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El emprendedor es una persona corriente que asume decisiones riesgosas para conseguir resultados extraordinarios. No se trata de tener una idea maravillosa; se trata de dimensionar el concepto y llevarlo a la práctica a pesar de todas las amenazas identificadas para el éxito del proyecto.
Idea
Surgen buenas ideas todo el tiempo, pero nadie financia sueños. Transformar una idea en un proyecto es lo que hace un emprendedor; ello implica trabajar en un Plan de Negocios en que se analice su viabilidad y asumir el liderazgo de su adecuada puesta en práctica.
Antes de iniciar su negocio propio, debe tener en cuenta sus propias cualidades y desarrollar aquellas que precisa. Así, serán necesarias las siguientes condiciones que definen al emprendedor: liderazgo, capacidad para asumir riesgos, perseverancia, resistencia a las frustraciones, creatividad e innovación, organización y planificación, información actualizada del entorno y gran confianza en sí mismo.
Dentro del proceso de convertir la idea en realidad, el emprendedor debe evaluar los pros y los contras de que el emprendimiento sea una unipersonal, una sociedad de responsabilidad limitada o una sociedad anónima. Datos como el tamaño del capital, necesidad de contar con antigüedad para participar de licitaciones, estructura requerida, socios capitalistas, posibilidad de acceder a créditos bancarios o de proveedores, entre otros, deben ser analizados para tomar la decisión correcta.
El plan de negocios, visto como un documento escrito que servirá para dejar constancia del análisis de una idea de negocio, podrá cumplir la función de identificar y describir los detalles de la visión emprendedora; por lo tanto, también podrá ser más fácil concretar las opciones que lo harán viable. La viabilidad tiene que ser técnica, comercial y financiera; por ello, el plan debe responder estas preguntas: ¿Se puede realizar? ¿Se va a vender? ¿Será rentable?
Con base en todo lo identificado se podrán planificar las estrategias o pasos a seguir, así como los recursos que serán necesarios para convertir la idea del negocio en una empresa en funcionamiento. Hay que tener en cuenta que tener un negocio propio debe ser más rentable que realizar inversiones financieras, pues se asume un riesgo mayor con una posibilidad menor de liquidación sin pérdidas.
Proyectando y concretando
El emprendedor debe ser el primer interesado en contar con un buen Plan de Negocios, ya que a través de este documento dispondrá de una herramienta que le permitirá analizar y planificar su proyecto, conocerlo mejor, identificar sus puntos fuertes y débiles, preparar el capital tanto de inversión inicial como operativo, incrementando de esa manera las posibilidades de éxito.
El plan de negocios también le ayudará a planificar las tareas necesarias para la puesta en marcha del proyecto y clarificar los objetivos a corto y mediano plazo, con lo que contará con una herramienta que le permitirá medir los avances e implementar correcciones tempranas en caso de desvíos.
El negocio no es una isla; estará relacionado con otras entidades a las que solicitará productos y servicios, e incluso, probablemente, deberá presentar su proyecto a bancos e inversores en caso de requerir capital ya sea en préstamo o como socios de la inversión. Para esta presentación será importante el plan de negocios y, particularmente, un adecuado y riguroso plan financiero.
Considero importante que sea el mismo emprendedor (o grupo de emprendedores que promueven el proyecto) quien trabaje en la elaboración del plan de negocios, aunque si fuera un proyecto complejo requiera del acompañamiento de un consultor especializado. El nivel de detalles y desarrollo del plan de negocios muchas veces depende de cuán clara se tenga la idea fuerza y también de la información que se posea sobre el mercado.
Por eso, el contenido varía de un proyecto a otro, dependiendo de varios aspectos como el volumen de inversión, la complejidad de la actividad, la dimensión, segmentos a los que va dirigido, licencias requeridas, regulaciones y otros; sin embargo, todo plan debe incluir una serie de análisis mínimos y dar respuestas una serie similar de preguntas.
También debe atenderse que el material sea claro y conciso, pues debería ser entendido fácilmente por personas ajenas al proyecto. Además, debe ser convincente, puesto que dependerá de ello que se consigan o no los recursos financieros necesarios.
Entonces, el contenido mínimamente deberá incluir aspectos generales, como ser un resumen ejecutivo y la presentación del proyecto, un estudio de mercado, la estrategia comercial, la estructura de producción, filosofía y desarrollo de los talentos humanos, el análisis económico financiero y, desde luego, un análisis FODA (Fortalezas y Debilidades que corresponden a cuestiones propias; y las Oportunidades y Amenazas percibidas del entorno).
Muchas variables pueden afectar a la rentabilidad de un sector a corto o mediano plazo, incluidos el clima y el ciclo propio de cada rubro, pero sin duda será la estructura del sector, puesta de manifiesto en las fuerzas competitivas, la que determinará la rentabilidad y sustentabilidad a largo plazo. Iniciar un proyecto de negocios no debe significar hacer una apuesta; se deben asumir riesgos previamente estudiados y tener una expectativa objetiva del futuro.
Sigamos hablando de dinero; así, aprendemos a manejarlo mejor.
Plan
El nivel de detalles y desarrollo del plan de negocios muchas veces depende de cuán clara se tenga la idea fuerza y también de la información obtenida.
Riesgo
El emprendedor es una persona corriente que asume decisiones riesgosas para conseguir resultados extraordinarios en sus actividades.
Idea
No se trata de tener una idea maravillosa; se trata de dimensionar el concepto y llevarlo a la práctica a pesar de todas las amenazas identificadas.
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