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Resumen del conflicto que ocurrió entre el 25 y el 29 de agosto de 2019, en ocasión de la inesperada decisión de las autoridades argentinas de suspender los trabajos de adecuación de las barras de 220 kV-250 MVA para elevarlas a 500 kV - 1.732 MVA correspondiente a la Línea Paraguaya N° 2 (LP2), que permitiría al Paraguay la libre disponibilidad del 100% de la energía que le corresponde (1.550 MW).
Situación de la infraestructura inicial
El diseño de la Central Hidroeléctrica Yacyretá fue realizado con la instalación de 20 unidades generadoras de 155 MW cada una, que totalizan una potencia instalada de 3.100 MW, por lo que corresponde, según el Tratado, al Paraguay 1.550 MW, pero que hasta entonces podía retirar solo unos 450 MW.
Estos 20 generadores depositan su generación en dos barras principales, en un Campo de SF6 - 500 kV y, desde ahí la suministran a la Argentina, a través de tres líneas de 500 kV (1.732 MVA) llamadas LA1, LA2 y LA3.
Por el lado paraguayo teníamos solo dos líneas de 220 kV (250 MVA), conectadas a las barras principales de 500 kV a través de autotransformadores que permitían el retiro de un máximo de 450 MW (500 MVA), razón por la cual debieron realizarse adecuaciones de barras en el campo SF6 de la central hidroeléctrica para que las líneas paraguayas LP1 y LP2 transporten la energía en 500 kV y retirar ese 1.550 MW, que es el 50% de la potencia y que representa el 100% de la que le corresponde a nuestro país en Yacyretá, según el Tratado.
La primera adecuación de barras se realizó en la LP1 durante la dirección del Ing. Angel María Recalde, pero, lastimosamente, debido a la intromisión del director argentino Arq. Oscar Thomas, solo se logró alcanzar una salida parcial de potencia de 700 MW en la LP1, lejos de los 1.550 MW, un objetivo de soberanía de nuestro país.
Nuevo intento para lograr los 1.550 MW soberanos
Durante el Gobierno de Mario Abdo Benítez asumí la jefatura del Departamento Técnico de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), iniciamos las gestiones para realizar las adecuaciones de barras de la Línea Paraguaya N° 2 (LP2), con el fin de elevar su potencia de 225 MW (250 MVA) a 1.550 MW (1.732 MVA), en el nivel de tensión de 500 kV. Para dar ese paso logramos un contrato con la Mitsubishi Corporation del Japón, por un monto aproximado a los US$ 10 millones.
Se comportaron como únicos dueños
Como si fuesen dueños exclusivos de la Entidad Binacional Yacyretá, los funcionarios argentinos intentaron evitar ejecución de los trabajos de adecuación de los paraguayos.
Fue el lunes 26 de agosto, a las 05:00, cuando el personal paraguayo, y los japoneses, se presentaron para iniciar los trabajos aprobados y establecido por el Comité Ejecutivo y Consejo de Administración (Res. CA N° 3684-17), pero Cammesa argentina informó a la Sala de Control de Operaciones que no daría permiso para ningún tipo de maniobra necesaria para el inicio de los trabajos de adecuación programados.
Recordemos que Cammesa, desde la puesta en marcha de las unidades (1.994), fue beneficiada con el 93% de toda la producción de energía de la central hidroeléctrica.
Ante la situación creada por Cammesa, me presenté en la Sala de Operaciones y exigí la realización de las operaciones programadas, pero mi pedido fue ignorado por Cammesa y por las autoridades argentinas de la EBY. En respuesta, inmediatamente después me instalé en la Sala de Operaciones y anuncié que me quedaría en ese lugar hasta que se libere la posibilidad de hacer las maniobras necesarias para iniciar la obra de infraestructura, porque eso es una cuestión de soberanía, y era ya impostergable la realización de la tan esperada obra, que beneficiará al Paraguay y que no toleraremos ninguna demora y mucho menos avasallamientos de las autoridades argentinas”.
De inmediato se acoplaron mis principales colaboradores y también, entonando la popular marcha Patria Querida, con una enorme bandera paraguaya copamos la sala de máquinas todos los funcionarios agrupados en el SITPAY-DT, Sindicato de Trabajadores Paraguayos del Departamento Técnico. Al instante se viralizó el caso en la prensa y redes sociales y el incipiente conflicto adquirió niveles relevantes en la prensa y en la ciudadanía paraguaya.
Director y consejeros argentinos me convocaron a una reunión en el quinto piso de la central
En ese mismo día, lunes de tarde, se hizo la reunión a la que me había convocado el director argentino Martin Goerling. Me acompañaron los principales jefes de área de la margen paraguaya. Al otro lado de la mesa se sentaron los integrantes argentinos del Consejo de Administración, así como el director y el jefe técnico argentinos.
En la reunión, básicamente, las autoridades argentinas me amenazaron y me exigieron que desista de mi conducta y que abandone la intención de continuar con los trabajos programados.
El director argentino insistió de manera prepotente y advirtió que no permitiría que se realice la obra.
Ante esas amenazas, opté por levantarme de la mesa manifestando que el Paraguay es soberano, razón por la cual ejerceremos nuestros derechos de cualquier manera”. Inmediatamente me retiré de la reunión con mis colaboradores paraguayos y dejamos solos a las autoridades argentinas.
Posteriormente me reuní con el asesor jurídico de la Margen Derecha, Dr. Juan Carlos Duarte, quien dictaminó jurídicamente y redactó una nota que dirigimos a Cammesa acerca de la legalidad y de los derechos soberanos del Paraguay en la EBY para realizar las obras que pide la ANDE, cuyo presidente entonces, el Ing. Luis Villordo, envió la nota de autorización de la ANDE.
Entra en escena el director paraguayo Nicanor Duarte Frutos
Mientras nosotros seguíamos en la Sala de Control Principal de Operaciones, sosteniendo con firmeza que las maniobras programadas debían iniciarse, el director paraguayo, el martes 27, llegó a la Central Hidroeléctrica Yacyretá para negociar con su par argentino.
En la primera reunión, las autoridades argentinas pidieron mi destitución y un sumario administrativo, que fue denegado por Nicanor Duarte Frutos. No obstante, luego de varias reuniones destrabaron el conflicto y produjeron una resolución para que los trabajos se reanuden el jueves 29, en horas de la madrugada, que era la aparente solución del caso.
Aparente porque Cammesa se mantuvo intransigente en su decisión de no autorizar la realización de las maniobras de barras e inclusive amenazó hasta a las autoridades argentinas, a pesar de la Resolución que negociaron los directores. Duarte Frutos volvió a Asunción a esperar la definición del caso.
El miércoles 28 de agosto, por la noche, en vísperas de las maniobras programadas y ante la intransigencia de Cammesa, convoqué de nuevo al asesor jurídico, Dr. Juan Carlos Duarte, para que ratifique el dictamen soberano y veamos una estrategia de presión en el caso de que Cammesa continuara con su negativa. También pedí al jefe de Seguridad de la zona de obras, Cnel. S.R. Juan Torres, que despliegue a los funcionarios paraguayos de seguridad en la zona del vertedero Añacuá si fuese necesaria la apertura del vertedero y, por ende, el desembalse del río Paraná ante las amenazas de Cammesa. El jefe paraguayo de Seguridad comprendió la situación e inclusive quedó a mi orden si se planteaba la necesidad extrema de la apertura y desembalse.
El jueves 29 de agosto del 2019, en horas de la madrugada, fecha fijada para las maniobras de barras, Cammesa seguía con su posición; no obstante, ratifiqué a su gente que el Paraguay ejercerá su derecho en la hora prevista, de cualquier manera.
Ante esa firme decisión, Cammesa reitera que no autorizaba los trabajos y que dejaba a nuestro cargo toda la responsabilidad de cualquier inconveniente que ocurra en el sistema argentino y, para respaldar esa decisión, vinieron a la Sala de Operaciones el jefe técnico argentino, Marcelo Cardinali, el asesor jurídico argentino y un escribano con la intención de iniciar cargos contra mi persona y otros de la margen paraguaya.
Operación y maniobras con éxito - Victoria Paraguaya
La tensión y presión alcanzó sus niveles más altos en la hora de realizar las maniobras, los funcionarios técnicos y operadores paraguayos tomaron el control de la central hidroeléctrica y ejecutaron las maniobras necesarias para que los japoneses empiecen sus labores de adecuación de la LP2.
Luego de concretarse las maniobras de barras que estaban previstas, desde la Sala de Control de Operaciones se avisó que todas las maniobras se habían realizado con éxito y sin ningún error, el anuncio produjo un estallido de euforia entre los paraguayos, no así entre los funcionarios argentinas, testigos del triunfo de la tesis paraguaya, quienes optaron por retirarse de la Sala de Control de Operaciones.
Gracias a esas acciones, el 23 de diciembre del 2019 finalizan y se inauguran los trabajos de adecuación de barras de SF6 en 500 kV (1.732 MVA ) de la LP2 y el Paraguay logra, por primera vez en la historia, alcanzar la capacidad de retiro soberano de los 1.550 MW que le corresponden.
Vuelta de página y a completar las adecuaciones parciales de la LP1
Sin pérdida de tiempo se gestionó la adecuación completa de la Línea Paraguaya N° 1 para elevar la potencia de 700 MW (adecuación parcial) a 1.550 MW. Para el efecto se contrató a la firma Toshiba del Japón, con la intermediación del entonces embajador del Japón, quien había visitado previamente la central hidroeléctrica.
Sin embargo, como cuando ganamos la Guerra del Chaco, no todo fue color de rosas, porque apenas inaugurada la última adecuación de barras de la LP1, el 10 de setiembre del 2021, lográndose el cambio de diseño de la central para que el Paraguay tanga la capacidad de retiro de energía final con las Líneas Paraguayas LP1 y LP2 en 500 kV y 1732 MVA cada uno, el director paraguayo, Dr. Nicanor Duarte Frutos, sorpresivamente me destituye, así como a todos los jefes de áreas involucrados en la patriótica gesta, porque buscaba “preservar de contaminación sectaria y facciosa (rebeldía) el Departamento Técnico” (ABC Digital, 30-11-2021), básicamente porque nos rebelamos contra las arbitrariedades de algunos argentinos en Yacyretá.
El costo total de ambas adecuaciones alcanzó unos 20 millones de dólares americanos. Si bien se consiguió la soberanía energética en la EBY, en cuando a la infraestructura aún falta conseguir la soberanía energética económica con una tarifa adecuada y legal.
Cinco años
El 29 de agosto se cumplen cinco años de la gloriosa gesta soberana de profesionales y técnicos en la EBY.
3100
El diseño de la Central a Yacyretá fue realizado con la instalación de 20 unidades generadoras de 155 MW cada una, que totalizan una potencia instalada de 3.100 MW.
Solo 450
De los 3100 MW corresponden al Paraguay, según el Tratado de Yacyretá. 1550 MW, pero hasta entonces podía retirar apenas cerca de 450 MW.
Sectarios
Fuimos protagonistas de la gesta patriótica, pero nos destituyeron para “preservar de contaminación sectaria y facciosa (rebeldía) el Departamento Técnico”.