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Durante el encuentro, que se llevó a cabo en la sede de Itaipú, en Hernandarias, se habló acerca de la posibilidad de introducir el proyecto a un esquema científico e implementar el mbokaja en las familias agrícolas del país como cultivo de renta.
El mbokaja, o coco del Paraguay, es la palmera más representativa de nuestro país y fue el primer rubro aceitero explotado en la región. Las ventajas que tiene esta oleaginosa, contra otra, es que el aprovechamiento es del fruto entero y no solo de las semillas. Además se le puede dar muchos enfoques debido a las múltiples utilidades que tiene este fruto.
Industrialmente da seis subproductos y ninguno se desperdicia, según el especialista Eduardo Bohn, representante de Agroenergías SRL.
“La idea de todo esto es introducir al coco a un esquema más científico y llevarlo a un nuevo rubro, al igual que el del agro de hoy día en Paraguay y sobre esa base crear una nueva alternativa de desarrollo”, explicó.
“Creemos que el mbocaja, con un enfoque moderno y beneficiándose de los avances que hoy experimentamos, se podrá lanzar realmente como una nueva alternativa en muchas zonas del país”, agregó.
Para alcanzar este objetivo –según Bohn– ya se había propuesto años atrás el Plan Nacional del Mbokaja. Como algo novedoso, se propuso hacerlo a nivel de proyectos pilotos, con los que cierta gente seleccionada, dispuesta a hacer la experiencia, reciba ayuda de Itaipú, juntamente con otras instituciones del Estado, para que puedan lanzarse e ir ganando ya experiencias en el rubro.
“Queremos demostrar que esto es posible y luego llevarlo como proyecto a mediano o largo plazo para el Paraguay. El Plan Nacional del Mbokaja prevé trabajar con todos los productores minifundiarios de todo el país y no competir con ningún cultivo”, dijo por su parte Luis María Fleitas, de la ER.GP. “Esta es una lucha contra la pobreza, que hoy es eje principal del Gobierno Nacional.
Iniciamos en Energías Renovables por la sencilla razón de que a la planta de mbokaja se la vio como un pequeño surtidor. Biocombustible posible, económicamente rentable y socialmente interesante porque involucraba a pequeños productores”, aseveró.
Según Fleitas, para que el proyecto pueda tomar forma se necesitará del apoyo de instituciones como el Viceministerio de Minas y Energías (como ente regulador de la parte energética del país), del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), de la Secretaría Técnica de Planificación, del Instituto Paraguayo de Tecnología Agropecuaria, entre otros.
“Estamos muy interesados en el plan. Lo vemos con un futuro muy importante”, empezó diciendo a su turno Orlando Gallas, representante de la Unidad de Asistencia Técnica de la Cooperativa Colonias Unidas tras finalizar la reunión en la Dirección de Coordinación Ejecutiva de Itaipú.
La cooperativa se caracteriza por que la mayoría de sus socios (el 70%) son pequeños y medianos productores, que tienen un área de entre 30 a 50 hectáreas. Según Gallas, el objetivo fue siempre “asistir, trabajar con esos productores, para que ellos se queden en sus fincas”.
“Somos más de 4.000 asociados y más de 2.500 son agricultores. Tenemos también la parte de lechería, ganadería y cerdos y un área de soja de 125.000 hectáreas distribuidas entre 2.000 a 2.500 productores. Estamos muy entusiasmados con el cultivo del coco. Creemos que es otra alternativa para los pequeños productores y la idea es acompañar esta organización”, finalizó.
PNM
El Plan Nacional del Mbokaja prevé trabajar con todos los productores minifundiarios de todo el país y no competir con ningún cultivo.