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Constituye un hito para nuestro país luego de años de procurar la ansiada estabilidad económica. Un grado de inversión genera una confianza del inversor, consumidor y empresarios, ya que estos al percatarse de un entorno seguro están más dispuestos a gastar e invertir, lo que motiva el crecimiento económico, el aumento del consumo, el incentivo del capital extranjero y el desarrollo del comercio en general. El grado de inversión permite también mejorar las condiciones de financiamiento, es decir, intereses más bajos y mayores plazos para los préstamos facilitando así el desarrollo de nuevos proyectos, mejoramiento de la competitividad, la infraestructura y la productividad. Esto a su vez se multiplica y permea en la creación de nuevos empleos, calidad en las condiciones de trabajo, mayor confianza y más oportunidades laborales.
El seguro, como actividad milenaria, ha evolucionado en sintonía con el crecimiento de la industria, el comercio y los servicios, por lo que el grado de inversión repercute directamente en el sector. Por un lado, la confianza del mercado permite a las aseguradoras operar en un entorno más favorable para el desarrollo de la industria asegurativa, ofreciendo sus productos a tasas más competitivas, predecibles y estables, y a su vez planificar más a largo plazo. Este fenómeno permitirá a su vez lograr una mayor confianza del mercado de reaseguros como materia prima fundamental y como aliado estratégico de las aseguradoras incentivando el desembarco de más reaseguradoras internacionales que verán cesiones de primas más atractivas para su apetito comercial y su interés en la región.
En otro orden, la disminución del riesgo país se traduce en primas de seguros más económicas y el acceso a más capital, que permite al inversor, empresario o empresa en crecimiento priorizar la previsión como un elemento clave en su organización, generando así un aumento de la demanda de productos de seguros.
Internamente, esa confianza de mercado le permite al asegurador acceder a más herramientas tecnológicas, infraestructura y capital humano, mejorando su operatividad, desarrollando productos innovadores, diversificados, mejorar sus centros de atendimiento y una mayor presencia en todo el país. A su vez, el aumento de los ingresos en los hogares atraerá mayor demanda de productos de seguros en ese segmento, así como en los ramos de vida y salud como productos de protección familiar muy vinculados al ahorro y a la inversión a largo plazo, pues en la medida en que mejoren los ingresos habrá más posibilidad de que la persona invierta en seguros, protegiendo su patrimonio y garantizando su estabilidad económica.
En resumen, no existen dudas de que el grado de inversión impacta positivamente en la industria del seguro. Aumenta la confianza en el mercado, incentiva la presencia de más reaseguradores internacionales, facilita el acceso a financiamientos, lo que expande la oferta de sus productos, estabiliza las primas en el largo plazo y acompaña a la empresa y al emprendedor en su crecimiento económico. Estos componentes crean un entorno propicio para que las aseguradoras operen de manera más efectiva y ofrezcan mejores servicios de calidad a sus asegurados.
Mayor
Permitirá lograr una mayor confianza del mercado de reaseguros como materia prima fundamental y como aliado estratégico de las aseguradoras.
(*) Abogado