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Además, puede imponer el saldo mínimo que deben mantener los bancos, es decir, obligar a los bancos a mantener cierta cantidad de dinero en efectivo para asegurar un adecuado nivel de liquidez dentro del sistema financiero. Del mismo modo, puede fijar el precio del dinero, es decir el precio al que crea o retira base monetaria, lo que es equivalente a fijar la tasa de interés. Este objetivo operacional influye de diversas maneras en la inflación.
Cuando el Banco Central establece cierto nivel para la tasa de interés de política monetaria, espera influir en el comportamiento de las tasas de interés de largo plazo en el sistema en general e impactar así en los créditos que otorgan las entidades y en las tasas que pagan los bancos, con el objetivo final de influir en variables como la actividad económica y finalmente controlar la inflación.
Como resulta prácticamente imposible controlar directamente los precios de todos los productos y servicios de la economía, los bancos centrales definen un conjunto de metas, acciones e instrumentos, conocidos como “política monetaria”, para poder mantener la estabilidad de precios.
En el caso de Paraguay, en mayo de 2011, el BCP resolvió iniciar la implementación institucional del esquema de Metas de Inflación para la gestión de la política monetaria en el país, un régimen relativamente nuevo, pero con un muy buen historial, que establece como objetivo primordial de un Banco Central la estabilidad de precios, es decir una inflación baja y estable por sobre todas las cosas.
El principal instrumento utilizado para lograr esta meta es la tasa de interés de corto plazo de las Letras de Regulación Monetaria (LRM), con el fin de ejercer una importante influencia sobre la tasa de interés interbancaria a la cual se pretende llegar como meta operativa y, a su vez, afectar a las tasas de interés de largo plazo. Además este esquema debe desarrollarse bajo un sistema de flotación cambiaria, en el que el tipo de cambio sea fijado mediante el libre juego entre la oferta y la demanda dentro del mercado y que solo sea intervenido por el Banco Central en circunstancias excepcionales.
La decisión de controlar la inflación como objetivo prioritario de la política monetaria hizo que el BCP haya venido restringiendo el crecimiento monetario, aplicando una política monetaria contractiva mediante el aumento de los tipos de interés de corto plazo desde 5,5% a 6,75% entre diciembre de 2013 y febrero de este año, con la intención de que esto modere la demanda interna y así evitar un aumento en la inflación.
Sin embargo se pudo observar que esto no tuvo impacto en los tipos de interés de largo plazo, es decir que los aumentos transitorios de los tipos de interés a corto plazo no se transmiten fácilmente a los de largo plazo, lo cual se debe principalmente a la elevada liquidez que poseen las instituciones financieras y a que, en la situación actual de la economía, la demanda de bienes de consumo y de inversión se ve relativamente poco influenciada por el costo de los recursos.
Alcance de la política monetaria
El gasto de consumo privado parece depender principalmente del ingreso esperado, el cual experimentó un crecimiento debido a la evolución de los salarios reales y de las expectativas de empleo. Además, las buenas perspectivas de rentabilidad de proyectos de inversión disponibles, el elevado grado de autofinanciación de las empresas y su bajo nivel de endeudamiento explican que la demanda de inversión haya sido muy poco sensible a los tipos de interés, al menos en el corto plazo.
Como se observa en el Gráfico Nº 1, en los últimos años se ve un crecimiento sostenido de la disponibilidad de dinero en poder de las entidades del Sistema Financiero, sobre todo de los denominados “cuasidinero” (M2), al menos eso es lo que se percibe al observar las tasas de interés pasivas, es decir, las que pagan las instituciones financieras a sus clientes. Estas han venido bajando, lo que lleva a concluir que existe un exceso de liquidez en el mercado.
El proceso de intermediación financiera llevado adelante por las entidades financieras consiste en recibir dinero del público vía depósitos, pagando a dichos clientes una tasa de interés (pasiva) y de inmediato volver a poner ese dinero en circulación mediante préstamos, cobrando una tasa de interés activa, mayor a la pasiva, generando lo que se conoce como diferencial de intermediación o spread entre tasas activa y pasiva y que es de donde proviene el principal ingreso de las instituciones financieras.
Todo funcionaría a la perfección según esta explicación, pero si existe un exceso de captación -es decir mucha liquidez en el mercado, como está pasando-, el proceso no funciona como debería y las tasas de interés tienden a la baja como efectivamente está sucediendo, lo cual corrobora la información de la Superintendencia de Bancos respecto a la liquidez. Además, en el último informe de Política Monetaria, el BCP indica que durante el segundo semestre de 2013 el crecimiento de la liquidez primaria se comportó acorde al desempeño de la economía, y tuvo un crecimiento de 14,6% en promedio.
El dinamismo de la economía como fuente del ingreso de dinero
El buen desempeño de la economía en el año 2013 representó un marcado incremento en el valor de las exportaciones. En efecto, el sector agrícola posibilitó el ingreso de más de 4.500 millones en 2013. Por su parte, la cadena de la carne también mostró un comportamiento positivo en cuanto a las exportaciones, llegando a un total de 1.050 millones de dólares. Se debe considerar que no todos los flujos de divisas provenientes de estas actividades económicas ingresan al mercado financiero, pues los actores del sector productivo tienen funcionamientos particulares.
En la agricultura, una buena parte de los costos de producción está en dólares, razón por la cual los agricultores no cambian a guaraníes la totalidad de los ingresos provenientes de la venta de su producción. El caso de los ganaderos es diferente debido a que la estructura productiva se encuentra mayormente denominada en guaraníes, mientras que los ingresos son en dólares, viéndose obligados la mayoría de las veces a cambiarlos.
Destino del dinero: el crédito a los sectores agrícola, comercio y consumo
Ahora bien, la distribución de la cartera de créditos no presenta mayores modificaciones a lo largo del tiempo. La agricultura, el comercio por mayor y el consumo son los sectores con mayor peso en la cartera total. Las diversas transformaciones y procesos de cambio que vienen afectando a cada uno de los sectores económicos no se reflejan en la estructura de la cartera.
La oferta de créditos al sector productivo no se ha modificado. En la agricultura, la cartera se orienta a las máquinas agrícolas y al capital operativo, mientras que en la ganadería el destino del crédito es para cría, invernada y compra de campo. El incremento del valor de la tierra y la casi saturación del parque de máquinas agrícolas indicarían que estas carteras necesitarán de nuevos productos, porque las necesidades y condiciones de los productores no son las mismas. Mientras que la cartera cuya participación crece en forma sostenida es la de consumo, asociada a una clase media emergente que demanda más productos y servicios.
En los últimos años, los depósitos en el sistema financiero paraguayo han venido creciendo de manera sostenida. Sin embargo, una de las características de los mismos es que históricamente en su mayoría están a la vista. Si bien esto ha ido cambiando, por ejemplo en el 2008 los depósitos a la vista eran el 66% del total, mientras que, al cierre del primer semestre de este año, la relación entre depósitos a plazo y a la vista era de 43 y 57% respectivamente.
Esta elevada proporción de depósitos a la vista hace difícil que las instituciones financieras puedan otorgar créditos a plazos, los cuales son necesarios en la economía, sobre todo para inversiones de gran envergadura. Sin embargo, no solo es imprescindible elevar la porción de depósitos a plazo, sino que también diversificar las opciones para los depositantes, ya que actualmente los CDA son prácticamente la única alternativa. Con un sistema financiero más diversificado, se podría lograr una disminución tanto de la liquidez primaria como de la secundaria.
Algunas opciones de diversificación tanto para los depositantes como para los tomadores de crédito serían: los fondos de pensión, fondos de capital privado, préstamos sindicados y el fortalecimiento del mercado de valores.
Oferta
La oferta de créditos al sector productivo no se ha modificado. En la agricultura, la cartera se orienta a las máquinas agrícolas y al capital operativo.
Cambio
Las diversas transformaciones y procesos de cambio que vienen afectando a los sectores económicos no se reflejan en la estructura de la cartera.
Liquidez
Con un sistema financiero más diversificado, se podría lograr una disminución tanto de la liquidez primaria como de la secundaria.
Opción
Algunas opciones de diversificación, tanto para los depositantes como para los tomadores de crédito, serían: los fondos de pensión, fondos de capital privado, préstamos sindicados, etc.
Peso
La agricultura, el comercio por mayor y el consumo son los sectores con mayor peso en la cartera total de créditos de las intermediarias.
Cría
En los créditos por sectores se puede notar que, en la ganadería, el destino de los desembolsos crediticios es para cría, invernada y compra de campo.
Metas de inflación
En mayo de 2011, el BCP resolvió iniciar la implementación institucional del esquema de metas de inflación para la gestión de la política monetaria en el país, un régimen relativamente nuevo, pero con un muy buen historial, que establece como objetivo primordial de un Banco Central la estabilidad de precios.
Consumo privado
El gasto de consumo privado parece depender principalmente del ingreso esperado, el cual ha experimentado un crecimiento debido a la evolución de los salarios reales y de las expectativas de empleo, además de las buenas perspectivas de rentabilidad de los proyectos de inversión disponibles.
La elevada proporción de depósitos a la vista hace difícil que las instituciones financieras puedan otorgar créditos a plazos, los cuales son necesarios en la economía, sobre todo para inversiones de gran envergadura. No solo es imprescindible elevar la porción de depósitos a plazo, sino también diversificar.
En la agricultura, una buena parte de los costos de producción está en dólares, razón por la cual los agricultores no cambian a guaraníes la totalidad de los ingresos provenientes de la venta de su producción. El caso de los ganaderos es diferente debido a su estructura productiva.
La cadena de la carne también mostró un comportamiento positivo en cuanto a las exportaciones, llegando a un total de 1.050 millones de dólares. Se debe considerar que no todos los flujos de divisas provenientes de estas actividades económicas ingresan al mercado financiero.