Ciclos y etapas históricas de la economía paraguaya

La economía paraguaya ha pasado por varias y diversas situaciones a lo largo del tiempo, pero son contados los trabajos de periodización de la evolución histórica de la economía. Existen estudios donde aparece o como telón de fondo o mediante eventos específicos, pero no siempre como “actor central”. Una aproximación elemental es analizar los ciclos económicos en función a grandes periodos históricos: indígena, colonia, periodo independiente, post Guerra Triple Alianza, periodo liberal, Itaipú, etc. Otras agregan elementos que permiten comprender mejor los tiempos, eventos y ciclos económicos.

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Una de las mayores fuentes de información económica a lo largo de la historia es la recopilación de Kleinpenning, cuyos dos tomos (Paraguay 1515-1870: una geografía temática de su desarrollo: y Paraguay rural 1870-1963: Una geografía del progreso, el pillaje y la pobreza. Editorial Tiempo de Historia). De igual forma, la tesis doctoral de Luis Campos (Grandes etapas del desarrollo agrícola del Paraguay, su inserción al mercado regional e internacional) y los trabajos de Juan Carlos Herken, constituyen herramientas elementales para el estudio de la historia económica paraguaya, al igual que los estudios de Ashwell de finales de la década de 1980. Una aproximación por periodos también se puede encontrar en el rico y diverso estudio denominado Estado y Economía en Paraguay 1870-2010, de Fernando Masi - Dionisio Borda.

El derrotero económico e histórico de Paraguay ha sido tan heterogéneo y sinuoso que resulta difícil encontrar tres o cuatro elementos que lo expliquen en su totalidad. En efecto, las dos guerras internacionales, los periodos de crisis política, que desencadenaron incluso en guerras civiles, el tamaño de la población, los diversos shocks externos, la fragilidad institucional y los vaivenes de precios, parecen haber agregado una fuerte dosis de irregularidad e incertidumbre, como resultado de la muy baja capacidad del Estado de controlar y dirigir la economía.

El último esfuerzo de periodización de la economía paraguaya corresponde al actual presidente del Banco Central de Paraguay, José Cantero, quien en su libro titulado Paraguay: Atrocidad, Atasco, Auge y la Reinvención, resume, simplifica y condensa más de dos siglos de economía y política, en doce periodos o etapas presentados de forma didáctica.

Por “Atrocidad”, Cantero hace referencia a la postguerra, el difícil periodo posterior a la Guerra de la Triple Alianza, evento traumático para la demografía, la economía y para la institucionalidad estatal. El “Atasco”, posterior al periodo atroz, durará hasta casi finales del siglo XX, para pasar luego al periodo de “Auge”, cuando el crecimiento económico se genera, alimenta y evolucionan en un marco democrático. Finalmente, el libro concluye con una serie de propuestas para Reinventar la economía, indicando más que nada la necesidad y oportunidad para crecer con una menor dependencia de los shocks externos.

Los cuatro grandes periodos presentados por Cantero se vuelven a dividir en subperiodos que permiten comprender los factores productivos, la situación monetaria y financiera, asociada a las condiciones políticas e institucionales que, conjuntamente, configuraron, frenaron, limitaron o impulsaron el crecimiento económico.

Los ciclos económicos presentados por Cantero muestran una y otra vez los embates de los shocks externos en la frágil y precaria estructura económica paraguaya. Se puede observar desde los primeros ciclos económicos una suerte de “vocación natural hacia la agricultura”, ante la inexistencia de metales preciosos y otros recursos que permitan generar y acumular riquezas. De esta forma, los primeros bienes que se comercializaban sistemáticamente en el periodo colonial fueron la yerba mate y el tabaco, para luego agregarse la madera, el tanino y la carne, bajo el modelo de enclaves. Finalmente, desde mediados del siglo XX, el algodón primero y luego la soja, completan el espectro agrícola.

Un aspecto muy particular e interesante de los ciclos que presenta Cantero es el periodo de Stroessner, denominado “segundo pulmón”. El análisis plantea que el río Paraguay y el comercio con y hacia Argentina constituía un pulmón para la economía paraguaya y que se precisaba de otra vía comercial y de integración. En este sentido la construcción del puente de la Amistad, las Rutas 2 y 7 y el acercamiento a la órbita brasileña representan el segundo pulmón económico. La construcción de la represa de Itaipú significó un motor adicional al segundo pulmón, permitiendo una revolución económica, pero de efecto limitado. La fuerte inyección de divisas como resultado de la construcción de la hidroeléctrica sin embargo no logró integrar a la industria al dinamismo.

Otro detalle relevante en el análisis de los ciclos económicos es que Stroessner reúne una serie de logros que no se pudo conseguir en los periodos anteriores: la estabilidad política, la materialización de antiguos proyectos de infraestructura y el impulso de la agricultura. De esta forma, un siglo más tarde del último periodo de auge económico, el del gobierno de Carlos Antonio López, el país vuelve a experimentar una etapa de crecimiento, inversiones, equipamiento y diversificación. En cierta forma, se podría estimar que la guerra de la Triple Alianza tuvo un efecto residual de alrededor de un siglo.

En cada ciclo el clima político ha sido determinante para la conducción económica. Atendiendo los escasos periodos de equilibrio, tranquilidad y estabilidad política e institucional, debido a la serie de cambios de gobierno, golpes de Estado, revoluciones y guerra civil, se puede comprender las serias limitaciones para la toma de decisiones económicas inteligentes.

Por las razones antes mencionadas, la economía paraguaya fue durante extensos periodos históricos una embarcación si no a la deriva, al menos dirigida por los vientos que imprimían mayor o menor velocidad a la vida económica nacional. Así, la economía paraguaya se benefició de épocas de precios altos de commodities agrícolas, pero igualmente experimentó los efectos negativos de los diferentes shocks regionales y mundiales en distintos periodos. El solo detalle de la fragilidad y precariedad monetaria durante los últimos 250 años, cuando se aceptaban signos monetarios de distintos países, es un indicador sensible de la situación de dificultad económica.

El periodo de Democracia y Auge (2003-2017) presenta algunas rupturas importantes con el pasado. En primer lugar, el crecimiento económico sostenido logró un retroceso marcado en los niveles de pobreza, fenómeno que no había ocurrido antes. Segundo, la estructura económica estuvo basada histórica y tradicionalmente en el sector agropecuario, mientras que actualmente es el sector de comercio y los servicios el que presenta mayor participación en el producto. En tercer lugar y muy vinculado al punto anterior, la economía paraguaya muestra hoy un fuerte matiz urbano, como resultado de unas tasas mayores de urbanización. Por último, los indicadores demográficos también parecen alinearse en el último periodo, donde se observa una transición demográfica que se expresa por un crecimiento menor de la población y sobre todo por una estructura de edades más equilibrada. En efecto, la disponibilidad de población en edad de trabajar, denominados también bono demográfico, es otra condición disponible en Paraguay y que, los países que logran despegar en términos económicos lo han hecho aprovechando esta configuración demográfica. El tamaño de la economía paraguaya ha adquirido otra escala, inaugurando subsectores que hasta hace unas pocas décadas eran totalmente desconocidos y sin demanda, como por ejemplo el de las construcciones. El valor del Producto Interno Bruto ha experimentado una aceleración significativa en su crecimiento durante la última década.

Por último, Cantero concluye su periodización con un conjunto de recetas prospectivas, donde propone una serie de cambios para lograr que la estructura económica y el crecimiento y expansión de la misma no estén ya limitados exclusivamente a los vectores externos, evitando y reduciendo el impacto de los shocks externos. Las transformaciones que deben producirse guardan relación con: Instituciones, Impuestos, Inteligencia, Infraestructura, Inversión, Inclusión productiva e Imagen.

Para concluir, la historia económica, sus ciclos y su desempeño han estado muy vinculadas al devenir político, institucional y financiero, donde el contexto regional e internacional ha marcado los ritmos principales, tanto en los periodos de crecimiento como en lo de crisis. A pesar de todo, de innumerables eventos restrictivos, los agentes económicos paraguayos han logrado encontrar su lugar en el mundo, a veces en nichos ventajosos, otras veces en mercados temporales. La institucionalidad, es decir las políticas y las regulaciones estatales, debe seguir fortaleciéndose para que los próximos ciclos sean más productivos, inclusivos en términos sociales, generen estabilidad y muestren mayores niveles de sostenibilidad.

La historia económica –con sus ciclos y su desempeño– ha estado muy vinculada al devenir político, institucional y financiero, donde el contexto regional e internacional ha marcado los ritmos principales, tanto en los periodos de crecimiento como en lo de crisis.

La institucionalidad, que es como decir las políticas y las regulaciones estatales, debe seguir fortaleciéndose para que los próximos ciclos sean más productivos, inclusivos en términos sociales, generen estabilidad y muestren mayores niveles de sostenibilidad.

A pesar de innumerables eventos restrictivos, los agentes económicos paraguayos lograron encontrar su lugar en el mundo, a veces en nichos ventajosos, otras en mercados temporales. El tamaño de la economía adquirió otra escala, inaugurando subsectores que hasta hace pocas décadas eran desconocidos.

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