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Actualmente el escenario productivo es mucho más diverso y trasciende el sector forestal. Uno de los factores que explica la transición de una economía maderera a otra agrícola y de servicios es el aumento sostenido de la población. Según la consultora Investor Economía, aproximándose al medio millón de habitantes en 2012, el departamento de Caaguazú aparece como el cuarto más poblado del país. Sin embargo, este no se presenta como un espacio tradicionalmente ocupado, ya que es solo a partir de la década de 1960 que este departamento experimenta una importante fase de poblamiento. Así es como Caaguazú pasó de contar con poco más de 100.000 habitantes en 1960 a poco menos de 500.000 en 2012. Efectivamente, hasta la década de 1970, la mayor parte de la superficie del departamento estaba ocupada por densos bosques vírgenes, mientras que la escasa población departamental se concentraba en una ínfima porción oeste.
Además, la segunda mitad del siglo XX sería el escenario de grandes transformaciones territoriales para toda la Región Oriental del Paraguay: sin lugar a dudas, Caaguazú ha sido uno de los departamentos más impactados por esos cambios. En tan solo unos años (1970-1980), la historia del departamento se vería catapultada por la instalación de un nuevo eje de comunicación que integraría Asunción y la región central del Paraguay, con el Este del país, con el Brasil y con la pujante ciudad de Puerto Presidente Stroessner. Asimismo, el eje materializado por las actuales rutas nº 2 y 7 no solo sería el asiento de nuevas colonias campesinas atraídas por las políticas de colonización, sino que sería el nuevo soporte de la urbanización del interior del país.
En la actualidad se observa que el departamento ha venido desgastándose en su carácter de espacio “pivot” en la economía nacional. Los cambios económicos ocurridos en las últimas décadas en el Paraguay, como el desarrollo de la agricultura empresarial y de la ganadería, así como la expansión del sector terciario, interesarían también a las demás regiones del país, dando lugar a una inédita recomposición de la organización regional en la que el departamento de Caaguazú debe encontrar un nuevo lugar. De la misma manera, el protagonismo de Coronel Oviedo ha ido debilitándose por la expansión de la red de rutas asfaltadas, que ya no la ubicaba en una posición central.
Al respecto, la capacidad de las ciudades del departamento en liderar el dinamismo regional (generando empleos, productos y servicios) será determinante. Finalmente, el fortalecimiento del peso demográfico de Caaguazú, que vio multiplicarse por cuatro su población en los últimos cincuenta años, exige nuevas reflexiones en torno al desarrollo regional, a la instalación de servicios, y al nuevo rol que tienen que desempeñar sus ciudades.