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La ineficiencia en el uso de la dotación del gasto en transporte público debe ser abordada para mejorar la calidad y el acceso en los sectores vial y fluvial. Esto implica un reequilibrio estratégico de la asignación de recursos, con la ayuda de herramientas de gestión vial y la capacidad para aplicarlas. Además, el mantenimiento inadecuado de las vías navegables es la causa de retrasos significativos en los movimientos de las barcazas y afecta la rentabilidad de las flotas de vehículos tanto terrestres como acuáticos, lo que perjudica la competitividad agrícola general. Esto debe abordarse junto con el apoyo al desarrollo de operaciones de transporte multimodales que son fundamentales para reducir costos de logística.
Se observa un bajo nivel de actividad del sector privado en los sectores del transporte por carretera, los puertos y el transporte marítimo. Una mayor transparencia en el proceso de involucrar al sector privado contribuirá en gran medida a atraer inversores privados para financiación de proyectos en los sectores de transporte.
Fundamental para reducir la pobreza
La infraestructura de transporte es fundamental para la reducción de la pobreza en zonas rurales. Mejorar la movilidad proporciona a la comunidad un mejor acceso a escuelas, hospitales, oportunidades de empleo y actividades sociales y culturales. El acceso general de las poblaciones rurales se ve limitado por un Índice de Acceso Rural (RAI por sus siglas en inglés) estimado en 27% para 2017. Esto no se compara favorablemente con, por ejemplo, Argentina, donde el 43% de la población rural total tiene acceso a una carretera.
La red de carreteras está en malas condiciones y distribuida de manera desigual. El 32% de la red vial de Paraguay está clasificado y administrado por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, mientras que el restante 68% es administrado por autoridades locales. Alrededor de 8.400 kilómetros (8,4%) de la red clasificada están pavimentados y 11% de la red total. A diferencia de Paraguay, el 32% de la red total de Argentina está pavimentada.
Muy por debajo de la región
Si la proporción de carreteras pavimentadas se utiliza como un indicador del acceso al transporte, con 11%, Paraguay está muy por debajo del promedio de 29% en la región de Latinoamérica. La calidad de la red pavimentada también disminuyó de 68% de carreteras en buenas condiciones a 59%, entre 2011 y 2015.
Agrega, que como país sin salida al mar, comercial y agrícola intensivo, Paraguay depende del transporte terrestre y de las operaciones fluviales para la competitividad de sus exportaciones y la eficiencia de los procesos de importación. Impulsado por un próspero sector agrícola y su principal producto, la soja, Paraguay ha sido una de las economías de más rápido crecimiento en América Latina en la última década, con un crecimiento promedio de las exportaciones de 2,1% anual entre 2011 y 2016. Dado que la mayoría de las exportaciones locales están destinadas a Brasil o Argentina, o transitan a través de estos países para acceder a mercados internacionales como la Unión Europea (UE) y la Federación Rusa, la calidad de las conexiones de transporte nacionales y regionales, fluviales y terrestres, es crítica para el crecimiento económico sustentable. También son clave para apoyar el papel de Paraguay como país de tránsito hacia Bolivia y Brasil. Cualquier mejora en los costos de transporte y logística hará que el país sea más competitivo.
El informe del BM enfatiza igualmente que la red vial pavimentada refleja la brecha económica y de población que conduce a la percepción de que el gasto público en carreteras ha beneficiado desproporcionadamente al grupo económico más grande del país a expensas de los pobres de zonas rurales. A la vez, agrega que el mantenimiento de las carreteras sigue siendo significativamente postergado y no cuenta con fondos suficientes, en tanto que la industria del transporte por carretera sufre como consecuencia de malas condiciones de las vías. Entre las recomendaciones para este sector, el organismo dice que se debe mejorar la efectividad del gasto público en inversión y mantenimiento vial; crear un marco para las asignaciones de gastos para gastos de capital y mantenimiento; subir ingresos y repuntar la asignación presupuestaria de las vías rurales; mejorar la gobernanza y transparencia en la asignación y uso de recursos existentes y reconstruir credibilidad del programa de APP y catalizar financiamiento privado para infraestructura, entre otros.