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“El desperdicio de energía es incompatible con el desarrollo”.
Hoy más que nunca, la energía está presente en todos los debates de futuro: económicos, políticos, financieros y sociales.
Según el Consejo mundial de Energía (WEC-por sus siglas en inglés), que es una de la principales organizaciones multienergéticas en el mundo (no gubernamental, no comercial), con miembros en cerca de 100 países, incluye productores y consumidores de energía; el dilema en el mundo es como abastecer la demanda de energía y disminuir los gases de efecto invernadero para revertir el cambio climático. En este contexto la eficiencia energética juega un papel fundamental e insustituible.
A nivel local, las políticas energéticas que han imperado en el país, si las hubiere, desde hace décadas, hasta el presente, han persistido en ellas una visión cortoplacista y las urgencias coyunturales de los gobiernos.
La falta de planificación a largo plazo, las normas legales que siguen trayectorias circulares, cada cierto tiempo, se regresa a los mismos planteamientos que antes se habían desechado.
Las politizadas y desacertadas decisiones de las instituciones concebidas para administrar y fomentar esta actividad, así como la confusión conceptual sobre las ventajas y los peligros del uso de los energéticos, conforman un panorama oscuro y desesperanzador que deja en claro lo mucho que falta para que el sector energético pueda vincularse estrechamente con la prosperidad nacional.
El aumento vertiginoso del consumo y la demanda de la energía eléctrica y el estrés operativo de las capacidades de las redes eléctricas conforman hoy un escenario de riesgo que debe atenuarse, cuanto antes, con el fin de evitar un desabastecimiento eléctrico.
Según el Arq. Pedro Cáceres, compatriota con maestría en planificación bioclimática en Arizona State University, el debate sobre la energía eléctrica en nuestro país se ha centrado casi exclusivamente en algunos de los siguientes aspectos: El costo de la energía, la necesidad de aumentar las tarifas, los problemas financieros, el posible colapso del sistema (cosa que hoy ya es una realidad), las deudas y los tratados de las Binacionales, la necesidad de nuevas obras (1) y hoy quiero presentar otra arista diferente a estos temas.
La Eficiencia Energética, de la cual se habla poco y se hace menos aún sobre este tema, es una arista diferente que puede ayudar a solucionar varios problemas que afectan al sector eléctrico nacional. Decía el exministro de minas y energía de Colombia, Amylkar Acosta, en un discurso en el 2014, que hoy se considera la eficiencia energética como la mayor fuente de generación, pues con estas medidas se pueden obtener significativos ahorros y una “generación virtual”, como ejemplo citamos el caso del Brasil, presentado por el ing. Fabián Yasik, de la ABINEE (Asociación Brasilera de la Industria Electro- electrónica) cuando decía que con este tipo de medidas “van a generar” en torno a 18.500 megavatios (MW), con una campaña que va hasta el año 2030 y si eso se tuviera que “construir” tendría un costo aproximado de 25.000 millones de dólares. (2)
El caso chileno es similar, donde la presidenta Bachelet, ya en su primer periodo presidencial, dijo al iniciar su mandato: “ya he definido mi política energética, que se fundamenta en tres pilares:
- Garantizar el suministro energético.
- Diversificación de la matriz energética con la introducción de las energías renovables no convencionales.
- Foco en el ahorro y uso eficiente de la energía, pues no se trata de construir más y más fuentes de generación y transmisión, sino de hacer un uso eficiente en el consumo final.
Lo mismo decía su sucesor, el expresidente Sebastián Piñera, en el lanzamiento del plan de eficiencia energética 2012: “no podemos seguir usando la energía como si fuera infinita” y su ministro de Minas y Energía, Jorge Bunster, que en el mismo acto decía: “Nuestra tarea es incentivar el uso eficiente de la energía”.
Eficiencia energética no es dejar de usar la energía, si no utilizarla de una manera inteligente y cada vez más eficiente, como ejemplo está Alemania, que logró una disociación entre el crecimiento del Producto Interno Bruto y el consumo de energía, es decir cada vez va en aumento el PIB y decrece el uso de la energía, es decir mejora, lo que se denomina, su intensidad energética.
La Eficiencia Energética se inicia con la selección del energético, pasando por la transmisión, distribución, entrega y uso final del energético, en ese orden de cosas, al decir del doctor Fernández Bogado, en su libro La Patria urgente : “Irrita observar que teniendo el per cápita hidroeléctrico más grande del planeta, nuestra matriz energética está basada en el combustible fósil que no producimos y que debemos importar a altos costos (yo le agrego, es lo más contaminante que hay para la atmósfera) en deforestación, recursos financieros e incluso dependencia política. Tenemos todo para ser independientes en materia energética (yo le agrego, busquemos la autonomía energética) y no tenemos (o muy poca gente lo sabe) un programa ni un plan de utilización de la energía eléctrica (yo le agrego, todo lo contrario es lo que vemos con el metrobús). Mientras el mundo invierte y promueve los automóviles eléctricos, nosotros seguimos importando vehículos contaminantes, sin observar el daño que esta oportunidad perdida genera en el sentimiento de los paraguayos. [3]
Aquí tenemos una cultura del derroche de la energía y los programas de eficiencia energética, con alguna excepción, ni hacen parte de las cátedras troncales de las carreras afines de las distintas universidades en el país y si las “masas críticas” de la sociedad desconocemos esta herramienta o conocemos poco, o tal vez, solo “tocamos de oído”, ¿qué podemos pedir a los demás estamentos de la sociedad?
La eficiencia energética debemos iniciar con la selección del energético a ser utilizado, es decir debemos buscar la modificación de la matriz energética nacional dando fuerte impulso para que se utilice el “energético nacional”. La energía eléctrica, que es una energía limpia, barata, y es nuestra, pero aquí seguimos utilizando la energía, más costosa, más contaminante y que no es nuestra, lo importamos en un 100%, por sumas astronómicas. Por citar, en el 2011 se compró derivados del petróleo por US$ 1.800 millones, precio FOB, según balance del Viceministerio de Minas y Energía, cifras que van en aumento año a año y se presume que algo viene de contrabando, como parte del gas licuado de petróleo. Me llamó la atención que Ecuador tiene un ministerio de Electricidad y Energía Renovable (www.energia.gob.ec), sin tener el potencial eléctrico que tenemos nosotros.
Para modificar nuestra situación nacional energética se deben hacer muchas cosas y lo primero debe ser unificar todos los energéticos en un Ministerio de Energía y Minas, hoy los tres energéticos que integran la matriz energética nacional dependen de tres instituciones diferentes, a pesar de que nos dicen que “todo está bajo control” del Viceministerio de Minas y Energía, pero los derivados del petróleo siguen dependiendo del Ministerio de Industria y Comercio, vía Petropar, la biomasa, del Instituto Forestal Nacional y la energía eléctrica, teóricamente, del MOPC, y conste que el metrobús va ser a diesel según se comenta) y en estas condiciones va ser sumamente difícil unificar una política energética nacional, con fuerte presencia de la eficiencia energética en toda la cadena, comenzando con la selección del energético, el nuestro, y apuntando por la revolución en la matriz energética nacional. Finalmente, un modelo que se puede seguir, que es una adaptación de algunos que han utilizado otros países, como Chile y Colombia, y ahí vemos que la cooperación internacional es muy importante para hacer un buen plan energético nacional, que sea sustentable en el tiempo y al menor costo posible.
Referencias
(1) Revista Mundo de la electricidad, entrevista al Arq. Pedro Cáceres.
(2) Presentación en el INTN del Ing. Fabián Yasik julio 2015
(3) Fernández Bogado, Benjamín, libro La Patria Urgente - Pág. 8
Bibliografía
-Manuales de eficiencia energética Made in Germany editados por el Ministerio Federal de Economía y Tecnología
-Materiales varios de la Unidad de Planeamiento Minero Energético – UPME Colombia.
-Materiales varios de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética.