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En Yacyretá son conocidas las obras del Plan de Terminación de Yacyretá (PTY), que incluyen la reubicación de la zona inundada, las avenidas costaneras, el sambódromo y otras de mayor relevancia social.
Todas estas inversiones son incluidas dentro del moderno esquema de responsabilidad social de las empresas. Hasta aquí todo bien. Lo criticable es el manejo de estos fondos, pues no tiene el control del poder político del Congreso, a través del Presupuesto General de Gastos de la Nación; de ahí es que se preste para financiar campañas políticas, hecho que ningún presidente, hasta la fecha, osó modificar, sea este de izquierda, de centro o derecha. Todos aprovecharon políticamente estos subproductos energéticos. A nuestros socios les importa un rábano lo que hagamos con estas “migajas”, mientras ellos lleven el 90 a 95% de la energía, infinitamente de mayor relevancia para el desarrollo.
Muchos de estos “gastos sociales”, si lo analizamos desde el punto de vista económico, lo encontraremos deficitario. Me explico, el Punto de Equilibrio (PE) usado comúnmente en las empresas para determinar la posible rentabilidad de vender un determinado producto es el punto en el que los ingresos se igualan a los costos asociados con la venta de dicho producto o servicio (IT=CT). Si por el contrario, se encuentra por debajo del PE, tendrá pérdidas, como es el caso de la Fundación Tesãi, siempre trabajando deficitariamente; esta tiene una explicación simple, la corrupción.
Por citar algunos aportes de Itaipú a la Fundación Tesãi, previa Resolución del Directorio Ejecutivo (RDE): del 2008 al 2013 los aportes se hicieron a través de las RDE’s: 105/08; 046/08; 021/08; 003/08; 254/08; 202/08; 238/08; 278/09; 289/10; 314/10; 315/10; 227/12; 358/12; 374/12; 148/13; 259/13; 260/13; 312/13; 313/13, los que suman aproximadamente US$ 136.100.917.
Así mismo, entre 2003 a 2008 la Itaipú Binacional también cumplió sus compromisos contractuales con valores similares; no obstante, la administración Mateo Balmelli recurrió a instancias judiciales sobre un monto de 280.000 millones de guaraníes (ABC Color, 9 de octubre 2013), pero, llamativamente, el juez “archivó” el caso Tesãi a pedido de Fiscalía General. De esta forma quedó en la nada la denuncia contra Víctor Bernal, Ramón Romero Roa (exdirectores y actuales senador y diputado), Mario Genes Osorio, Alejandro Arce Levi y Zunilda Jara de Rolón (exgerentes de Tesãi).
En dos periodos de gobierno, 2003 a 2013, Tesãi administró aproximadamente US$ 200 millones a través de contratos para servicios a empleados y pacientes sociales; llamativamente hoy está en quiebra. Dentro de este componente social destinado a comunidades carenciadas se han hecho atenciones médicas a políticos y a la parentela pudiente de empleados, que incluyen cirugías estéticas; como ejemplo se menciona a la atención “social” a la hermana del expresidente Nicanor Duarte. Esta “acción social” no se compadecía del hecho que, a dos cuadras (Terminal CDE), existían comunidades indígenas instaladas en la calle. Estos indigentes, instalados hace 14 años, no reciben ni siquiera una dosis de vacuna, otras parían en el suelo bajo una tapera de plástico negro.
En el hospital regional de Ciudad del Este fallecieron al menos 70 recién nacidos en el 2013; fue objeto de denuncia periodística y amague investigativo. No obstante, en la Fundación Tesãi, algunos pacientes que entraron caminando y sonrientes por consultas de rutina salieron en posición horizontal, vestidos con ropa de madera (un caso judicializado fue la esposa del exsenador de la Nación Germán Segovia).
Entre otros llamativos hechos administrativos constan las compras de medicamentos de las farmacias amigas; adquisiciones dudosas como “los pollos de oro” para el comedor hospitalario o pagos de “horas extraordinarias”, inclusive superiores al salario, a empleados protegidos por la rosca sindical y política. O la adquisición de un aparato prehistórico de resonancia magnética, hoy tirado en el basurero de la Fundación, inclusive poniendo en peligro la salud humana ya que contiene material radiactivo. Este equipo es una herencia del actual Senador Víctor Bernal.
La benevolencia con estos “administradores” es muy llamativa e induce a continuar con la corrupción. Altos gerentes de la Fundación de la época mencionada, como Gustavo Benítez Viera, son premiados con cargos inmerecidos, como la gerencia del club Área 1 (hoy existe una denuncia judicial por esconder datos a los asociados del Club); Lino Chamorro, jubilado y actualmente con tres salarios, premiado con la gerencia financiera; Claudio Garcete, exsuperintendente de Recursos Humanos de Itaipú y exgerente administrativo de Tesãi.
Indignado e impotente ante estos hechos, solo me resta dejar constancia escrita ante la opinión pública, para que esta vea y sienta lo extremadamente perjudicial que resulta la impunidad.
Migajas
A nuestros socios les importa un rábano lo que hagamos con estas “migajas” (gastos sociales), mientras ellos lleven el 90 a 95% de la energía...
(*) Miembro del Consejo en la Fundación Tesãi en representación de los funcionarios de Itaipú; titular 2010/2011; adjunto 2012/2013. Funcionario técnico de IB.