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En otra carta la Fundación Tesãi (E/CD/002/2008, de 04.06.08) solicitó a la IB la transferencia de G. 12.000.000.000, cuya propuesta de restitución a la IB se basaba en la obtención de la sentencia favorable del Tribunal de Cuentas, en el juicio promovido por la Fundación Tesãi contra la Subsecretaría de Estado de Tributación, SET, por valor de G. 13.697.101.308. Actualmente esa cuenta ya sobrepasa G. 100.000.000.000, en concepto de pago indebido del impuesto al valor agregado, IVA, el cual, según informaron, se encuentra en estado de sentencia y cuyo pronunciamiento se aguardaba para el mes de junio/08.
El Directorio Ejecutivo de Itaipú Binacional (RDE mediante) resuelve: Autorizar la concesión de un adelanto, “en carácter excepcional”, del valor de G. 12.000 millones, cuyo monto será deducido en parcelas mensuales sucesivas de la medición final de los servicios de asistencia médica, hospitalaria y odontológica prestados por Tesãi a los beneficiarios del programa de salud de la ITAIPU durante la vigencia del respectivo contrato. Asimismo, la IB autoriza al Área Administrativa a deducir de la medición final de los servicios de asistencia médica, hospitalaria y odontológica prestada por Tesãi, la suma de G. 600.000.000 mensuales desde el mes de julio a diciembre /08, y la de G. 700.000.000 mensuales desde enero a diciembre /09. Llamativamente, 14 meses después, el día 10 de agosto del año 2009 los gerentes ejecutivo y administrativo de la Fundación Tesãi: Lino Chamorro Mongelós y Claudio Garcete Godoy, respectivamente, firman el contrato 610/283/2009 para peticionar ante la SET, con profesional independiente a la Fundación Tesãi y a espaldas del Consejo Directivo de la Fundación Tesãi. La pregunta que no tiene respuesta ¿Por qué la Fundación recurre a profesionales externos teniendo una Asesoría Jurídica a la fecha del contrato?
“Esposas de oro”
Y como si esto fuera poco, en IB se cuenta también con una suerte de oligopolio laboral (pocas familias ocupando muchos puestos en la entidad). La práctica del nepotismo y tráfico de influencias generados por dirigentes sindicales y algunos gerentes que, uniéndose a nuevos cónyuges o metiendo a sus hijos/as, crean verdaderas castas y dinastías, por ejemplo: Romina Isela Rocabado Quintana de Chilavert (actual compañera del secretario general del SICHAP), Diana Almeida B. de Tomassi (actual compañera del eterno superintendente de Obras y Desarrollo, Mario Tomasi); María del Carmen Jiménez de Martínez (pariente de dos conocidos sindicalistas) y otras “esposas de oro”, todas ellas admitidas sin ningún criterio técnico, justo y transparente.
Estos subproductos poco utilizables por su escasa formación o necesidad institucional, junto con los “jubilados de oro”, Ayala Kunzle, Carlos Colombo, Raúl Achar Pujol, Pedro Cáceres, Lino Chamorro y otros, representan altas erogaciones a la Itaipú y no se compadecen con la realidad nacional. Por más que las tasas de pobreza hayan bajado, aún existen cerca de 1.800.000 paraguayos en la pobreza.
Con el salario de 10 “jubilados o esposas de oro” de Itaipú se puede mitigar considerablemente la inequidad social; veamos algunas equivalencias para el área educacional, salud y otros: 160 salarios dignos (2,5 millones) a maestras plurigrados que trabajan en zonas inhóspitas y fronterizas. Podría ampliarse el programa de Tekoporã a 1.142 familias (40 millones x 10 jubilados - 400 millones, dividido por 350.000 - 1.142 familias carentes. O la solución definitiva a las dos comunidades indígenas que viven en la zona de la Terminal de buses de Ciudad del Este. O la contratación de 50 profesionales universitarios jóvenes o de mando medio, ansiosos de estrenar sus medallas de oro. Es digno de mencionar que los subproductos son adquisiciones de las administraciones anteriores, a excepción de Lino Chamorro, quien forma parte de la selección nacional del “nuevo rumbo”.
Es bueno aclarar que no existen malas intenciones contra ninguno de los nombrados, tampoco contra sus compañeras o parientes; ni siquiera los conozco, solo se busca la transparencia, la equidad y un poco de justicia en la administración de Tesãi, en la binacional y en el Paraguay. Esto sí está al alcance de los nuevos administradores y dejará en alto la imagen institucional. Al final, esto también es un mandato del Código de Ética de Itaipú y de una ley jamás promulgada y mucho menos cumplida en el Paraguay, la del nepotismo.
¡Felices pascuas a todos! Amén.
(*) Miembro del Consejo en la Fundación Tesãi en representación de los funcionarios de Itaipú; titular 2010/2011; adjunto 2012/2013. Funcionario técnico de IB.