La introducción del uso de arados pesados, con ruedas y vertedera, permitió un cultivo más profundo de los suelos del norte de Europa. El cambio del buey por el caballo como animal de tiro fue el resultado de dos avances tecnológicos, como el uso de la herradura y el desarrollo de la collera que permitían al animal tirar de mayores cargas más fácilmente. Esto aumentó la eficiencia del transporte por tierra, tanto para el comercio como para las campañas militares y, sumado a la mejora general de la red de carreteras, aumentó las oportunidades comerciales para las comunidades rurales mejor comunicadas.
La FAO considera a la agricultura familiar como un sector clave para lograr la erradicación del hambre y el cambio hacia sistemas agrícolas sostenibles en América Latina y el Caribe y el mundo. Los pequeños agricultores son aliados de la seguridad alimentaria y actores protagónicos en el esfuerzo de los países por lograr un futuro sin hambre. En nuestra región, el 80% de las explotaciones pertenecen a la agricultura familiar, incluyendo a más de 60 millones de personas, convirtiéndose en la principal fuente de empleo agrícola y rural. No solo producen la mayor parte de los alimentos para el consumo interno de los países de la región, sino que habitualmente desarrollan actividades agrícolas diversificadas, que les otorgan un papel fundamental a la hora de garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y la conservación de la biodiversidad.
La agricultura familiar es también una actividad clave en la reactivación de las economías rurales, generando estabilidad y arraigo social y nuevos horizontes de desarrollo, sobre todo para la juventud rural. La diversidad del sector es considerable, ya que existen productores que se organizan e involucran en las dinámicas locales y nacionales, logrando avances sustanciales, mientras que otros consiguieron asegurar la venta de su producción a la administración pública para abastecer comedores escolares y centros hospitalarios. Otros han logrado trascender las barreras nacionales y exportar sus productos.
El 2014 fue el Año Internacional de la Agricultura Familiar. Referentes de las redes internacionales de agricultores familiares, cooperativas, los sectores público y privado, el mundo académico y los organismos de la ONU hicieron hincapié en cómo esta iniciativa sirvió para ayudar a concienciar sobre el papel crucial que desempeñan los agricultores familiares en la lucha contra el hambre y la pobreza en todo el mundo. Según la FAO, permitió generar en todo el mundo un firme compromiso político al más alto nivel en favor de la agricultura familiar, tanto en los países del Sur como del Norte.
También se sabe que la agricultura familiar es mucho más que un modo de producción de alimentos: es también una forma de vida.
A finales de 2014 se realizó un diálogo mundial sobre la agricultura familiar en la sede de la FAO en Roma en cuya ocasión representantes de los gobiernos, organizaciones campesinas y el sector privado exploraron maneras sobre cómo aprovechar el actual impulso mundial y transformarlo en acciones concretas en apoyo de los agricultores familiares más allá de 2014. Se discutió la manera de crear un entorno de políticas favorable para fomentar la capacidad de los agricultores familiares de suministrar y acceder a los mercados, especialmente a nivel local y nacional, incluso mediante la promoción de sistemas alimentarios locales sólidos que vinculen las granjas con las escuelas y las comunidades, generando empleos e ingresos.
El diálogo aprobó también una propuesta para la creación de una herramienta basada en internet: la Plataforma de Conocimiento de la Agricultura Familiar, a principios de 2015. La plataforma estará albergada por la FAO con el objetivo de crear la mayor colección mundial de alto nivel de leyes, reglamentos, políticas públicas, datos pertinentes, mejores prácticas, investigación convincente, publicaciones y artículos relacionados con la agricultura familiar.
En Paraguay, la pobreza extrema es un fenómeno principalmente rural y aumentar los ingresos por trabajo implica el crecimiento de la actividad agropecuaria rural y no agropecuaria. Dentro del agropecuario, el ingreso rural es fundamental. El ministro de la Secretaría Técnica de Planificación (STP), José Molinas, junto a un equipo técnico nos decía que por alguna razón la incorporación de la tecnología en la actividad agrícola no formaba parte de la agenda de desarrollo del país en las últimas décadas.
Partiendo del triste diagnóstico, hoy se está probando cómo producir un paquete tecnológico con los productos agrícolas que los campesinos decidan sembrar y que sea sostenible en el tiempo. El proyecto denominado “Modernización y mecanización de la agricultura familiar” apunta a tener un programa piloto para documentar la viabilidad de aplicar una tecnología muy actualizada. Se llegó a más de 5.000 hectáreas, pero en diversos niveles porque fue imposible la aplicación total del paquete a la superficie mencionada porque los suelos no están preparados para que así sea. A esa superficie se preparó el suelo en forma mecanizada; a otras 600 hectáreas se hizo la siembra mecanizada y a otras 300 hectáreas fue posible avanzar desde la preparación, pasar por la siembra con una tecnología mejorada del suelo y realizar la fertilización.
En una segunda etapa que se inicia en estos días, los trabajos se focalizarán en la preparación del suelo de tal manera que pueda realizarse todo el ciclo completo a otras 5.000 hectáreas porque se proyectan alcanzar 14.000 hectáreas de acondicionamiento de tierra para la mecanización proyectada. La idea es empezar a trabajar en esa dirección para disminuir la brecha tecnológica para modernizar y mecanizar la agricultura familiar para aumentar los rendimientos de la producción y los ingresos de los labriegos.
El proceso contempla cuatro componentes: acondicionamiento de suelo y la siembra mecanizada, fertilización irrigación a la siembra, provisión de semillas mejoradas de alta calidad (híbridos) de maíz, soja y sésamo. Para desarrollar este plan fueron contratados especialistas en la agricultura de precisión a través de un concurso de precio para adjudicar los trabajos. Se trabaja con 24 contratistas.
Este proyecto arrancó con un convenio entre la Central de Cooperativas del Área Nacional (Cencopan) y la Itaipú Binacional. El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) se encarga de coordinar y organizar los trabajos de los contratistas y de la logística de insumos, mientras que el seguimiento y monitoreo están a cargo de la STP y del MAG. La Itaipú se encarga de la fiscalización general junto con la Cencopan. La duración del convenio es de un año y culminará el 20 de octubre de este 2015.
En algunos asentamientos fue imposible regar los cultivos por dificultades de acceso al agua, según la experiencia recogida por los contratistas. Al aplicar este sistema la cantidad de agua por hectárea requerida oscila entre 400 y 1.000 litros, dependiendo de la humedad del suelo. A la fecha se ejecutaron 3.958 hectáreas de siembra manual con la preparación del suelo con rastra (cruzada). En algunos lugares los inconvenientes en terrenos con troncos impidieron entrar con rastras de nivelación.
De acuerdo a las planillas, 763 hectáreas fueron sembradas con sembradoras mecanizadas, 367 hectáreas con siembra líquida con tecnología de punta que incluye fertilización, encalado y riego.
Semillas
Este proyecto también facilita las semillas para todos los rubros. Las semillas de maíz y soja fueron donadas por la Unión de Gremios de la Producción (UGP), mientras que en el caso del sésamo se hizo un acuerdo especial con empresas exportadoras de sésamo. Este plan piloto se desarrolla en 32 distritos totalizando 49 asentamientos rurales y alcanzó a 2.613 familias con un promedio de dos hectáreas procesadas por familia.
Explicaron que en este momento se está cosechando el sésamo para luego medir los rendimientos y hacer una comparación entre la siembra manual, la otra realizada en forma mecanizada y la siembra que incorpora todo el paquete tecnológico.
Ya no con bueyes
En varios lugares visitados por los técnicos, los labriegos coincidieron en señalar que ya no quieren seguir trabajando con bueyes, que quieren cultivar con tractores como hacen sus vecinos que tienen un desempeño más empresarial. Es decir, la agricultura familiar empobrecida tiene bien claro que la solución es la mecanización. Sin embargo, no encuentra forma porque no tiene el dinero para contratar técnicos, no tienen escala para pagar. Molinas indicó que con este proyecto se pretende agrupar a las familias campesinas y coordinar con los contratistas para proveerles servicios, porque nadie puede llevar un tractor para cultivar dos hectáreas por lo que se impone aglutinar a varias familias de un asentamiento para que así puedan tener mayor volumen de producción.
La diferencia es abismal y el campesino lo sabe pero sufre: en dos días se puede preparar una superficie de una hectárea con un arado tirado por una yunta de bueyes, mientras que con un tractor el tiempo se reduce a 40 minutos para el mismo trabajo.
Contrapartida
Esta etapa del proyecto se caracteriza por el acondicionamiento del suelo con las semillas, la provisión de los insumos como cal agrícola y los fertilizantes, los trabajos de fertilización e irrigación. La contrapartida del productor incluye todos los cuidados culturales y la cosecha. Se tiene previsto para una siguiente etapa disminuir el aporte del proyecto y aumentar la contrapartida del productor en forma progresiva hasta que llegue el momento que este pague totalmente los servicios, su organización se consolide, y tenga espalda suficiente para contratar a más especialistas para una asistencia en forma continua. Ahora nada se le puede pedir aún al campesino porque está empobrecido y no puede experimentar todo su potencial lo que significa el aumento de la productividad en términos reales.
Mercado
El problema de la agricultura familiar no es solamente su gran rezago tecnológico ya que, una vez consolidado el aumento en su producción, su esfuerzo será inútil sin un mercado capaz de adquirir sus productos. Sobre este punto, Molinas decía que en este momento se está trabajando con un grupo de empresas para pedirles que ya ofrezcan a los productores contratos con compromisos de compra con precio definido antes de la siembra. Se debe determinar los rubros, objeto de transacción, calidad y precio. De esta forma, los productores harán su trabajo sabiendo a quien venderán y a un precio fijado con antelación. Este es un desafío complementario.
La Cámara Paraguaya de Exportadores (Capex) apunta a un plan de expansión a 100.000 hectáreas y puede apoyarse en la agricultura familiar. El maíz se puede utilizar para consumo animal y transformarlo en carne que es un rubro para el cual Paraguay tiene mucha demanda externa en la actualidad. La soja y el poroto, que también forman parte de este paquete tecnológico, tampoco tendrán problemas de mercado. Con contratos bien confeccionados, las organizaciones campesinas tendrán directa conexión con el exportador para impedir la presencia de intermediarios.
Decisivo año
Este 2015 será decisivo para la evaluación del Gobierno de su eficiencia en la lucha contra la pobreza para reducirla hasta un 9%. Varias son las instituciones que están involucradas en esta cruzada contra la pobreza siendo una de ellas el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), que tiene el compromiso de proveer asistencia técnica agropecuaria, mejoramiento de suelo a productores y la provisión de materiales, insumos y herramientas. Esta cartera tendrá que hacer un gran esfuerzo este año porque, si bien superó su meta en mejoramiento de suelo, que llegó a más de 10.000 familias cuando en principio su proyección era de solo 7.000 familias, no tuvo la misma eficiencia en provisión de materiales, insumos y herramientas, ya que solo llegó a 8.293 familias de las 20.000 previstas (41,47% de su meta en este rubro en el 2014).
Como el 70% de los pobres extremos está en el área rural, es fundamental intensificar la cobertura y la calidad de la extensión agraria con el propósito de mejorar la producción, además de conseguirles mercado para la comercialización, tanto en el sector público como privado. Los esfuerzos pueden ser insuficientes, ya que de las 150.000 familias en pobreza extrema rural, se estima que unas 50.000 no tienen tierra.
Abismal
Diferencia es abismal. En dos días se puede preparar una hectárea con un arado con bueyes, mientras que con un tractor el tiempo se reduce a 40 minutos.
3.958
A la fecha se ejecutaron 3.958 hectáreas de siembra manual, con la preparación del suelo con rastra (cruzada). En algunos lugares los troncos retrasaron.
5.000 hectáreas
El proyecto “Modernización y mecanización de la agricultura familiar” apunta a tener un programa piloto para documentar la viabilidad de aplicar una tecnología muy actualizada. Se llegó a más de 5.000 hectáreas, pero en diversos niveles, porque no pudieron aplicar todo el paquete a la superficie mencionada.
Cuatro componentes
El proceso contempla cuatro componentes: acondicionamiento de suelo y la siembra mecanizada, fertilización, irrigación de la siembra, provisión de semillas mejoradas de alta calidad (híbridos) de maíz, soja y sésamo. Para desarrollar este plan fueron contratados especialistas en agricultura de precisión.
Las semillas de maíz y soja fueron donadas por la Unión de Gremios de la Producción (UGP), mientras que en el caso del sésamo se hizo un acuerdo especial con empresas exportadoras de sésamo. Este plan piloto se desarrolla en 32 distritos, totalizando 49 asentamientos rurales y alcanzó a 2.613 familias.
La contrapartida del productor incluye todos los cuidados culturales y la cosecha. Se tiene previsto para una siguiente etapa disminuir el aporte del proyecto y aumentar la contrapartida del productor en forma progresiva hasta que llegue el momento que este pague totalmente los servicios.
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