Cargando...
Según cifras recientes, la región presenta rezagos en materia de integración de infraestructura y conectividad de 19.4% en relación con Europa, que se constituye como el continente más integrado del mundo. Además, el 50% del valor agregado de las exportaciones del viejo continente provienen del intercambio entre sus propios países, porcentaje que en el caso de América Latina y el Caribe se reduce a un magro 15%.
A raíz de esto, surge la necesidad de generar y apoyar nuevos mecanismos de interconexión como son los procesos de facilitación de comercio, el desarrollo de poblaciones fronterizas y la integración de servicios. En estos campos, sobresalen los esfuerzos multilaterales de la Alianza para la Integración de América Latina y el Caribe (ILAT) –un acuerdo entre organismos con acción en la región como Banco de Desarrollo para América Latina (CAF), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y FONPLATA–, y la iniciativa Rutas de Integración –que congrega a esas mismas instituciones y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES)–.
Ambas herramientas de financiamiento buscan garantizar la ejecución de proyectos estratégicos para el impulso del desarrollo sostenible y la integración de los países. Además, existen intervenciones intergubernamentales de gran envergadura para la integración física entre países. Un claro ejemplo de esto es el puente Pilar-Colonia Cano –entre Paraguay y Argentina– que se postula como proyecto para el desarrollo integral transfronterizo y que incluye la facilitación del comercio, el transporte de personas y mercancías y la reducción de costos en general. Y de la misma forma destaca el trabajo de ese país junto a Argentina y Brasil para la construcción del puente internacional sobre el Río Paraná, que une las ciudades de Presidente Franco y Foz do Iguazú, y que permitirá ampliar y mejorar el desarrollo de la llamada Triple Frontera.
La integración regional está en el ADN de nuestros países y es también parte esencial de CAF. Como organismo de desarrollo, su primera operación en 1972 consistió en el financiamiento para la construcción de un puente entre Colombia y Venezuela. Y desde ese entonces la institución ha dedicado todos sus esfuerzos a interconectar y generar nuevos mecanismos de desarrollo para sus países miembros. No solo para fortalecer las economías locales y generar un mayor bienestar social, sino también para promover más y mejores capacidades de negociación a nivel internacional, ampliar los mercados nacionales y reducir las vulnerabilidades frente a factores externos de cualquier tipo.
Tanto en Paraguay como en el resto de los países de la región el nivel de integración de las ciudades fronterizas se traduce y proyecta en un mayor bienestar para todo el territorio. De allí la importancia de seguir priorizando y poniendo en valor políticas que potencien su desarrollo.
Bienestar
Tanto en Paraguay como en el resto de los países de la región el nivel de integración de las ciudades fronterizas se traduce y proyecta en mayor bienestar para todo el país.
Servicios
Ciudades de frontera de la región han estado históricamente relegadas en materia de servicios básicos, conectividad logística y comercial, e infraestructura física y funcional.
(*) Vicepresidente corporativo de Programación Estratégica de CAF.