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¿Se imagina el lector estas cifras? Si intentamos introducir en una calculadora normal, los ceros ya no entran y, por supuesto, en la capacidad de asombro tampoco.
Despilfarros
El problema no radica en estas cifras; evidentemente es mucho menor que los presupuestos manejados por nuestros poderosos vecinos y otros países latinoamericanos. Lo triste en esto es que estas cifras están mal distribuidas, corrompidas y prostituidas.
Existen despilfarros en las compras, desde un gasoíl cancerígeno hasta medicamentos vencidos. Se corrompe el ministro, el director y el encargado de compras. Se enriquecen el aduanero que evade hasta el 70% de las recaudaciones del Estado, repartiendo entre el “vista”, el depositero, el maletinero y el político que los apadrina.
En este negocio están metidos funcionarios, fiscales, políticos y empresarios, especialmente fronterizos. Se enriquece también el abogado, empleado de alguna institución, que cobra su salario y ¡caraduramente! también “regulan sus honorarios” al mismo patrón, el Estado.
Hace unos días tuvimos una clase magistral con un profesor del Instituto de Altos Estudios Estratégicos, quien nos confesó que la Corte Suprema de Justicia viene presentando hace años varios proyectos de ley, en los que se trataba de regular estas y otras aberraciones; pero, con resignación, dijo una gran verdad: “lo que pasa es que más del 70% de los miembros del Congreso son abogados y, consecuentemente, hacen las leyes sobre medida”. Sin más comentarios.
Por otro lado, he visto con mucho agrado el nombramiento de un gabinete totalmente técnico, y lo disfruté por 15 días; los hechos actuales me han desinflado. Es que el ambiente se maneja con códigos de la realpolitik y no del idealpolitik.
La realidad es que la ANR es tan poderosa y conservadora como para permitir que un “advenedizo” se perfile solo y con ideales de un nuevo rumbo.
Eso está bien para el país, pero no para el partido. Eso está bien para el desarrollo, pero no para las seccionales. Eso está bien para las generaciones futuras, pero no para los “correligionarios” que sufrieron cinco años de llanura.
Es triste ver a un presidente luchando entre sus ideales de permanecer en la historia, y por otro lado, un partido que solo pretende un gatopardismo político, cambiar algo, para no cambiar nada. La historia del caudillismo político y figuras como el pa’i, karai y mburuvicha, desde la época colonial, nos han infestado con atraso y miseria.
Analizando el déficit fiscal, pasando por las pésimas gestiones de empresas del Estado como: Petropar, ANDE, Copaco, INC y otras instituciones presas de dictaduras sindicales como el MEC, el IPS, la Itaipú y otras, la situación no se presenta con síntomas de mejoría. ¿Qué podemos hacer al respecto?
Sencillo, a grandes problemas, grandes soluciones. El déficit fiscal, cuya obesidad se debe a un 97% de gastos rígidos (salarios) su solución pasa por una dieta o economía de guerra. En cuanto a los siguientes problemas mencionados a continuación, proponemos en otra columna su solución respectiva:
1. Sector energético:
Nombramiento de técnicos y administradores de 50 Hertz, honestos y probos.
Cortes de luz en verano
Invertir en infraestructura de distribución, implementar un sistema en malla (SIN) y combatir el robo y las pérdidas técnicas que llegan a 32%.
Tarifa irreal
Sincerar las tarifas ante los usuarios y reclamar un precio justo, según los tratados de las binacionales.
Línea 500 kV
Realizar una investigación profunda de lo publicado y no energizar hasta solucionar dichos inconvenientes. Procesar en lo penal a los responsables.
Negociación en binacionales visando 2023
Nombrar a técnicos con verdaderas intenciones de cambio. Aquellos que comulgan con Jeffrey Sachs y otros luchadores antiguos de nuestra soberanía energética, sin importar sus inclinaciones ideológicas.
2. Sector económico
Felizmente, este sector siempre estuvo en manos técnicas. Se debe mantener la supremacía de lo técnico por sobre lo político. Solo de esta manera habrá estabilidad macroeconómica (inflación de un dígito, dólar estable y equilibrio fiscal)
3. Infraestructura
El metrobús, las obras de infraestructura vial, viaductos, accesos a la capital, rutas de ocupación territorial y zonas productivas deben continuar, contra viento y marea.
4. Educación
No caer ante los chantajes sindicales, mejorar el sistema previsional deficitario, capacitar a los maestros y equipar a los centros educativos con necesidades básicas.
Salud
La gratuidad de la salud es necesaria solamente en el 15% de la población (pobreza extrema), entre los pobres es factible de obtener ingresos mínimos para insumos y medicamentos. El resto debe incorporarse al IPS, mediante la generación de empleos reales y la formalización de la economía.
Justicia
Los “juicios electrónicos” deben implementarse en todo el país, de manera a abaratar y reducir los tiempos procesales. Se deben tomar medidas ejemplares contra jueces y fiscales corruptos.
Defensa
El ejército es la institución que mejor se ha adaptado a la democracia. La prueba lo dan las encuestas y la opinión pública que pide su incursión en la seguridad interna y contra los subversivos del EPP; en fin, solo se debe ampliar su presupuesto para modernizarlo y solucionar su déficit actuarial en la caja fiscal.
Sector político
Implementar el segundo turno (balotaje) para dar legitimidad y gobernabilidad; en la próxima constituyente se debe implementar un sistema parlamentarista para evitar la eterna lucha entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Por último, por una simple curiosidad, ya que estamos inmersos en el tema energético hace décadas: ¿A quién de los ingenieros debemos creer, al que analiza temas energéticos en estas columnas los domingos, o al que firma comunicados corporativos con sindicatos desgastados de la Itaipú, a favor de la malhadada línea de 500 kV. Me refiero al Ing. Ernesto Ayala Báez.
70%
“Lo que pasa es que más del 70% de los miembros del Congreso son abogados y, consecuentemente, hacen las leyes sobre medida”.
¿A quién?
Eso está bien para el país, pero no para el partido... Eso está bien para las generaciones futuras, pero no para los “correligionarios” luego de 5 años de llanura.
(*) Presidente de la Sociedad de Ingenieros Liberales del Paraguay, filial Alto Paraná.