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Según la interpretación inicial de las autoridades y de los emblemas privados, dicho documento establece que las importadoras –que venden este gasoíl sin gravamen a las embarcaciones– debían tener un tanque de 16 millones de litros, para poder seguir despachando este carburante, con lo cual solo se podía habilitar a Petropar, que es la única que puede cumplir con dicho tancaje.
Empero, el viernes último, el ministro Giménez tuvo que salir a declarar que hubo una mala interpretación del decreto y que el MIC autorizará que las importadoras puedan cumplir con la cantidad exigida a través de varios tanques, o sea, se considerará la sumatoria de varios depósitos de menor capacidad.
“El decreto dice tanques de almacenamiento, no un solo tanque, ahí hubo una confusión innecesaria, porque si tenés dos tanques de 8 millones de litros cumplís con el decreto, o si tenes 16 tanques de 1 millón de litros, cumplís con el decreto”, enfatizó el titular del MIC.
Giménez evitó informar desde el principio que iban a permitir el uso de varios tanques para que las empresas puedan llegar a los 16 millones de litros exigidos en el decreto e incluso resaltó en su momento que “pocas empresas tenían la capacidad para cumplir con el tancaje exigido”. Es más, la cartera a su cargo ni siquiera respondió sobre este tema tanto a los emblemas como a la prensa. Asimismo, el titular de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), Óscar Orué, incluso mencionó en su momento que le iba a ser más fácil a la institución que dirige controlar el gasoíl depositado en un solo tanque, defendiendo así que el decreto no habilitaba el uso de varios tanques, apreciación que ahora el ministro del MIC cambió.
Otro punto llamativo es que hasta el día de la entrada en vigencia del citado decreto, el 1 de agosto último, el MIC solo inscribió a Petropar para la venta de este tipo de carburante, según confirmó la DNIT. Ante esta situación, las empresas privadas denunciaron que claramente el decreto en cuestión creaba un monopolio, ya que el MIC no habilitó a ninguna firma privada cuando el decreto ya estaba vigente.
Privados dejaron de cotizar combustible búnker
Por otro lado, el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym) confirmó un día antes de la vigencia del decreto que los emblemas privados ya no están cotizando combustible búnker a las navieras, tras el polémico decreto de Peña. El presidente del citado gremio, Raúl Valdez, incluso señaló que ya estaban comprando más combustibles de Argentina, porque no podían depender exclusivamente de la estatal Petropar.
“Los emblemas privados no nos están cotizando combustible tipo búnker y lo que está pasando es que en vez de comprar más combustible en Paraguay, estamos comprando más en Argentina. En vez de adquirir el 50% o 40% del total de combustible (que necesitamos), vamos a terminar adquiriendo mucho menos acá en Paraguay, eso ya está pasando”, enfatizó.
Negocio del combustible búnker mueve unos US$ 104 millones
Ante estos hechos, todo apunta a que la intención del Gobierno con el decreto en cuestión fue la creación de un monopolio para la deficitaria Petropar, atendiendo a que el negocio del combustible tipo búnker mueve al año US$ 104 millones. Pero ante la amenaza de demandas por parte de los emblemas privados al parecer cambiaron de postura. Este carburante actualmente tiene un precio de US$ 790 por metro cúbico y al año las navieras consumen aproximadamente 132.000 metros cúbicos.
El ministro negó que con el decreto se haya querido privilegiar a la estatal Petropar, que es la única del mercado que tiene un tanque con capacidad de 16 millones de litros de almacenamiento. Insistió en que lejos de querer privilegiar al emblema estatal, el objetivo del decreto del Ejecutivo es combatir la competencia desleal que se genera en el mercado interno por causa de la filtración hacia las estaciones de servicio del combustible búnker, que está destinado exclusivamente a las barcazas que operan en los ríos.
Giménez indicó que este combustible, que no paga impuestos porque ingresa al país para volver a salir en las barcazas, genera una situación de competencia desleal cuando se filtra en el mercado interno y se comercializa en las estaciones de servicio. Añadió que lo que quiere lograr el decreto es establecer unas mínimas condiciones técnicas para que la carga a los buques no se realice más como actualmente se hace “en cada pedazo de barranco que hay en los ríos”, donde la DNIT no puede controlar si efectivamente ese combustible volvía a salir o si se filtraba al mercado interno.
En ese sentido, aclaró que los tanques destinados al almacenamiento de combustible búnker deben ser de uso exclusivo para este producto, de modo a evitar su mezcla con los combustibles destinados al mercado interno. El ministro destacó que el decreto fue muy bien recibido por los más de 20 emblemas que compiten en el mercado interno y “que dicen que ahora van a poder competir en igualdad de condiciones porque el búnker les estaba perjudicando”.
Negocio
El combustible tipo búnker mueve al año US$ 104 millones. Las navieras consumen aproximadamente 132.000 metros cúbicos anuales.