Generar ingresos de la tradición: la oportunidad de las hierbas medicinales

El de las hierbas medicinales es un sector productivo con enormes potencialidades comerciales, con efectos sociales y económicos deseables desde una perspectiva de cadena de valor que permitiría inclusive llegar a nuevos mercados y a la vez diversificar la oferta exportadora del país. Sin embargo, la lista de tareas específicas y avances sectoriales solo permiten estimar un lento incremento de la producción y, por ende, de la exportación. Los diversos eslabones no solo deben fortalecerse, sino también articularse mejor para lograr responder a la demanda sostenida de este tipo de productos.

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En este breve análisis se resumen los aspectos principales que actualmente caracterizan a los sistemas productivos de las hierbas medicinales y aromáticas. Se señalan también las debilidades, fortalezas y oportunidades de esta cadena de valor.

Características de la oferta

La producción de las diversas hierbas medicinales y aromáticas estuvo durante varias décadas marcada por un círculo infernal conformado por productores, en la mayoría de los casos meros recolectores de hierbas, con escasos conocimientos de las técnicas de producción y de las de procesamiento, en este caso el secado.

Como resultado, los productos ofertados no son siempre de buena calidad y, por lo tanto, no disponen de mejores precios. Además, la demanda, es decir, el público consumidor nacional, tampoco ha sido muy exigente y se conforma con los bajos niveles de calidad de las hierbas medicinales, pues esto supone, casi siempre, de precios más bajos.

Se estima que el tamaño del negocio de las hierbas medicinales y aromáticas es de alrededor 95 millones de dólares al año, donde el mercado interno concentra la mayor parte del mismo. La estadística oficial ni la del sector privado permiten disponer de una imagen actualizada del tamaño del negocio, de la producción ni de la comercialización en el mercado interno.

De esta forma, la producción artesanal ha sido realizada fundamentalmente por agricultores familiares, esto es descapitalizados, sin suficientes conocimientos técnicos y escasa valoración de la calidad.

Área de cultivo

Una de las características principales y al mismo tiempo un factor limitante de preponderancia, es el tamaño de los cultivos, que se restringe muchas veces a menos de una hectárea por familia. Solo aquellos productores que lograron vincularse de forma sostenida a algún comprador o acopiador pudieron realizar inversiones para extender un poco más la superficie cultivada.

El incremento del número de familias que cultiven estos rubros puede ser además una de las estrategias para aumentar los volúmenes de producción.

A diferencia de los demás cultivos de la agricultura familiar, la participación de la mujer y de los hijos niños y jóvenes es alta, debido a que en la gran mayoría de los casos las hierbas se cultivan en las huertas, que se sitúan en proximidades de las viviendas. Este detalle es crucial para elaborar estrategias de expansión, debido a que los sistemas productivos de hierbas no se verían tan afectados por la pérdida de mano de obra de los hogares campesinos por migración.

En la mayoría de los productos, los agricultores deben además de cultivar y cosechar, realizar el proceso de secado, es decir, reducir la humedad, pero conservando las propiedades más apreciadas, como el aroma y el color.

La calidad de la producción es muy heterogénea debido a que el acopiador/comprador se surte de materia prima de diferentes proveedores. Mientras algunos sí logran secar correctamente otros no, comprometiendo todo el volumen colectado, reduciendo la calidad e impactando finalmente en los precios.

La estadística disponible sobre la oferta productiva es muy limitada. El Censo Agropecuario del año 2008 solo relevó los cultivos y la producción de stevia y de menta.

Stevia, demanda mundial

El caso de la stevia merece un análisis particular, ya que existe una demanda mundial creciente, con precios atractivos, pero no lo suficientes para lograr incrementar la producción.

Durante la última década se han instalado varias industrias que procesan la stevia, aunque simultáneamente el cultivo de esta hierba ha ido decreciendo. Pareciera que el negocio solo se sitúa en algunos eslabones de la cadena, específicamente en la industria, mientras que los productores no han logrado incorporar las técnicas ni prácticas necesarias para que se convierta en un rubro atractivo para los mismos.

Tampoco puede soslayarse que las labores requeridas para el cultivo de stevia son particularmente especiales, en cuanto a riego y cosecha, exigiendo destreza, cuidado y pulcritud en esta última etapa. Al igual que las demás hierbas, el proceso de secado debe realizarse de forma adecuada para evitar una deshidratación homogénea y libre de impurezas.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) indica que en 2015 existían poco más de 2.300 hectáreas cultivadas, siendo los departamentos de San Pedro e Itapúa los de mayor relevancia.

En cuanto al cultivo de menta, el otro rubro que cuenta con estadística, solo dispone de apenas 600 hectáreas en todo el país, una cantidad irrisoria para la demanda interna como externa. Aunque no existen datos del cultivo del cedrón, se estima que existiría una superficie cultivada superior a la de la menta, atendiendo los volúmenes exportados de este rubro.

50 especies diferentes

Más allá de la superficie cultivada o recolectada, que es pequeña comparada con las oportunidades que ofrecen los distintos mercados, la fortaleza de la oferta paraguaya se encuentra en la diversidad de productos. En efecto, en el país se producen y colectan más de 50 especies de hierbas diferentes.

Existen alrededor de 30 empresas que compran las hierbas de los productores para envasarlas y comercializarlas en el mercado interno. Gracias a estas se facilita el acceso a los centros comerciales, a la industria y a la exportación.

Características de la demanda

La mayor demanda de hierbas proviene del mercado interno, atendiendo la cultura de consumo de las mismas con las dos infusiones tradicionales del país.

Una buena parte de la demanda se concentra así en los mercados populares de las ciudades más importantes del país, mientras que las hierbas envasadas se encuentran en los supermercados bajo marcas específicas.

Las yerbateras que elaboran productos con agregados de hierbas representan una demanda significativa en algunos productos como la menta y el burrito, que sirven para saborizar la yerba. Debido a la dificultad de contar con hierbas en los distintos periodos del año no son pocas las yerbateras que recurren a esencias.

30 países compradores

En relación al mercado internacional, más de 30 países compran hierbas y productos derivados de estas de Paraguay. Los principales mercados son Alemania, España y China, seguido de Francia, Holanda y Argentina, etc.

La principal dificultad que se plantea en la demanda es la escala de los pedidos, ya que los volúmenes exigidos que Paraguay no puede cumplir debido a la escasa producción. En el caso de Europa, donde una parte de las hierbas son materia prima para elaboración de productos farmacéuticos, se requieren de cantidades y compromisos de comercialización, que aunque favorables no se pueden cumplir.

Uno de los mayores déficits para satisfacer la demanda es la concentración casi exclusiva en la producción y exportación de materia prima, que luego es fraccionada y envasada en el exterior, con lo cual se diluye la marca país y se escapa la posibilidad de generar mayor valor agregado en la cadena.

Desafíos múltiples

Expandir e intensificar el negocio de hierbas medicinales y aromáticas precisará de un conjunto de acciones tendientes a incrementar la producción, mejorar la calidad e industrializar las hierbas.

En cuanto a la necesidad de producir más se requerirá de nuevos formatos de producción, quizás esta vez ya empresarial y no solamente campesina, de forma a asegurar mayores volúmenes de producción. Por el lado de las empresas, las oportunidades de exportar productos terminados (té en saquitos, esencias o en polvo) permitirán incrementar los ingresos.

Los desafíos institucionales son en primer lugar los formales y burocráticos. Al tratarse de nuevos productos, los códigos aduaneros deben incorporar en las respectivas partidas arancelarias a cada una de las especies.

En cuanto a la promoción, la presencia del sector en las ferias internacionales debe ser una constante, aunque muchas veces no se acompaña de nuevos contratos debido a la limitante productiva.

Por su parte, la universidad y los centros de investigación tendrían que optimizar la investigación agronómica, nutricional y de marketing, de forma a producir más, mejor y sobre todo orientada a los nichos de mercados que paguen mejor. En el sector de la medicina, aún faltan estudios que revelen el valor de los fitofármacos.

Por último, mejorar la estadística de productores, acopiadores, industriales, brókers brindará reglas de juego más claras, predecibles y estimulantes, que terminen por fortalecer este sector productivo.

Se estima que el tamaño del negocio de las hierbas medicinales y aromáticas es de unos US$ 95 millones por año, donde el mercado interno concentra la mayor parte. Pero ni estadísticas oficiales ni privadas permiten acceder a datos más actualizados sobre el tamaño del negocio, de la producción y comercialización.

A diferencia de los demás cultivos de la agricultura familiar, la participación de la mujer y de hijos niños y jóvenes es alta, debido a que en la gran mayoría de los casos las hierbas se cultivan en las huertas que se sitúan en la proximidad de las viviendas.

La universidad y centros de investigación tendrían que optimizar la investigación agronómica, nutricional y de marketing, de forma a producir más, mejor y sobre todo orientada a nichos de mercados que paguen mejor. En el sector de la medicina, aún faltan estudios que revelen el valor de los fitofármacos.

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