Cargando...
Algo es seguro, Asunción ya no puede ser pensada como si fuese un distrito aislado, por más importante que sea su peso político por ser la sede de poder administrativo. Asunción vive con su aglomeración. Basta con recordar que más de 1,5 millones de personas ingresan cotidianamente a Asunción: si bien estos flujos animan la ciudad, la sobrecarga en la infraestructura y los servicios es cada vez más problemática.
Los altos precios inmobiliarios de la capital han intensificado la apuesta de la población por instalarse en los distritos aledaños, especialmente en el departamento Central. Es precisamente allí donde se proyecta la clase media emergente de la Gran Asunción. De este modo, se pone en marcha el proceso de intensificación del fenómeno de suburbanización y de migraciones pendulares entre las zonas residenciales de los distritos aledaños y la zona de empleo (Asunción). Para Investor Economía es evidente que este contexto tiene importantes repercusiones en la organización de la ciudad: Asunción aparece como una ciudad “desordenada” y uno de sus principales problemas radica en la situación del tránsito vehicular, que parece haber llegado a un punto crítico. En efecto, la acumulación de capas sucesivas de diferentes tipos de crecimientos (demográficos, económicos, tecnológicos) no estuvo acompañada de intervenciones planificadas que adapten la ciudad al creciente número de usuarios. Como resultado del crecimiento por inercia y sin planificación, Asunción yo no es solo una ciudad “desordenada” sino también “disfuncional”, es decir que su capacidad para realizar sus funciones mínimas están comprometidas. Si el desorden parece solo una cuestión de “limpieza y pintura” para mejorar la imagen, la disfuncionalidad es mucho más compleja y exige intervenciones de envergadura, inteligentes y de fondo.
El escenario de crecimiento económico de Paraguay y el discurso oficial sobre las atracciones de inversiones es muy marcado, generando altas expectativas en inversionistas, pero paradójicamente Asunción, la puerta de entrada principal al país, no condice con el momento de bonanza económica. De igual forma, cuando emerge la clase media en varias zonas del país, los asuncenos son lo que se encuentran en peores condiciones, debido a que la ciudad ha sido abandonada al crecimiento inercial, sin planificación y sobre todo sin proyecto.
Para proponer algunas soluciones al respecto es imprescindible analizar a Asunción desde adentro, buscando comprender finalmente la manera en que funciona y el rol que juegan los diferentes espacios de la ciudad. Las centralidades de la ciudad son esenciales, porque estas orientan los flujos, además de constituirse como espacios referenciales en el imaginario de los habitantes. Al respecto y a primera vista, se observa que Asunción funciona con una multitud de centros, o centralidades, que evolucionan de manera desarticulada y poco complementaria. Entre estas centralidades se pueden citar la zona del Mercado Cuatro, Villa Morra, el eje Aviadores del Chaco, eje Avenida Eusebio Ayala, el centro histórico, etc.