienestar. Los encuestados para este trabajo en el asentamiento “Justo Villanueva” y el centro de Yryvucuá, se muestran conformes con el programa. Empero, lamentaron ciertas dificultades encontradas que no van más allá de las irregularidades mismas de la asistencia ejecutada como proyecto piloto.
Ante las respuestas de los beneficiarios, la economista sostiene que la TMC requiere de un monitoreo continuo, apoyo en mecanismos eficientes que permitan concienciar a la población de las necesidades emergentes como también sería relevante articular la tarea con más instituciones. Observa que, con los cuestionamientos acopiados durante el trabajo, el esfuerzo de reducir la pobreza en el Paraguay representa un desafío constante en varios planes y programas que están siendo ejecutados. Aboga por el fortalecimiento continuo de las políticas públicas en la lucha contra la pobreza.
El estudio realizado de tipo cualitativo en el distrito de Yryvucuá, mediante una revisión bibliográfica sobre las características del mencionado programa social que lleva adelante la Secretaría de Acción Social (SAS), fue posible elaborar un formulario con la cobertura de tres asentamientos: “Justo Villanueva”, “2 de Mayo” y “Nuevo Horizonte”. Según Osvaldo Cardozo que forma parte de la oficina de Tekoporã en el distrito, “Comenzó con 250 personas beneficiadas en el 2005, luego en el año 2014 aumentó a 1.200 beneficiarios mientras que actualmente cuenta con 1.400 personas con un ingreso mensual de G. 560.000.000 en todo el distrito estudiado. La investigadora notó también que los grupos beneficiarios cuentan con una estructura formada como la designación de un presidente vecinal, guía familiar y una madre líder.
Finalmente, insistió en la necesidad de fortalecer las políticas públicas de tal forma que las instituciones responsables de llevar adelante los programas sociales tengan las condiciones necesarias y suficientes para certificar la educación, salud y la alimentación. Es decir, se debe tener especial cuidado para que los beneficiarios del programa de TMC no dependan exclusiva e indefinidamente de este subsidio que están recibiendo porque, ante cualquier impacto económico presente o proyecciones que muestran complicaciones económicas futuras, afectarían a la sociedad ya que el programa da una respuesta ante una situación vulnerable, concluyó.