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El sector ganadero se ha enfrentado cuatro años de “clima desfavorable”, hecho que afectó la productividad y receptividad de los campos y, por ende, el hato ganadero, cuya disminución exacta se podrá calcular recién tras el primer periodo de vacunación contra la fiebre aftosa, según declaraciones de Martín Filártiga Lamar, presidente de la Regional Central Chaco de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) y secretario general del gremio. “A raíz de esto, condiciones climáticas adversas y de los bajos precios que recibe el productor en estos años, se da la continua disminución del hato ganadero”, señaló en conversación con ABC. En la primavera de 2024, el clima parecía normalizarse con un presagio de verano “húmedo normal”, pero posteriormente se dio vuelta el escenario y de nuevo el sector se mantiene en alerta ante un “déficit hídrico y la noticia de la probable llegada del fenómeno climático La Niña”.
Dijo además que, indudablemente, el Chaco es el más afectado por las condiciones climáticas adversas y añadió que “recién ahora se abre en la zona la ventana de siembra de cultivos de renta”, que sin dudas también impactará en el desarrollo de la actividad ganadera.
Añadió que los productores analizan el escenario con mucha cautela. “El negocio se volvió muy riesgoso y, para más, perdió una de sus mayores fortalezas: la previsibilidad”, explicó para agregar que la resiliencia del sector salió a relucir ante estas adversidades y adelantó que este nuevo año lo encararán con “esperanza y trabajo” porque el campo “no puede dejar de producir ante un panorama de clima adverso, ni con condiciones comerciales desfavorables”.
En este contexto, recordó que la ARP viene solicitando desde hace años la creación de un instituto paraguayo de la carne, un organismo altamente técnico y especializado, en el que “todos los eslabones de la cadena puedan sentarse en una mesa a discutir el rumbo a seguir para posicionar en un sitial cada vez más alto la producción paraguaya en el mundo”.
Tendencia “a la baja” para el hato
A su vez, el titular del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal, José Carlos Martin, se refirió en una entrevista reciente con ABC al impacto que tendrá la sequía en la actividad ganadera y mencionó que se calcula una disminución del hato entre 200.000 a 250.000 cabezas.
“En algunas zonas puntuales del país, ya son 24 meses de sequía puntual. Seguimos a la espera de que las lluvias lleguen. No obstante, con la sequía prolongada, los porcentajes de preñeces no fueron buenos, lo que impactarán en una disminución de terneros y del hato en general. Tuvimos una faena récord el año pasado y, si no se traduce en eficiencia, el hato va a disminuir y seguirá con una tendencia a la baja”, advirtió.
Crisis
El sector ganadero nacional arrastra cuatro años de pérdidas a causa de la sequía y, según reportes, la crisis se acentuará, en especial en el Chaco.