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En el apartado del reporte denominado “Panorama general: Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento” se ahonda sobre los escenarios. El primero está vinculado al limitado espacio fiscal de la región sobre cuyo panorama los avances en infraestructura, educación y productividad requieren inversiones públicas sustanciales, mientras que los niveles elevados de endeudamiento y las altas tasas de interés incrementaron abruptamente el servicio de la deuda. En este sentido, una potencial forma de reunir un mayor volumen de recursos públicos es a través de una mejora en la eficiencia del gasto público, refiere el BM, precisando que diferentes cálculos indican que se podría ahorrar hasta el 12% del gasto público, equivalente a 4% del Producto Interno Bruto (PIB), mejorando el proceso de adquisiciones y la gestión de recursos humanos. No obstante, en muchos países se necesitarán más recursos y cómo conseguirlos se ha vuelto el tema de intenso debate.
En segundo lugar, el organismo menciona que la persistente desigualdad en la distribución del ingreso sugiere que los mecanismos tributarios y de transferencia existentes no están cumpliendo su función igualadora de ingresos, como sí ocurre, por ejemplo, en muchos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Finalmente, como tercer punto, la persistencia de las bajas tasas de crecimiento y el estancamiento de la inversión en la región a lo largo de décadas apuntan a severas ineficiencias en el diseño de los sistemas tributarios, particularmente cuando se toma en cuenta el comportamiento de los agentes. Por un lado, se sabe que la elevada y muy concentrada carga del impuesto sobre la renta personal sirve para fomentar la evasión y reducir la actividad económica. Por otra parte, las alícuotas del impuesto al valor agregado (IVA) han sido criticadas porque se convierten en una carga para la economía cuando se acercan a los niveles observados hoy en día en Argentina, Chile, Colombia y Uruguay, enfatiza en su informe el BM. En ese contexto se destaca la preocupación por las alícuotas promedio y marginales efectivas del impuesto a la renta de las sociedades en ALC que se encuentran entre las más elevadas del mundo. Esto debido, principalmente, a altas tasas nominales y disposiciones tributarias menos generosas que las observadas en otras jurisdicciones (por ejemplo provisión para capital corporativo, simplificación de medio año y métodos de valuación de inventarios). De hecho, la tasa promedio nominal del impuesto a las sociedades en la región (25%) es la más elevada del mundo, por encima de la OCDE (24%) y muy por encima de Asia (19%). Mas aún, si se ajusta por exenciones y otras modificaciones, las tasas promedio efectivas para todas las empresas siguen por encima de las de la OCDE. Mientras ALC busca atraer algunos eslabones de las cadenas de valor mundiales, elevar la inversión para la transición verde e incrementar el crecimiento por encima de los niveles observados en el pasado inmediato, estas altas tasas tributarias son vistas como un contrapeso a cualquier ventaja que la región ostente en términos de salarios o proximidad a los EE.UU., y agravan tanto el entorno empresarial relativamente adverso de la región como los niveles crecientes de criminalidad y violencia. Asimismo, las elevadas tasas tributarias también motivan a las empresas a evadir reportando menos ingresos e inflando costos, además de trasladar los beneficios hacia subsidiarias en paraísos fiscales con impuestos bajos, menciona otra parte del informe del organismo internacional.
¿Cuáles son los alcances de gravar la riqueza en ALC? ¿Qué patrimonios son considerados? ¿Qué impactos tendrá en la economía? Estos y otros puntos son expuestos en esta edición.