Cargando...
En tal sentido, las exportaciones de Asia han estimulado el comercio, en particular en el sector de la tecnología. Se resalta que si bien el crecimiento durante el primer trimestre, respecto del informe pasado, sorprendió de forma positiva en muchos países, las sorpresas negativas en Japón y Estados Unidos fueron notables. En tanto que Europa y China también presentaron una evolución auspiciosa.
Pero ¿qué ha pasado en estas economías? En Estados Unidos, la economía se vio impactada por una brusca desaceleración como consecuencia de la moderación del consumo y la contribución negativa del comercio neto. Esto, luego de un período de crecimiento sostenido.
Mientras que, en Japón, las interrupciones temporales de los suministros en el primer trimestre y que estaban vinculadas al cierre de una importante fábrica de automóviles afectaron de manera importante su proceso de expansión económica.
Por su parte, en Europa se registró una recuperación impulsada por la mejora en la actividad de servicios. Así como en China, donde el comportamiento económico fue positivo por el renovado consumo interno durante el primer trimestre del 2024.
Las perspectivas de crecimiento de la economía mundial tanto para el 2024 como el 2025 no han sufrido cambios en una mirada general con respecto a las proyecciones dadas a conocer en abril pasado. Sin embargo, la dinámica mixta de varios indicadores permitiría la neutralización de lo que se espera para el presente año y el siguiente.
Entre las condiciones a destacar se encuentran las revisiones al alza de los precios de las materias primas no combustibles de 5% en 2024. Mientras que los precios de las materias primas energéticas se reducirían aproximadamente 4,6% en el presente año, menos de lo proyectado en el informe pasado del FMI.
Este comportamiento a la baja esperada obedece a los altos precios del petróleo derivados de los fuertes recortes realizados por la OPEP+ (la Organización de Países Exportadores de Petróleo, incluidos Rusia y otros exportadores de petróleo no miembros de OPEP) y de la presión sobre los precios, menor pero persistente, generada por el conflicto en Oriente Medio. Aunado a ello, las perspectivas de las tasas de política monetaria apuntan a que los principales bancos centrales del mundo aplicarían reducciones en el segundo trimestre de 2024, con diferencias en el ritmo de normalización debido a las distintas circunstancias en materia de inflación, precisa una parte del documento del organismo.
¿Cuáles son las perspectivas para las demás economías del mundo sobre todo para las de América Latina y el Caribe? ¿Qué factores incidirán en la dinámica para el segundo semestre?
En esta edición se aborda éstos y otros puntos.