Hacia la bonanza o miseria vitalicia

El jueves 16 de marzo de este año se encontraron en Asunción los presidentes Mauricio Macri de la Argentina y Horacio Cartes, de nuestro país Paraguay. Es bueno tener buenas relaciones con los vecinos pero, por lo que ya sufrimos en Yacyretá, este encuentro está cargado de expectativas pesimistas. Es que hace tres años que se debía dar esta reunión para tratar los temas que abordaron recién ahora. Si manejamos con la misma negligencia en Itaipú, rumbo al 2023, nuestro perjuicio será tremendo.

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¿Por qué tanta gente habla de este año impar? Ni el 1811, año de nuestra independencia, ha sido tan famoso, especialmente durante la última década. Es bueno que el lector sepa que en ese año la Itaipú binacional cumplirá 50 años desde la firma y entrada en vigencia del Tratado en 1973. Por lo tanto, podrá revisar su Anexo C, es decir, las bases financieras y las de prestación de servicios de electricidad de la Itaipú.

¿Qué significa eso? Para los optimistas, una gran oportunidad para desechar las inequidades del Tratado, para los pesimistas, “algo muy difícil de conseguir de un país grande y poderoso”. Felizmente esta muletilla temerosa solo lo escuchamos en funcionarios claudicantes. Son los legionarios modernos que, así como en la guerra grande y después de ella, conformaron ambos partidos. Lastimosamente, los entreguistas están en los partidos mayoritarios del Paraguay.

Si en diciembre de 2016 Itaipú ha llegado a su récord de producción, 103 millones de GWh, también batió otro récord, el de la claudicación. Efectivamente, en diciembre de 2016, también según datos oficiales, la producción total, desde 1984 hasta 2016, ha sido 2.281.239.240 GWh. De este gran número, que asusta a cualquiera, que incluye la producción de las 10 máquinas de 50 Hertz, es decir, las paraguayas, Brasil ha llevado 2.117.553.706 GWh. Esto equivale al 93 % de la energía retirada hasta diciembre del 2016. Paraguay retiró apenas 163.685.534 GWh, que corresponde al 7%, hasta la misma fecha.

¿Qué pasó en estos 44 años de Tratado y 34 años de generación para que ocurra tan semejante desproporción? Pues hemos bastardeado nuestra diplomacia, hemos claudicado en la defensa de nuestros derechos y hemos hipotecado nuestra administración.

La margen paraguaya no ha sido capaz de usar su parte y esto se debe a dos motivos bien identificados: la corrupción y la inutilidad. ¿A quién vamos a culpar el hecho de que nuestro Sistema Interconectado Nacional (SIN) esté en decadencia? ¿O a quién culparemos de que integren nuestro directorio y nuestro consejo con r papanatas y energúmenos? 

En toda relación comercial, o en todo negocio, las partes llevan lo que se han comprometido en el contrato. Este documento, al cual llamamos Tratado por haberse firmado entre dos países, contempla la distribución del producto del potencial hidráulico del río Paraná, en partes iguales (Art XIII). En otras palabras, todo lo obtenido en la más poderosa hidroeléctrica del mundo, debe ser dividida en dos. ¿Qué ha retirado el Paraguay en 33 años de generación? Reiteramos, el 7%.

El “tarifazo”, seguimos con  nuestra pusilanimidad

El tarifazo que la ANDE prepara ¡y ojalá no salga! Es una gran injusticia social. Mientras regalamos al Brasil nuestra energía limpia y segura, reventamos a nuestra población con una energía cara, inestable, insegura y hasta nociva. ¿Cuánto le ha perjudicado la ANDE a Ud., Sr. lector? 

A esta altura, muchos de nosotros ya estamos convencidos deque el presidente está rodeado de indolentes y flojos, especialmente en el sector energético. Si nuestra torpeza diplomática nos hizo perder miles de millones de dólares en las binacionales, nuestra inutilidad administrativa nos hizo desperdiciar un promedio de 200 millones US$/año en la ANDE. Es mucho dinero para un país que lucha por salir de la pobreza.

Lo peor de todo es que perdemos en todos los frentes ante nuestro socio. Nos ganan en el precio, en la oportunidad de negocios al no poder vender nuestros excedentes a terceros. Perdemos en la esclusa de navegación no construida y hasta en la menor cantidad de funcionarios contratados.

Robin Hood guaireño 

¿Usted sabía, amable lector, que hoy la Itaipú tiene un promedio de 1.650 empleados, 200 menos que lo acordado, es decir 1.850 para la margen paraguaya y 1.450 para la margen brasileña. ¿A cambio de qué el Dr. Spalding ha cedido esta fuente de trabajos de los paraguayos? 

Sin ánimo de ofender al guaireño Ortiz Guerrero, a Félix Pérez Cardozo, a Indalecio Cardozo y otros grandes hombres nacidos en esta pujante y trabajadora tierra, parece que los consejeros de Itaipú son de ese mundo “al revés”, que jocosa y cariñosamente endilgan al Guairá. ¿Por qué los administradores energéticos de la república sacan dinero a los pobres y lo regalan a un rico? Paraguay está entre los más indigentes de Latinoamérica, junto con Haití, y nos damos el lujo de regalar dinero a la sexta economía mundial.

Una propuesta para no  aumentar la tarifa al pueblo

La propia ANDE ha admitido que facturó en el 2016: 10.415 GWh, mientras que la sumatoria de lo retirado en Itaipú, Yacyretá y Acaray fue de 14.830 GWh, quiere decir que hubo una pérdida de 4.415 GWh debido al robo y a las pérdidas técnicas. ¿Cuántos millones equivale eso? Multipliquemos esa cantidad de energía por las tarifas actuales de la ANDE para la industria, el comercio y el domiciliar y tendremos la multimillonaria negligencia culposa.

Si consideramos además que solo contratamos el 50% de “energía garantizada” a US$ 44 el MWh; y 50% de “excedente”, a US$ 6 l MWh. Esto ha representado el 85 % de toda la energía eléctrica consumida en Paraguay. Este promedio nos da uno ponderado de US$ 30 el MWh ¿Cómo puede perder la ANDE con estos valores? Solo hay una explicación: inutilidad y corrupción. Corrijamos estas deficiencias primero y luego ajustemos nuestras tarifas internas.

Los ingenieros de la ANDE deben hablar claro y alto, porque el Sitrande, Sindicato de trabajadores, se ha bajado los pantalones hace tiempo.

(*) Exsecretario general del Sticcap, jubilado de Itaipú.

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