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La cadena avícola se orientó durante varias décadas a satisfacer exclusivamente la demanda interna, que aumentaba constantemente, acompañando el crecimiento de la población, sobre todo de la que se sitúa en zonas urbanas. Tanto en la producción de carne de aves, específicamente pollos, como en la producción de huevos, la cadena avícola precisó inversiones en infraestructura, equipamiento e industria para satisfacer la demanda creciente del mercado, al menos en cantidad de consumidores y no así en cantidad consumida por cada persona.
Aunque exista un incremento de la demanda, el consumo de ambos productos –carne y huevo– sigue siendo baja en el país.
Para el caso de la carne, se estima que cada paraguayo consume en promedio solo 16 kilogramos de pollo al año, apenas 300 gramos por semana, frente a los más de 40 kilogramos per cápita en los países de la región. Sin dudas, el elevado consumo de carne vacuna limita, al menos en parte, la ingesta de carne de pollo.
En otras regiones del mundo, la población con menores ingresos consumen carne de pollo, los de ingresos medios cerdo, y solo los de ingresos elevados carne vacuna. Sin embargo, la producción y tradición gastronómica paraguaya permiten que los consumidores accedan y prefieran, casi independientemente de sus ingresos, la carne vacuna. En este contexto, los productores de carne de pollo enfrentan desafíos varios para incrementar el consumo en la población.
Con respecto a la demanda de huevos, se estima que el consumo per cápita por año de Paraguay es de 30 huevos, muy por debajo de los 250 de Argentina, por ejemplo. En el caso del huevo, la industria debe luchar contra algunos mitos que fueron instalándose en los consumidores y que directamente llevaron a limitar el uso, como por ejemplo la asociación entre el consumo de huevo y el aumento del colesterol, entre otros.
Según el Censo Agropecuario Nacional del año 2008, existían en el país más de 130 fincas especializadas en la cría de pollos parrilleros, con más de 6,5 millones de aves en producción, que se renueva cada 38 días y que representan alrededor de 62 millones de aves por año.
En cuanto a las ponedoras, el relevamiento identificó 103 unidades productivas, que contaban con 2,7 millones de aves.
Para ambos sistemas productivos, las fincas se situaban principalmente en los departamentos de Central, Cordillera y Presidente Hayes, es decir, cerca de la zona metropolitana de Asunción, donde se sitúa una buena parte de la demanda.