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Conforme a los datos de las cooperativas de las Américas, el sector cooperativo se fue desarrollando gradualmente en el resto de los países de la región a partir de las primeras décadas del siglo XX y por diferentes influencias, como fue el caso de inmigrantes europeos en el Cono Sur, que promovieron las cooperativas de consumo, financieras y cajas de socorro mutuo.
En ese sentido, Argentina cuenta con 12.000 cooperativas, que representan alrededor de 10 millones de socios, mientras que en Brasil, la Organización de Cooperativas de Brasil (OCB) registra a 6.652 entidades de este tipo, con 9 millones de miembros. En la región de América Latina, las 13.000 cooperativas afiliadas a la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) reúnen a más de 32 millones de socios.
En Paraguay, las cooperativas de producción fueron las que impulsaron y mostraron el camino y la relevancia de este tipo de organizaciones. En las últimas décadas, las cooperativas, especialmente las de ahorro y crédito, se expandieron de forma acelerada tras la crisis financiera desatada en el país en 1995, durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy (1993-1998). Antes de esta convulsión existían en Paraguay 40 instituciones bancarias y 60 financieras, pero luego se redujeron a menos de 14 entidades.
En este contexto, las cooperativas emergieron con mayor fuerza en todo el país como alternativa por la desconfianza que imperaba en el sistema financiero local, además, ante la necesidad de las economías regionales, que comenzaban a mostrar un dinamismo en el crecimiento, de contar con una entidad que les administre y conceda recursos para ir fortaleciendo sus actividades, ya que los bancos y financieras se situaban casi con exclusividad en la capital del país y en contadas ciudades.
De acuerdo al Censo Cooperativo de 2012, de un total de 3.094.307 personas consideradas como población económicamente activa (PEA), el 46%, es decir, 1.410.313, estaban asociados a una cooperativa presente en todos los departamentos del país. Solo en Central y Alto Paraná se concentraban el 65% de las cooperativas, zona geográfica donde se encuentra ubicado el 53% de la población. Los departamentos de Itapúa, Caaguazú, San Pedro, Cordillera y Guairá aglutinaban al 23% de las entidades y al 28% de la población nacional.
Los restantes departamentos como Paraguarí, Canindeyú, Presidente Hayes, además de Misiones, Concepción, Amambay, Boquerón, Caazapá y Ñeembucú agrupaban al 12% de las cooperativas y al 19% de la población nacional.
Grupos internacionales como la Organización International del Trabajo (OIT) y la ACI Américas se encuentran en constante apoyo al desarrollo cooperativo en la región basándose en la lucha contra la pobreza, la promoción de la inclusión social y el trabajo digno o decente.
En Paraguay, como en otros países de América Latina, los desafíos para el sector cooperativo siguen siendo muchos, por lo que el trabajo para su fortalecimiento conllevará también un largo tiempo.