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Introducción
Este breve análisis fue realizado desde la óptica de un simple ciudadano, autodidacta, que posee algunos conocimientos técnicos producto de la experiencia en el sector (público y privado), analizando solo los resultados sin hacer juicio de valor alguno y manifestando no tener conflictos de intereses al respecto. Se trató de analizar más de lo que se hace y menos de lo que se dice, tratando de que el árbol no impida ver el bosque, ante la falta de acceso a la información pública.
A mediados del 2013 escuchábamos de boca de un novel miembro “técnico” del directorio del BCP, formado en el exterior, luego ministro de Hacienda y hoy precandidato a presidente decirnos: (1) “Paraguay tiene una bonanza importante, la tuvo en los últimos años y probablemente la siga teniendo. Yo creo que Paraguay entró en 2013 en la década más auspiciosa de su historia económica, va a crecer indistintamente de lo que hagamos …”
Sería irresponsable de mi parte decir que nada se hizo en estos últimos años, pero los resultados obtenidos nos muestran que en el 2013 teníamos (fuente BCP), un PIB per cápita de 4.855 US$ (2) y ahora llegaremos a unos 3.875 US$ (3), o sea una reducción del 20% en cuatro años. “El PIB per cápita” refleja, en promedio, cuánto produce cada persona laboralmente activa en el país, es decir, representa la productividad anual de cada trabajador.
Quizás esto explique cuando también leemos “según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la pobreza total durante el gobierno de Horacio Cartes se incrementó con relación al año pasado de 26.58% a 28.86%. Esto significa que al menos 1.950.000 paraguayos son pobres (4).
En el 2013 también leíamos “el saldo de la deuda pública externa del Paraguay al 31 de julio de 2013 ascendía a US$ 2.612,2 millones, informó el Banco Central del Paraguay (BCP) a través de su resumen estadístico” (5), pero para este 2017 leemos que “el saldo de la deuda pública del país (externa más interna) a marzo del 2017 trepó a US$ 6.794 millones, lo que equivale a un 24,3% del PIB, según resalta el último informe emitido por el Ministerio de Hacienda”. (6).
La deuda pública (interna + externa) también se disparó en estos últimos cuatro años, aunque también podemos decir que hubo un aumento de la inversión en obras públicas en general y del sector Energía en particular; pero ¿qué pasó con los resultados de esas inversiones públicas, cuál fue su efecto multiplicador o su valor agregado? A mi modesto entender no se alcanzaron las metas propuestas, por lo menos en el sector Energía que me atañe, quizás faltó una mayor eficacia (gestión estratégica) según lo señalé en enero pasado en “Lo urgente vs. lo importante” (7), ya que, como ingeniero, suelo decir que “lo que no se mide, no se controla”, tal como hoy sucede con la superficie inundada por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), supuestos expresados inclusive en documentos oficiales bilaterales.
Mirando estos números mostrados por la prensa y sin hacer juicio de valor alguno, de forma muy simple se puede concluir que en estos últimos años, cada paraguayo produce menos, por ende tiene menos ingresos, pero ahora debe mucho más. Pero nos dicen y repiten que “crecemos como país”, aunque los indicadores señalados nos muestran todo lo contrario.
Entonces, ¿realmente crecemos como país, ¿sí o no?
Me hice estos planteamientos cuando leí, por ejemplo, artículos como “el Paraguay crece y hay que aprovecharlo”, que repiten hasta el hartazgo las actuales autoridades y algunos políticos (que no me llama la atención); pero sí el hecho de que lo hagan algunos mentados profesionales e inclusive analistas económicos nacionales (8).
Parafraseando al Dr. House “si quieres averiguar la verdad acerca de alguien, jamás le preguntes a él primero”, resolví no preguntar y como cualquier ciudadano crítico-pensante, ante la falta de referencias, me propuse analizar el comportamiento de la demanda de energía país, un elemento objetivo (ajeno al sesgo político electoral) en el último quinquenio, ya que se puede asumir que “no se puede dar un crecimiento económico país sin contar con un escenario de mayor demanda de energía asociada”, un axioma básico para todo estudiante de Ciencias Exactas (ciencias que solo admiten principios, efectos y hechos demostrables, mediante leyes físicas y matemáticas).
Según la literatura, el crecimiento económico es el aumento de la renta o valor de bienes y servicios finales producidos por una economía (generalmente de un país o una región) en un determinado periodo (generalmente en un año).
A grandes rasgos, el crecimiento económico se refiere al incremento de ciertos indicadores, como la producción de bienes y servicios, el mayor consumo de energía, el ahorro, la inversión, una balanza comercial favorable, el aumento del consumo de calorías per cápita, etc.
La mejora de estos indicadores debería llevar teóricamente a un alza en los estándares de vida de la población. Como analizo solo la demanda de energía de un sinnúmero de otros indicadores, por razones de espacio-tiempo, podría parecer que hay cierto sesgo en el análisis realizado, sin embargo no por ello deja de ser válido.
Nuestros actuales sistemas económicos se basan en modelos impulsados por organismos multilaterales que priorizan el crecimiento de la inversión, los préstamos (deudas) y el interés entre otros. Quizás por ello nuestro presidente del BCP haya sido “distinguido” por medios especializados extranjeros como el mejor banquero (9), algo parecido al famoso “empleado del mes”, que acostumbramos ver generalmente en locales de empresas internacionales certificadas, con ello no asumo que haga mal su trabajo como funcionario público, solo lo veo desde una óptica diferente.
Es más, el propio presidente del BCP afirma (15) “aumenta el consumo y la economía se expande” y “el paraguayo está volviendo a consumir”; mientras otra alta autoridad del MIC (16) lo atribuye a un “importante crecimiento de la clase media “y” que la actividad económica está creciendo en el ritmo del 5%. Esto representa que el país no está paralizado “como el Parlamento”, sino que habla de un país pujante, que da empleos…” . O sea, está muy claro que para las altas autoridades locales, una mayor actividad económica implica necesariamente un mayor consumo proporcional de bienes y servicios, incluido la energía.
No dudo de lo que afirman con vehemencia, solo que no puedo correlacionarlo directamente con un mayor consumo proporcional de energía asociado, así como tampoco pude encontrar nada en la web del MH/BCP relacionado con el impacto económico del uso y manejo (eficiente) de la energía país (oferta y demanda), que es un indicador objetivo, a pesar de la existencia en papeles del Decreto N° 6092/16 sobre “política energética” me dispuse a tratar de encontrar dicha correlación.
Solo pude encontrar a un analista económico local que objetó públicamente los indicadores oficiales, o sea tampoco le cierran los números (17), motivo por el cual ya somos dos o más.
En otros países se puede observar que el crecimiento de la economía se corresponde de manera positiva y proporcional con la demanda de energía país, por eso recurrí al Balance Energético Nacional (BEN 2013), elaborado por el Viceministerio de Minas y Energía (VMME) (datos oficiales) en el que se puede ver que el Consumo Energético Nacional (demanda) 2013 fue de 4.409,6 KTep (Kilo Toneladas equivalentes de petróleo, que define el tamaño de la torta energética país) con una distribución (porciones) del 47% Biomasa + 37% Derivados de Petróleo + 16% Electricidad. Allí también se señaló que la oferta energética superaba a la demanda en casi un 230% (10).
En el último BEN (2016) publicado, casi nada cambió, el consumo energético nacional (demanda) aumentó tímidamente hasta unos 4.955,5 KTep, con una (re)distribución del 43% Biomasa + 39% Derivados de Petróleo + 18% Electricidad. También se señala que la oferta energética sigue superando a la demanda en casi un 208%. (11). Observación: El sector Derivados de Petróleo está directamente y mayoritariamente relacionado con el sector Transporte. Dicho de otro modo, la torta energética país creció solo 12,3% en estos últimos cuatro años. Se observa que cambió un poco el tamaño relativo de cada una de las porciones y que aumentó la demanda de energía eléctrica, aunque en igual proporción también creció la demanda de energía de los Derivados de Petróleo, una energía de la que aún no disponemos y que debemos importar (a precios de mercado) y, por ende, exportar US$. Por suerte, esto se dio en un escenario de bajos precios internacionales (precios del crudo en alrededor de 50 US$/bbl), muy diferentes al del 2013, pero estos hechos no modificaron la realidad de que nuestra Balanza Comercial Energética fue y siga siendo negativa.
Entonces, la primera conclusión sería que si la economía país real creció, esta no pudo ser mayor al respectivo crecimiento de la torta energética asociada (12,3%), la segunda es darle la razón al precandidato oficialista citado al afirmar que crecemos como país solo por inercia, pero evidentemente no a las tasas referidas por las autoridades mencionadas precedentemente, ya que crecer como país un 3% anual (real) de forma sostenida, significa matemáticamente alcanzar el doble (de todo) en poquito más de 2 décadas.
Según mi modesto entender, no tiene sentido hablar de la industrialización país si esta se mueve energéticamente a biomasa (43%), donde la leña sigue siendo mayoritario (55,5%), lo que implica ser el (43% x 55.5%) 23,65% del total del consumo energía país, porcentaje por ejemplo que los EE.UU. alcanzó allá por 1900, y que en la actualidad no llegan a superar el 5%. O sea tenemos el mismo escenario que los EE.UU., solo que más de un siglo atrás, donde también tenían entre el 1 al 2% de jóvenes universitarios.
Según el último Informe publicado por el VMME, en febrero 2013 (www.ssme.gov.py), el déficit anual de biomasa productiva ya superaba las 8 millones de Tn (12 millones de m³), esto implicaba una reforestación urgente e intensiva de por lo menos 285.000 Ha., solo para llegar a equilibrar oferta y demanda en el medio plazo. Evidentemente, que el nuevo decreto del Poder Ejecutivo N° 7702/17 “Por el cual se reglamenta el artículo 42 de la Ley N° 422/1972”, conocida como flexibilización de la “Ley de deforestación cero”, sirve tal como se dice “solo para agregar más leña al fuego”.
Si de acuerdo con el informe oficial del 2013 la industria insumía cerca del 60% de la demanda país de la biomasa señalada (55% x 43%) 23,65%, lo que resulta en menos del 15% del total del consumo energía país. El principal motivo del uso sigue siendo el precio y el segundo, no menos importante, es la falta total de políticas oficiales integrales, sumado a la inacción oficial en impulsar la modernización tecnológica y su reorientación hacia procesos más eficientes.
Si hubiera alguna duda del impacto de la industrialización país, podemos verlo a través de la propia demanda ANDE, que según el último informe público de gestión 2016 (14), este sector solo consumió el 16% de la demanda total ANDE del 18% del total (BEN 2016), o sea apenas llegamos al (16% x 18%) 3% del total, que sumados al 15% apuntado precedentemente (leña), más el aporte residual de los derivados de petróleo (donde se carece de mayores datos), podemos llegar a estimar que el todo el sector (semi) industrial paraguayo está aún lejos de requerir el 23 al 25% de la torta energética país en el corto y medio plazo. La diferencia entre los diferentes porcentajes aportados por cada uno de los sectores mencionados es función de la eficiencia de los procesos para convertir dicha energía neta en energía útil.
Entonces, ¿por qué se permite seguir usando la leña y/o derivados de petróleo en procesos (semi) industriales ineficientes, en los que el uso de la energía eléctrica es factible?
Los resultados de los BEN señalados nos muestran la ineficacia de las políticas públicas en materia energética, ya que cada uno de los sectores se maneja como compartimientos anárquicos, estancos, bajo la figura de una supuesta autarquía, sumados a los enclaves binacionales ante la ausencia total de un organismo rector y jerárquico. Se entiende como ente autárquico al sistema económico en el que un Estado se abastece con sus propios recursos, evitando en lo posible las importaciones.
El supuesto crecimiento oficialmente publicitado de ciertos sectores industriales, tales como la maquila, hasta ahora no se ha reflejado en mayores demandas de energía ANDE y/o país, quizás por eso la literatura denomina como economía de enclave a un modelo económico donde, en un mercado globalizado, se localizan actividades productivas en países subdesarrollados destinadas a la exportación y sin integrarse al mercado local. (http://www.maquila.org.py/).
Mboca garrotere
El BEN 2016, oficial, también nos muestra que energéticamente hablando toda la energía eléctrica “exportada” en las binacionales es equivalente al doble de toda la energía “importada” país en derivados de petróleo, que vimos que representaba el 39% de nuestro consumo nacional, muy superior al 18% del sector eléctrico ANDE.
Para que el lector se haga una idea de lo que hablamos, en números, podemos decir que en el 2016, la energía eléctrica paraguaya cedida en las binacionales superó más de tres veces a la demanda total anual ANDE (incluyendo el 25,6% de pérdidas totales oficiales); sin embargo, leemos (con sorpresa y aunque Ud. no lo crea) que altas autoridades de la estatal, entre otros, estiman que para el 2025 ya usarían casi toda la energía de Itaipú más EBY (13) que nos corresponde por derecho (50% de lo producido), a pesar de que hoy la ANDE retira menos del 15% de todo lo producido (por eso cedemos el otro 35%).
Evidentemente los pagos que recibimos por “exportar” energía limpia y renovable son muy inferiores a los pagos que realizamos por “importar” energía no renovable y con precios de los mercados internacionales, por ello tal como ya fue mencionado, la Balanza Comercial Energética fue, sigue y seguirá siendo negativa.
Conclusión: Si el país crece por inercia, me pregunto ¿cuánto creceríamos adicionalmente con soló reordenar la relación oferta y demanda energética país? El apagón forestal hoy es una realidad, pero poco o nada se ha hecho por sustituir las importaciones de energía y revertir la realidad negativa de la Balanza Comercial Energética, a pesar de que el propio BEN oficial nos muestra que la oferta aun duplica a la demanda. Sin embargo, se prefiere mantener el statu quo, parece que las autoridades y/o sus asesores, aún no comprenden esta paradoja. Si bien la energía, obviamente, no es el único factor que influye en el desarrollo humano, existe una clara correlación entre ambos. El diagnóstico para el buen entendedor es muy claro, pero se prefiere empezar a atacar el síntoma (oferta) y no la causa (demanda). Por ello, reorientarlos convenientemente está en manos del gobierno, presente y futuro, sería muy bueno (tal como ahora ocurre en Chile) escuchar cada una de las propuestas y debates de todos los precandidatos sobre cómo la energía puede ayudar a abonar la cosecha desarrollo país Paraguay camino al Siglo XXI.
Referencias
(1) http://www.ultimahora.com/paraguay-tiene-10-anos-mas-crecimiento-segun-el-bcp-n622422.html
(2)http://www.ultimahora.com/ingreso-per-capita-crecio-mas-cuatro-veces-diez-anos-n613686.html
(3)http://www.economiavirtual.com.py/pagina-general.php?codigo=9847
(4)http://www.abc.com.py/nacionales/aumenta-pobreza-en-paraguay-1604219.html
(5)http://www.abc.com.py/edicion-impresa/economia/la-deuda-externa-pais-crecio-20-en-un-ano-614005.html
(6)http://www.ultimahora.com/a-marzo-la-deuda-publica-aumento-un-243-del-pib-n1082588.html
(7)http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/lo-urgente-vs-lo-importante-1558472.html
(8)http://www.ultimahora.com/el-paraguay-crece-y-hay-que-aprovecharlo-n1106448.html
(9)http://www.economiavirtual.com.py/pagina-general.php?codigo=10535
(10)http://www.ssme.gov.py/vmme/index.php?option=com_content&view=article&id=1677:el-balance-energetico-nacional-2013-esta-disponible-en-la-base-de-datos-del-sien-paraguay&catid=96:sample-news&Itemid=552
(11)http://www.ssme.gov.py/vmme/index.php?option=com_content&view=article&id=1805&Itemid=552
(12)http://www.elfinanciero.com.mx/mercados/crecen-apuestas-por-crudo-a-100-dolares-para-2018.html
(13)http://www.ultimahora.com/ande-estima-que-2025-ya-usaria-casi-toda-la-energia-itaipu-y-eby-n1111783.html
(14)http://www.lanacion.com.py/2017/01/19/ande-sector-residencial-consume-44-la-electricidad/
(15)http://www.adndigital.com.py/aumenta-el-consumo-y-la-economia-se-expande/
(16)http://www.lanacion.com.py/politica_edicion_impresa/2017/03/16/importante-crecimiento-de-la-clase-media/?fb_comment_id=1150753458383897_1173132706145972&comment_id=1173132706145972
(17)http://www.ultimahora.com/preocupa-el-manejo-politico-indicadores-economicos-n1105834.html .
230%
Según el Balance Energético Nacional (VMME), en 2013 la oferta energética superaba a la demanda en un 230 por ciento.
208%
En 2016, tres años después, según la misma institución, la oferta de Energía en nuestro mercado fue superior en un 208 por ciento.
Biomasa
No tiene sentido hablar de la industrialización país si esta se mueve energéticamente a biomasa (43%), donde la leña sigue siendo mayoritario (55,5%).
El doble
El BEN 2016 nos muestra que, energéticamente hablando, toda la electricidad “exportada” en las binacional equivale al doble de la energía “Importada” ...
3 veces
En el 2016, la energía eléctrica paraguaya cedida en las binacionales fue tres veces superior a la demanda total anual de ANDE (incluyendo las pérdidas)...
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