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Frenos al crecimiento
Los frenos que han reprimido la actividad económica regional se deben tanto a factores externos como a factores internos.
Por el lado externo, algunos socios comerciales importantes están creciendo menos que antes. La desaceleración de la demanda de China, en particular, sumada a un aumento de la oferta mundial, ha terminado con el boom de precios de las materias primas. Para los países exportadores de materias primas de América del Sur, incluyendo Paraguay, esto eliminó un importante impulso positivo al crecimiento. Asimismo, la recuperación de la economía estadounidense ha demorado más de lo previsto, retrasando el estímulo esperado para México y otras economías que tienen vínculos estrechos con Estados Unidos.
Más allá de los vientos externos en contra, hay también factores internos que han frenado el crecimiento. Varias economías de América Latina alcanzaron sus límites de capacidad productiva en los últimos años: el fuerte crecimiento durante tiempos de auge redujo el desempleo a mínimos históricos y dejó en evidencia importantes cuellos de botella en materia de infraestructura y capital humano. En algunas economías, la política económica ha contribuido recientemente a generar incertidumbre, deteriorando la confianza del sector privado.
El camino por recorrer: cuesta arriba, con riesgos de condiciones resbalosas
Además, existen riesgos considerables que están nublando el horizonte. Si China se desacelerara más de lo actualmente proyectado, la demanda de exportaciones de materias primas de América Latina se debilitaría aún más. La volatilidad de los mercados financieros también podría dispararse, por ejemplo, si las tasas de interés en Estados Unidos aumentaran más bruscamente de lo previsto. Las autoridades deberán estar atentas a las condiciones futuras del camino y estar preparadas para maniobrar ante cambios en las mismas.
Poner a punto los motores del crecimiento
¿Qué más deberían hacer los países? Las condiciones externas son lo que son. Lo que las autoridades sí pueden hacer es preparar sus economías para crecer más y en forma sostenida en el futuro. Para Paraguay, como para otros países de la región, será necesario incrementar la inversión en infraestructura, dentro de los límites fiscales. Otra condición importante para fomentar la inversión privada, generar empleo y estimular el crecimiento, es crear un clima de negocios más favorable. Mejorar los resultados de los sistemas educativos también es una prioridad en muchos países de la región. El programa de reformas vigente en Paraguay se focaliza en varias de estas áreas, pero una implementación sostenida será crítica para cristalizar sus beneficios.
Mientras tanto, las autoridades deben conservar la estabilidad macroeconómica lograda en la última década, para lo cual es necesario mantener finanzas públicas sólidas, preservar marcos de políticas creíbles y contener los riesgos en el sistema financiero.
Con una focalización clara en reformas estructurales y prudencia macroeconómica, la región podrá lograr mayores tasas de crecimiento aún si el camino por delante es complicado. Dentro de este contexto, Paraguay está bien posicionado para seguir siendo una de las economías más dinámicas en América Latina, en la medida que siga desarrollando y fortaleciendo su economía.
Reformas
El programa de reformas vigente en Paraguay se focaliza en varias áreas, pero su implementación sostenida será crítica para cristalizar beneficios.
China
La desaceleración de la demanda de China, en particular, sumada a un aumento de la oferta mundial, ha terminado con el boom de precios de las materias primas.
(*) Economista alemán, nuevo encargado de misión del FMI en Paraguay.