El arroz en la agricultura paraguaya

La agricultura paraguaya viene sosteniendo el crecimiento del producto interno bruto (PIB) desde hace varios años. Existe una correlación directa entre el comportamiento anual del sector agropecuario, incluyendo a toda la cadena de la soja y de la carne, con el crecimiento de la economía del país. Con condiciones productivas agrícolas favorables, como las obtenidas en los dos ciclos agrícolas anteriores, es de esperarse que el aporte agrícola siga siendo importante, aunque siempre con un margen de incertidumbre climática.

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Hasta ahora, el complejo soja, maíz y trigo ha constituido el motor productivo, tanto en superficie cultivada como en producción obtenida. Sin embargo, algunos cambios comienzan a observarse, con consecuencias complejas en la cadena agrícola y en toda la economía. El descenso de los precios de los commodities agrícolas ya ha desmotivado bastante el cultivo del maíz en el presente ciclo, a lo que se suma la caída del precio de la soja.

La expansión e intensificación del cultivo del arroz introduce dos elementos nuevos en la estructura agrícola del país. Primero, al diversificar la agricultura tecnificada con un rubro con tecnología y ciclo diferentes a la soja, lo que implica una diversificación de la fuente de ingresos y por lo tanto independiente, en gran medida, del clima. En segundo lugar, el arroz no compite con otros rubros, al ubicarse fuera del área de cultivo de los mismos.

El paquete tecnológico del arroz requiere agua en casi todo el proceso productivo, por lo que las zonas de cultivo deben disponer de agua que luego será administrada según el requerimiento del cultivo. En efecto, las zonas de cultivo del arroz corresponden a las varias cuencas hídricas, especialmente las del río Tebicuary, en los departamentos de Caazapá, Itapúa y Misiones en el sur, mientras que en Cordillera es la cuenca del río Manduvirá.

En muy pocos años se ha desarrollado infraestructura logística acorde a los volúmenes crecientes y modificado campos principalmente ganaderos para el cultivo del arroz, al igual que el conjunto de inversiones agroindustriales que han permitido agregar valor a la producción. El destino principal de la producción es la exportación, donde el principal mercado es Brasil.

La capacidad de adaptación de la agricultura y sobre todo de los agricultores paraguayos a cultivos de rubros no tradicionales, indica también un incremento de competitividad del sistema agrícola paraguayo. Al igual que el trigo, cultivo de climas templados, el arroz, originalmente asiático, puede ser producido en Paraguay con niveles crecientes de productividad.

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