Expansión y diversificación del turismo como sistema económico

El turismo aglutina un conjunto muy heterogéneo de actividades y sectores económicos, que integra desde compañías de transporte aéreo internacionales hasta restaurantes locales, pasando por hoteles, proveedores múltiples, transporte terrestre, agencias de viajes y artesanos entre otros. Ensayar una imagen integral del turismo, sus implicancias económicas y su nuevo despliegue precisa un esfuerzo tanto de síntesis como de amplitud para dar cuenta de un sector en pleno crecimiento, expansión y diversificación.

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Las actividades productivas asociadas al turismo no son nuevas en Paraguay. A pesar de tener diversos atractivos naturales, culturales e históricos, la escasa infraestructura y organización no facilitaron la implementación de circuitos turísticos hasta finales de la década de 1990, restringiendo considerablemente el desarrollo del sector.

Dos tipos de actividades parecen caracterizar históricamente al turismo paraguayo: el emisor, consistente en la salida de paraguayos al exterior y el receptivo, con la llegada de turistas extranjeros. En este último, las condiciones fronterizas (tipo de cambio) con Brasil y Argentina han tenido una influencia mayor, acelerando o frenando según el periodo, el flujo de turistas.

Turismo de Frontera, turismo comercial

Las crisis económicas o los momentos de mayor crecimiento de los países vecinos y sobre todo de la relación de la moneda paraguaya con el peso argentino y el real brasileño han circunscripto el turismo receptivo a las zonas fronterizas, vinculando las actividades turísticas con actividades comerciales.

Sin embargo, estas condiciones ventajosas para el comercio fronterizo parecen no haber incidido mucho en el turismo en las décadas pasadas, debido a que se trataría más bien de excursiones de una jornada que no implica el pernocte de los mismos y por lo tanto el impacto económico es menos al que se esperaría por la llegada de turistas, asociado también a la escasa promoción de los atractivos turísticos y de la incipiente infraestructura hotelera y logística para hacer frente a una demanda cada vez más exigente de servicios turísticos.

Por su parte, Asunción mantuvo una capacidad de atracción de turistas al disponer de una oferta de mayor diversidad y calidad de servicios e infraestructuras que la que se encontraba, al menos hasta hace algunos años, en otras ciudades fronterizas. De esta forma, la capital del país constituía la base principal de operaciones a partir de la cual se realizaban excursiones a las Cataratas del Iguazú y Ciudad del Este por un lado, y por otro, a la zona de las antiguas reducciones jesuíticas en Itapúa.

La institucionalización del turismo

En 1998, con la creación de la Secretaría Nacional de Turismo, el sector comienza a organizarse para la diversificación e intensificación del turismo receptivo e interno principalmente. Posteriormente, en 2005 se promulga la Ley de Turismo, sentando las bases de la política pública específica del sector, que será el inicio de un conjunto de cambios estructurales orientados a mejorar infraestructuras y optimizar la gestión.

Con estas plataformas institucionales se inicia la construcción de bases sólidas, tanto de infraestructura física y sobre todo de gestión, de sector turismo en el país. En efecto, se trataba de mejorar, enriquecer e instalar nuevas infraestructuras de alberge y otras logísticas para permitir pasar de la excursión de una jornada, que no consumía productos locales ni permitía una apropiación de la renta de la actividad turística por parte de las comunidades locales, a un esquema de turismo con pernocte en condiciones aceptables de confort y precio, con mayores impactos económicos para el país por el consumo de bienes y servicios.

El sector se fortaleció en diferentes áreas, creando mejores condiciones para aprovechar la demanda externa e interna en servicios turísticos.

Turismo interno: formalización, organización y redes de actores

Aunque no existen estadísticas específicas sobre el turismo interno, se estima que el mismo ha crecido de forma sostenida en los últimos años, si se toma como referencia el aumento de hoteles y hospedajes en diferentes puntos del país.

Algunos factores pueden estar vinculados al aumento del turismo interno, uno de ellos es la mayor disponibilidad de automóviles en los hogares del país, lo que facilitaría las actividades turísticas, principalmente en los meses estivales. De igual forma, aunque aún muy estacional, la oferta de paquetes turísticos parece haberse diversificado bastante. En este sentido, la aparición de Encarnación, con su costanera y sus playas, representa la referencia principal que, asociada al carnaval, genera una dinámica económica muy importante para la ciudad como receptora. El impacto indirecto de las obras complementarias de Yacyretá en la ciudad de Encarnación redefine el rol económico de la misma y permiten el surgimiento de una nueva rama de negocios. En los últimos cuatro años han comenzado a operar 25 hoteles en la ciudad de los 37 existentes. Por su parte, San Bernardino vio opacada su capacidad atractiva, sus infraestructuras y sus actividades por la contaminación del lago Ypacaraí.

En otras regiones, el diseño y la construcción de circuitos turísticos específicos, como la ruta jesuítica y el camino franciscano, permitieron también la creación de infraestructura mínima para ampliar la oferta de alojamiento no tradicional, mediante la adaptación de viviendas ya existentes (posadas turísticas). Los pobladores locales se convirtieron en integrantes de la cadena turística, favoreciendo el incremento de los ingresos y la fijación de la renta turística en las diferentes regiones.

La oferta de hospedajes ha crecido de forma sostenida a partir del año 2009, coincidente con la mejor performance de la economía nacional. En once años la capacidad hotelera creció 400%.

Como resultado del incremento de hoteles y hospedajes, la cantidad de camas disponibles también ha mostrado un comportamiento creciente, pasando de poco más de 10.000 camas en 2003 a más de 25.000 en 2013, representando un aumento en torno a 240% en la última década.

Otro aspecto innovador es que la oferta de hoteles, y necesariamente de camas, ya no se restringe a las ciudades fronterizas sino que incluye, tal como se observa en el mapa, a diversas ciudades de las distintas regiones del país, permitiendo una desconcentración y mejor distribución de la infraestructura turística.

Este conjunto de crecimientos en la infraestructura disponible conlleva necesariamente un incremento de la población relacionada a las actividades turísticas. En efecto, se generó una mayor demanda de empleo en el sector, pasando de 2.300 personas en el año 2001 a casi 6.500 en 2013, lo que representa un aumento del 281%. Un aspecto relevante es la gran cantidad de empleos fijos que genera el sector, disminuyendo en gran parte la estacionalidad en la contratación de mano de obra. Las cifras indican un crecimiento sostenido del sector turismo con generación de empleos estables.

Turismo receptivo: de mejor calidad y diversidad

El turismo receptivo también experimentó un aumento sostenido en la última década, pasando de más de 250.000 en el año 2003 a 600.000 turistas en 2013. Este crecimiento no hubiese sido posible si se mantenía el esquema único del turismo de frontera comercial. La generación de atractivos y de infraestructura en otros puntos del país permitió y favoreció el incremento de turistas.

En el año 2013, el mercado del turismo receptivo paraguayo ha recibido turistas de Argentina, Uruguay, México y Brasil, con un liderazgo claro de los dos primeros, con más de 450.000 turistas recibidos.

En cuanto a los visitantes, es decir, los que no pernoctan en el país, históricamente vinculado al turismo de compras en las ciudades fronterizas, las cifras indican un escaso crecimiento, que también se percibe en la reducción de ingresos por este tipo de turismo. Se observa entonces que el sistema turístico paraguayo comienza a funcionar con atractivos diversificados y de calidad que permiten pasar de la excursión de una jornada al turismo de más de un día.

Turismo emisor: creciente y diversificado

Las compañías operadoras y las agencias de viajes han sorteado exitosamente la competencia de la oferta electrónica de venta de billetes y de paquetes turísticos. La articulación con otros sectores, principalmente el financiero, ha posibilitado la generación de una nueva oferta turística consistente en viajes a destinos no tradicionales a precios muy atractivos y además con financiamiento. Los bancos y financieras de plaza han sabido asociarse con las empresas del sector turismo para incentivar el consumo de este tipo de productos.

Un factor clave para comprender este dinamismo creciente es la diversificación de la oferta de vuelos internacionales, representado por nuevas compañías áreas que llegan al país. Una vez más, la desestacionalización del turismo emisor es la característica principal, al disponer de ofertas a playas, ya no solo del litoral atlántico brasileño, sino también del Caribe, en casi cualquier mes del año y a precios muy competitivos.

Los ingresos económicos del sector

Según la Secretaría Nacional de Turismo, se inyectaron a la economía nacional más de 270 millones de dólares en el 2013, prolongando el crecimiento que se había iniciado en el año 2009.

Perspectivas y tendencias para el turismo

El escenario turístico paraguayo expresa diversos crecimientos, pero aun el margen de expansión y de generación de negocios es grande, por lo que se precisa no solo crecer más sino también incrementar la calidad y diversidad de productos ofrecidos. Los recursos turísticos, sean estos naturales, culturales, históricos o de otros tipos, aún no han sido del todo incorporados ni integrados a la oferta turística.

Existen desafíos de seguir mejorando y adaptando la infraestructura turística, así como en la gestión de los servicios, implementando nuevas estrategias tanto de atracción de turistas como de oferta de actividades en las diferentes regiones y en función al tipo de turismo realizado: de naturaleza, cultural, histórico, entre otros.

El mejoramiento de la estadística del sector permitirá conocer mejor el funcionamiento de los diferentes sectores y actores vinculados al turismo, además de identificar los aspectos específicos de las políticas públicas que ameritan reformulaciones.

Las iniciativas actuales, como los tres centros de interpretación turística en proceso de diseño y construcción, en Yguazú, Chaco’i y Filadelfia, deben convertirse en poderosos atractivos turísticos que condensen y catalicen las ventajas y oportunidades turísticas tanto internacional como interna del país.

450.000

En el 2013, el mercado del turismo receptivo paraguayo ha recibido turistas de Argentina, Uruguay, México y Brasil, con 450.000 turistas.

Playas

La desestacionalización del turismo emisor es la característica principal, al disponer de ofertas a playas, ya no solo del litoral atlántico brasileño, sino también del Caribe, en casi cualquier mes del año.

Margen

El escenario turístico paraguayo expresa diversos crecimientos, pero aún el margen de expansión y de generación de negocios es grande.

270

Según la Senatur, se inyectaron a la economía nacional más de US$ 270 millones en el 2013, prolongando el crecimiento que se había iniciado en 2009.

De 250.000 a 600.000

El turismo receptivo también experimentó un aumento sostenido en la última década, pasando de más de 250.000 en el 2003 a 600.000 turistas en el 2013. Este crecimiento no hubiese sido posible si se mantenía el esquema único del turismo de frontera comercial. La generación de atractivos favoreció incremento de turistas.

Capacidad de atracción

Asunción mantuvo una capacidad de atracción de turistas al disponer de una oferta de mayor diversidad y calidad de servicios e infraestructuras que la que se encontraba, al menos hasta hace algunos años, en otras ciudades fronterizas. De esta forma, la capital del país constituía la base principal de operaciones.

Como resultado del incremento de hoteles y hospedajes, la cantidad de camas disponibles también ha mostrado un comportamiento creciente, pasando de poco más de 10.000 camas en 2003 a más de 25.000 en 2013, representando un aumento en torno a 240% en la última década.

Se generó una mayor demanda de empleo en el sector, pasando de 2.300 personas en el 2001 a casi 6.500 en el 2013, lo que representa un aumento del 281%. Un aspecto relevante es la gran cantidad de empleos fijos que genera el sector, disminuyendo en gran parte la estacionalidad.

La oferta de hospedajes ha crecido de forma sostenida a partir del 2009, coincidente con la mejor performance de la economía nacional. En once años, la capacidad hotelera creció 400%. Un factor clave para comprender este dinamismo creciente es la diversificación de la oferta de vuelos internacionales.

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