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La semana última, los principales artífices de ese acuerdo, que justifica el uso del adjetivo “histórico” como ha reconocido el ministro francés de Exteriores y presidente de la última cumbre del clima, Laurent Fabius, han vuelto a verse las caras por primera vez, tras París, en la inauguración de la Cumbre Mundial Energía del Futuro de Abu Dabi.
“Mucha gente dudaba de que pudiéramos alcanzar un acuerdo así, porque llevábamos veinte años intentándolo, pero lo logramos”, incidió el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
“¿Por qué, después de tantos intentos fallidos, la cumbre de París fue un éxito?”, interpeló a la audiencia Fabius, quien argumentó que “Francia podría caer en la tentación de atribuirse el triunfo”, pero es “consciente” de que se ha beneficiado “de una conjunción sin precedentes de factores”.
Entre ellos, el ministro francés citó la aplastante evidencia científica del cambio climático, la visibilidad de sus impactos y una tercera variable en la que coincidieron a lo largo del día el resto de los ponentes: el avance de la tecnología renovable.
Según advirtió el director general de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), Adnan Amin, el coste de la energía solar ha caído un 80%, el de la eólica un 33% desde 2000 y la solar genera hoy día dos veces más empleo, por unidad de generación eléctrica, que el gas y el carbón juntos.
“El sol es ya más barato que el carbón”, agregó. Solo en 2015, las energías renovables acapararon una inversión global de 330.000 millones de dólares (que encabezaron China, con 100.000 millones, Estados Unidos con 50.000 y la India con 10.000), y la proyección es que hasta 2020 se inviertan otros 500.000 millones más, indicó en rueda de prensa la secretaria de cambio climático de la ONU, Christiana Figueres.
Ban incidió en que el acuerdo de París es “una oportunidad sin precedentes para las energías renovables”, pero lo cierto es que esta forma de generación es también la clave para lograr su cumplimiento. De los 188 compromisos nacionales de reducción de emisiones incluidos en el acuerdo de París, 164 basan el cumplimiento de sus promesas en objetivos de generación renovable. Las emisiones del sector eléctrico suponen dos tercios del total. Algunos de los jefes de Gobierno que participaron en la última cumbre de Abu Dabi incidieron en sus ambiciosos objetivos renovables, como es el caso del presidente de México, Enrique Peña Prieto, quien avanzó que el sistema eléctrico de su país funcionará en 2024 con un 35% de energías limpias y con un 50% en 2050.
También participó el jefe de Gobierno de Marruecos, país anfitrión de la próxima cumbre del clima (COP22), Abdelilah Benkirán, quien anunció que el porcentaje de generación eléctrica de las energías limpias en su país será del 52% en 2050. El ministro francés de Exteriores subrayó que Francia “estará completamente dedicada” a que el acuerdo climático de París “funcione y sea una realidad”.