El juicio sobre la estafa del siglo en la Cajubi debe interesarnos a todos

Fue para mí un estimulante desafío participar en Itaipú de la primera investigación sobre el escándalo del siglo por la desaparición de US$ 176 millones de los fondos de la Caja de Jubilaciones de Itaipú en 2008 y, a la larga, veo muchas similitudes en las inversiones realizadas en lo que se refiere a los penny stocks o acciones e instrumentos no regulados o de zona gris, que cuestan centavos, pero que generan comisiones que van hasta el 50 % del capital.

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En la reciente investigación periodística de Armando Rivarola de ABC Color se entrevista al intermediario guatemalteco que vive en Canadá, Eduardo García Obregón, y se explica claramente gran parte del proceso de colocaciones en Canadá, de aproximadamente US$ 57 millones, hoy prácticamente desaparecidos. Muchos datos saltan de la pelea entre los intermediarios.

Peleas de intermediarios en Canadá y otras pérdidas importantes

En principio, los intermediarios extranjeros eran todos socios, hasta que se pelearon –probablemente por la “distribución de los panes”–, lo que motiva que García Obregón disparara toda su artillería contra sus exsocios Duscio, Girardi, Panos, Halas y otros, tratando de posicionarse como un simple comisionista.

García O. no tiene empacho en exponer el modus operandi del desfalco, centrándose en la etapa posterior a su participación. Esto es probable que le ayude a reducir la pena que le impondrá la justicia paraguaya en caso de ser declarado culpable y que resulte en la recuperación de más fondos.

En el inicio de la investigación, en Cajubi aún no incluían como pérdidas las inversiones realizadas con el venezolano Marcelo Barone, por US$ 30 millones, pues estas aún no estaban vencidas; sin embargo, tuvieron el mismo final que las inversiones en Canadá, incrementaron el patrimonio de varios de los involucrados con mansiones, yates y autos de lujo.

Una también excelente investigación periodística de Rehnfeldt/Saguier exhibió las fotos de los Ferrari y las lujosas oficinas de Barone en Londres, que trajeron a mi memoria los lujos de la película “El Lobo de Wall Street”.

En CDE ya es todo un ícono que representa los abusos “la casa con ascensor” de un directivo implicado, frente a la cual se incuso se manifestaron las víctimas del caso.

Previsiones de pérdidas, comisiones y coimas

Al analizar el balance del 2008 de la Cajubi puede notarse una previsión por pérdidas en inversiones internacionales. Los intermediarios indican por una nota, una simple nota, que la provisión debe ser por el 30% del monto de la inversión debido a los efectos de la “crisis financiera internacional” de ese año. Este simple instrumento evapora en los libros un gran porcentaje de las inversiones de Cajubi en Canadá.

Las perdidas contables solo suman US$ 39 millones al 31-12-08. Según los auditores externos, esta situación “evidencia la alta dependencia de la Caja en relación con el valor de mercado de sus inversiones fuera del país (68 %)”, sin hacer referencia al fraude.

Esto hasta parecería razonable debido a la situación financiera internacional, con la quiebra de Lehman Brothers y la crisis de las subprimes en EE.UU, a no ser por el hecho de que las inversiones en instrumentos que no cotizan en bolsa y no dependen directamente de las fluctuaciones del mercado, tienen su propia dinámica. En el caso de muchos de los penny stocks no hay relación con el mercado, así como los seguros de vida, como explica García Obregón, y otras “inversiones” en Canadá.

Para tratar de conocer cuánto podrían haber recibido los intermediarios en comisiones, estimé que el pago fue de entre US$ 2 y 5 millones, tomando un rango elevado de comisión para el mercado, de entre 2 % y 5 % sobre el capital de aproximadamente US$ 100 millones. Esto considerando que no estaban invirtiendo precisamente en acciones de la Coca-Cola, que pagaría comisiones al intermediario de menos de 1 % y que parte de esas comisiones pudo haber regresado para compensar a administradores y gestores en forma de coimas.

Sin embargo, las comisiones podrían haber sido mucho mayores, pues en el modus operandi en estos mercados no regulados las comisiones pueden ir hasta el 50 %, comparado con el 1 % de los bancos de primera línea. La entrevista de ABC es muy aclaratoria sobre este punto, porque estas comisiones no se registran en los balances.

García Obregón dice que se prefirieron los productos de seguros de vida “porque permitían una mayor flexibilidad para negociar las comisiones. Se pagaron porcentajes de hasta el 12 % de la transacción, muy por encima de lo que se estilaba”.

Se remitía a Arturo Girardi, el encargado de redistribuir, y luego a otros intermediarios locales como una casa de bolsa local, sugiriendo que se investigue a quienes se distribuían estos fondos. Inclusive da el nombre de la cuenta en Suiza, “Árbol de limón” en español, de la cual nadie habla ni da explicaciones.

Cajubi: ¿final feliz?

La Cajubi ya había acumulado en años anteriores un déficit actuarial, por lo que solicitó de nuevo a Itaipú el reconocimiento de aportes adicionales que debe en su carácter de patrocinadora, por diversos factores, tales como el cambio de las tablas biométricas que causa el aumento de la expectativa de vida de sus asociados de 72 a 76 años, según el informe de los actuarios y por la diferencia de la rentabilidad técnica de las inversiones establecida del IPC+6% y las rentabilidades menores (las pérdidas) surgidas por la “crisis” en los mercados internacionales, que representaban un 1/3 del total.

Como resultado de las negociaciones de la Dirección Financiera con el lado brasileño se negoció y logramos que Itaipú reconociera al 31-12-09 la reserva contable del déficit actuarial de US$ 186 millones, con lo cual se garantizaría parcialmente la sostenibilidad en el tiempo de las jubilaciones de sus funcionarios. Brasil no se opuso demasiado, pues la FIBRA ya tuvo sus propias pérdidas, como Cajubi, años atrás.

En el período en funciones de esa Dirección Financiera, también se tomaron en cuenta las conclusiones del trabajo de consultoría sobre posibles soluciones, en la mezcla del portafolio, con énfasis en inversiones nacionales, en la elaboración de los manuales de inversión y riesgos, etc., así como se negoció con Brasil una rentabilidad menor, que fue IPC+4.

Por ejemplo, se evaluaron propuestas para la construcción de edificios para oficinas administrativas de Itaipú por parte de Cajubi y la financiación de transformadores Tx Rx para la ANDE a través del financiamiento de Cajubi, como alternativa al financiamiento de Eletrobrás.

Entonces, Cajubi vuelve finalmente a realizar inversiones seguras, cubriendo necesidades de la propia Itaipú antes que “invertir” su dinero en desarrollos inmobiliarios, seguros, minería y otros en el extranjero.

Aparentemente, los funcionarios no están muy preocupados por sus jubilaciones, pero en el caso en que Itaipú haga efectiva estas garantías contingentes, el efecto se verá reflejado en el aumento de las cuentitas de luz que recibiremos todos los paraguayos, por lo que es del interés de todos el resultado del juicio por la estafa del siglo en la Cajubi y que se recuperen los fondos dilapidados.

Suiza

Inclusive da (Eduardo García Obregón) el nombre de la cuenta en Suiza, “Árbol de limón” en español, de la cual nadie habla ni da explicaciones.

Efectos

El caso se reflejará en el aumento de las cuentitas de luz que recibiremos todos los paraguayos; luego, debe interesar a todos el resultado del juicio por la estafa.

* MBA. Columbia University

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