Si bien desde 1993 hasta 2013 ha habido un crecimiento en el porcentaje de aportantes, pasando de 12% a aproximadamente 23%, el promedio en la región es del 45%, por lo que Paraguay se ubica por detrás de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, países que reportan un alcance por encima del 50% de su población que contribuye a un seguro social.
Ahora, si se miran los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) sobre la cobertura de seguro médico en nuestro país, la cantidad de beneficiarios ha mantenido estable pequeñas reducciones a lo largo de los años. Aproximadamente el 25% de la población local posee un seguro médico, siendo el Instituto de Previsión Social (IPS) la mayor prestataria. Sin embargo, un alto porcentaje, más del 70%, es decir, unas 5.072.300 personas, carece de un sistema de protección a la salud, según los datos de la EPH.
En el 2008, de una población total de 24% con cobertura, el 16% contaba con el seguro de IPS. Años más tarde, en el 2016, de los 1.781.480 ciudadanos con seguro médico, el 18% (1.257.800) gozaba del servicio prestado por la entidad previsional, mientras que 524.369 aparece usufructuando otro tipo de seguro médico.
¿Qué pasa con el IPS?
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Cuando se habla del IPS, las críticas al servicio de salud son interminables, ya sea por la falta de medicamentos, insuficiente atención o problemas edilicios. Aunque la entidad previsional cuente con dos fondos, el de Jubilaciones con liquidez y el de salud, con insuficientes recursos, la alta demanda de los asegurados sobrepasa las posibilidades de respuesta del IPS, que no puede ser cubierta con los fondos jubilatorios porque estos constituyen recursos independientes y blindados para los jubilados de hoy y para los del futuro.
Además, el sistema de salud de la entidad previsional es muy amplio porque incluye no solo a los aportantes titulares, sino también a miembros de su familia, hijos menores, padres en relación de dependencia y cónyuge.
En el mismo sentido, en la categoría del régimen general, los titulares que pueden acceder a los servicios de salud son los trabajadores y aprendices, dependientes de empresas, comercios o negocios privados, entes descentralizados y empresas del Estado.
Entre los familiares que tienen derecho a cuidados de salud se encuentran los padres del titular, mayores de 60 años y dependientes del mismo, hijos menores de edad (hasta los 18 años), hijos con capacidades diferentes, mientras dure la incapacidad, así como el cónyuge.
Otro grupo de beneficiarios es el de los docentes públicos, es decir, trabajadores docentes de todos los niveles, pertenecientes al magisterio nacional y sus familiares, los jubilados y pensionados del IPS y el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), así como del servicio doméstico, empleado y empleada doméstica y los veteranos y lisiados de la Guerra del Chaco.
De 400.000 a 1.500.000 asegurados
Esta estructura ha permitido el crecimiento importante de la cantidad de asegurados, tal como se observa en la evolución de ingresantes. En el año 2003, la entidad registraba a unas 400.000 personas con acceso al servicio de salud, 10 años después, el número trepó a más de 1.500.000 asegurados.
Desde ese tiempo hasta ahora, autoridades de la previsional en reiteradas ocasiones han señalado que el sistema de salud está en crisis. Ante esto, solicitaron a organismos internacionales un cálculo actuarial con prioridad en el sistema de salud, que permita detectar el problema real y buscar las alternativas para revertir la situación.
En declaraciones a ABC Cardinal, el presidente del IPS, Benigno López, dijo que el aporte de los cotizantes en promedio es de G. 350.000, monto que no solo da cobertura al titular, sino que a toda su familia, por lo que el costo para la previsional es mucho más que ese aporte, considerando que todo el grupo accede a la totalidad de los servicios de la entidad previsional, desde tratamientos y medicamentos básicos hasta los más complejos.
En el mismo sentido, López mencionó que el IPS cuenta con un servicio especial denominado “atención de enfermedades catastróficas”, rubro que demanda el 40% del presupuesto de salud de la previsional para atender a 1% de los asegurados. Y si se observa el programa de salud, para el mismo se destinan unos US$ 200 millones de forma anual, con un adicional de US$ 50 millones para insumos, que terminan siendo insuficientes para responder a la alta demanda.
Dura realidad ante creciente necesidad
El servicio de salud del IPS actualmente se enfrenta a una altísima demanda que ejerce una importante presión sobre la infraestructura y en las finanzas de la entidad. Los ingresos al fondo de enfermedad y maternidad son utilizados para cubrir el costo de la oferta de servicios, pero estos no serían suficientes para realizar más inversiones y ampliar la capacidad de respuesta. El desafío al que se enfrenta el servicio de salud de la previsional es resolver el problema económico que enfrenta.
Conociendo esta realidad se podría considerar analizarla conceptualmente dentro de un modelo de equilibrio parcial, donde el precio se define por la interacción de lo que ofrecen los productores y lo que demandan los consumidores. Los productores tienen incentivos para producir más con precios altos, mientras los consumidores demandan una mayor cantidad cuando el precio baja. La tarifa en la que tanto los productores y consumidores “vacían el mercado” es cuando todo lo que se produce encuentra un comprador y es conocido como el precio de equilibrio. Por tanto, el mecanismo de fijación de precios es clave para que exista un equilibrio entre la oferta y la demanda.
Cuando a veces se fijan precios por ley y este no está cerca de la cotización de equilibrio se pueden dar distorsiones muy importantes. Si el precio es fijado muy por debajo del equilibrio, se crea una situación de exceso de demanda, donde no hay suficientes productos para todos aquellos que lo quieren comprar. Esto generalmente resulta en largas filas de personas interesadas en adquirir un producto que tiene un precio por debajo de la cotización de equilibrio. Puede suceder cuando existe un bien que se vuelve escaso y los precios no se pueden ajustar a la demanda real. En ese caso, los consumidores pagan no solamente el bajo precio del producto, sino que también lo hacen con su tiempo.
En el caso del servicio de salud del IPS, la cobertura a la que puede acceder un asegurado más sus familiares, lleva a una situación donde hay un exceso de demanda de los servicios para los cuales los asegurados están dispuestos a “pagar” con relativamente mucho tiempo y posiblemente menor comodidad para acceder a la atención sanitaria.
¿Cuál es el precio del seguro de salud del IPS?
El aporte total de empleados y empleadores al IPS es de 23% del salario nominal para los trabajadores en el régimen general, de cuyo monto el 12,5% se destina al Fondo de Jubilaciones y Pensiones y el 9% al Fondo de Enfermedad y Maternidad que gestiona el servicio de salud, es decir, el 9% del salario de un asegurado representa lo que ese aportante paga en concepto de prima de seguro médico.
Con esa prima, el titular puede acceder a una amplia cobertura de salud que incluye cirugías complejas, tratamientos costosos sin restricciones y demás. Estos beneficios no se limitan al aportante particular del IPS, sino que se extiende al cónyuge, hijos y padres mayores de 65 años. En este punto, si se considera una familia tipo con dos hijos, esposo o esposa, padres y titular con una contribución del 9% de su salario, la cobertura es para 6 personas y todos pueden acceder al servicio de salud por el mismo precio.
Siguiendo con el análisis para personas con ingresos menores (el análisis es diferente para las de altos ingresos), se considera el caso de un trabajador tipo con un salario nominal de G. 3.500.000, casi el doble del salario mínimo legal vigente. Este empleado aporta el 9% de su salario al IPS y el empleador 14%, por lo que la contribución total a la previsional es de G. 805.000. Luego del descuento correspondiente, el empleado recibe un salario neto de G. 3.185.000 y al empleador su dependiente le cuesta G. 3.990.000 con el aporte que realiza al IPS. En términos prácticos, este trabajador tiene un seguro médico que cuesta G. 315.000 mensuales (9% por 3.500.000).
En el seguro privado es muy probable que este trabajador encuentre un plan con un costo similar, de aproximadamente G. 200.000-G. 500.000 por persona. En el gráfico se compara el aporte al IPS con una prima en el sector privado de G. 250.000 mensuales. A pesar de que los montos son comprables y hasta podrían ser inferiores en el sector privado, habría grandes diferencias en las coberturas tales como: los seguros privados no cubren medicamentos si se trata de consultas ambulatorias y hasta un límite, dependiendo del plan, en caso de internaciones, además, la restricción se aplica a los días de hospitalización en terapia intensiva y tratamientos por enfermedades catastróficas, por lo que la cobertura médica a la cual puede acceder un asegurado del IPS por un aporte de G. 315.000 sería mayor a la cobertura de los planes individuales más costosos que ofrece el sector privado.
Continuando con la comparación de precios de los planes de seguro médico, con una “prima” de G. 315.000, un trabajador de IPS puede incluir a su cónyuge, hijos y padres por el mismo monto de G. 315.000. En el sector privado, a medida que aumenta el número de personas para ser beneficiaria de la cobertura, sube también la prima. En el sector privado un plan de seguro para cubrir un grupo familiar de 4 personas puede variar entre G. 700.000 y G. 1.300.000, cuando el asegurado del IPS siempre paga 9% de su salario o G. 315.000 en este ejemplo. En este esquema, sumando la prima del grupo familiar de 4 personas, que se estima en G. 750.000 mensuales, más la de un matrimonio de G. 500.000, se alcanza la suma de G. 1.250.000, es decir, un aportante con un salario nominal de G. 3.500.000 y que paga por el seguro de IPS G. 315.000, tiene la posibilidad de acceder a servicios que en el sector privado costarían fácilmente más de G. 1.250.000.
Recapitulando todo lo anterior, el precio del seguro de salud que cobra el IPS a la mayoría de los trabajadores (ingresos menores a G. 5.000.000), exceptuando la calidad del servicio prestado, es menor a lo que cuesta una cobertura médica privada para igual cantidad de beneficiarios.
Y en este caso, podría ser viable implementar un proceso de ajustes de precios o cobertura, es decir, fijando valores acordes a la cantidad de beneficiarios para acceder al seguro de salud, lo que podría reducir el exceso de demanda existente en la actualidad. Esto, teniendo en cuenta que los recursos contribuirían a fortalecer las finanzas del programa de salud, permitiendo, por consiguiente, el mejoramiento y la expansión del servicio de salud prestado por el IPS.
En la próxima entrega, se abordarán algunas alternativas que podrían servir como una de tantas alternativas para descomprimir la sobrecarga existente en el sistema de salud de la previsional, considerando las intenciones de la entidad de empujar una reforma de la Carta Orgánica.
* Unas 5.072.300 personas, más del 70% de la población local, carece de sistema de protección a la salud, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Desde 1993 a 2013 crecieron los aportantes, de 12% a 23%, pero el promedio en la región es del 45%, por lo que estamos muy por detrás de los demás países.
* ¿Podría ser viable implementar un proceso de ajustes de precios o cobertura, fijando valores acordes a la cantidad de beneficiarios para acceder al seguro de salud, lo que reduciría el exceso de demanda? Los recursos fortalecerían finanzas del programa de salud.
* El Instituto de Previsión Social (IPS) cuenta con dos fondos totalmente independientes, el de jubilaciones y de salud. El primero goza de mucha liquidez, sin embargo, el segundo, no acumula los recursos suficientes para hacer frente a la alta demanda.