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Jubilarse en Itaipú significa jubilarse con tu salario actual, a ser pagado mensual y religiosamente por la caja de jubilaciones de Itaipú. Jubilarse en Itaipú también significa hacerlo en IPS. Asimismo, recibes indemnizaciones correspondientes a los años de servicios. Y creo que todo esto es merecido por los buenos trabajadores que, aparte de pasar toda una vida en la empresa, han defendido de alguna manera los intereses paraguayos. Muy pocos, sin embargo, han sabido enfrentar las innumerables persecuciones por su idealismo y patriotismo en esta binacional, así como en Yacyretá.
Lo importante en este caso fue el reconocimiento y el acto de homenaje al compañero. En la EBY no solo no te hacen homenaje al jubilarte sino que ni las “muchas gracias” te dan, como si no bastara que te jubilen de oficio; y si es que no la aceptas, te jubilas solamente por IPS, por la inexistencia de una caja de jubilaciones. Este beneficio nunca hemos tenido merced a unos cuantos directores vendepatrias que, apañados por unos cuantos “sindica-listos”, no han tenido en cuenta los intereses sociales, sino los particulares.
Ni siquiera contrato colectivo
En Yacyretá, en cuarenta años, ni siquiera hemos obtenido la firma de un contrato colectivo de condiciones de trabajo establecido en la ley. Al jubilarte, no te pagan ni siquiera las indemnizaciones por tiempo de servicios, llegando al colmo de establecer en el Reglamento del Personal que las liquidaciones de los haberes de los que se jubilan se harán como si los mismos hubieran renunciado (Art.7.1.8). Esperar un homenaje, entonces, es un sueño.
Pero volvamos al acto en Itaipú, nos encontramos alrededor de cien personas; viejos compañeros, paraguayos y brasileños. Nos recordamos de los 375 escalones de hormigón que teníamos que subir y bajar varias veces al día para realizar nuestras tareas porque no existían aún los ascensores de hoy día.
También recordamos que a veces jugábamos hasta quién llegaba primero a destino y que fuimos pioneros en el uso de pasamontañas, que en esa época se vendían libremente en las casillas de la entonces ciudad Pdte. Stroessner, por el tremendo frío que hacía a orillas del Paraná. El calor húmedo en el verano también hacía de las suyas. Nos prohibía hablar a partir de las 5 de la tarde, so pena de llenarnos la boca con los detestables mbarigui.
Cuarenta años después
Cuarenta años después me cupo participar de este acto de justicia en la propia usina, lado brasileño, donde estuvieron el Ing. Vianna, en representación del lado brasileño y el Ing. Abbut, en representación del lado paraguayo.
Aparte de los discursos de reconocimiento y regalos como ser un pedazo de Itaipú, o sea la piedra que canta, este paraguayo de valía en su agradecimiento manifestó a todos los connacionales presentes que no se olviden de defender la tricolor bandera, así como los brasileños defienden la verdeamarela. Escuché atentamente y aunque algunos me dijeron que pronuncie algunas palabras en nombre del sindicalismo paraguayo, confieso que no me animé. ¿Qué podría decir ante tamaño compañero y tamaña lucha? Existen argumentos que merecen el respeto de un silencio. Además, uno se pone viejo y se vuelve sentimental. Solo atiné a mirar a otro lado y disimular algunas emociones que, muy pocas veces, descienden por las mejillas.
SALUD, AMIGO DE LUCHAS BLAS FERNANDO CAÑETE!!!
Gracias
En la EBY no solo no te hacen homenaje al jubilarte sino que ni las “muchas gracias” te dan. Si es que no la aceptas, te jubilas solamente por IPS.
(*) Ex secretario general SINATRAY-YACYRETA y ex secretario general STICCAPFlorentín Gómez Del Puerto (*)