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Hace apenas una semana se celebró en Montevideo el Foro Internacional “Integración y Solidaridad Regional – Desafíos del Consenso de Brasilia”, que el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) coorganizó junto a la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y el Centro de Formación para la Integración Regional (Cefir).
El encuentro, que reunió a expresidentes, funcionarios nacionales, titulares de organismos multilaterales y otros referentes políticos de la región, tuvo como objetivo el diseño de una hoja de ruta para presentar en la COP16 sobre biodiversidad, que se celebrará en octubre de este año en Cali, Colombia. El documento promueve una serie de propuestas para que América del Sur pueda enfrentar de manera conjunta y, por lo tanto, con mayor fortaleza y recursos, el riesgo de desastres naturales en la región.
En cuanto a la cooperación, la tarea debe asociarse directamente con la creación de espacios de integración comercial, económica y política entre países. Tal es el caso del Mercosur, un bloque fundamental para la defensa de los intereses y la idiosincrasia de América del Sur, que celebró recientemente una nueva Cumbre de Jefes de Estado y estados asociados, aquí, en Paraguay. Desde CAF, venimos apoyando los esfuerzos del Mercado Común desde sus inicios, en 1991, tanto hacia adentro como hacia afuera del continente. Colaboramos con el trabajo en áreas de inmigración, empleo y acción climática, y para el desarrollo productivo, comercial y transfronterizo de sus países. Por mencionar algunos ejemplos, para el quinquenio 2020-2025 movilizamos fondos de nuestro Programa de Preinversión de Infraestructura Regional para proyectos de logística e integración muy ambiciosos y de gran envergadura como el Puente Internacional Pilar – Colonia Cano (entre Argentina y Paraguay), los corredores ferroviarios Malha Oeste en Brasil y bioceánico de integración en Bolivia (para facilitar las interconexiones entre países y con otros estados asociados como Perú), y para el desarrollo de estudios de viabilidad de la Hidrovía Uruguay – Brasil. Asimismo, durante la presidencia pro tempore de Paraguay, que finalizó durante la reciente cumbre para dar paso formal a la titularidad uruguaya del mecanismo, hemos acompañado y apoyado muchísimas iniciativas institucionales del país. Uno de los ejemplos más emblemáticos es nuestra Casa de la Integración, un nuevo espacio en Asunción que pensamos y llevamos adelante para enriquecer el intercambio cultural, artístico y popular entre Paraguay y el resto de la región.
En ese ámbito, promovimos eventos, seminarios, conciertos y reuniones como la reciente Cumbre Latinoamericana de Telecomunicaciones, organizada por el centro de estudios Certal, donde tuvimos oportunidad de debatir e intercambiar conocimientos y experiencias sobre el futuro de los ecosistemas digitales.
Y en materia de intercambio, los esfuerzos regionales deben poner el foco en la generación de nuevos y provechosos vínculos y sinergias entre gobiernos nacionales y locales, organismos multilaterales, organizaciones de la sociedad civil, y referentes del ámbito privado y académico para crear oportunidades reales y tangibles para la región.
La iniciativa Rutas de Integración, que congrega y moviliza fondos de CAF, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), BID y Fonplata, busca crear nuevos espacios de intercambio, colaboración y desarrollo a través de un financiamiento conjunto por 10 mil millones de dólares. Y tiene como objetivos principales fomentar el comercio, mejorar los servicios de infraestructura existentes e interconectar a los países de la región.
Tenemos la certeza de que la única forma de crear prosperidad para América del Sur es a través de la generación de puentes para la asociación, la cooperación y el intercambio. Como organismo multilateral que trabaja para el desarrollo, nuestro ADN y esencia están atravesados por la integración regional, por lo que seguiremos apoyando todas las iniciativas que se formulen para incentivar ese campo y para generar una región justa, equitativa, resiliente e interconectada.
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La única forma de crear prosperidad para América del Sur es a través de la generación de puentes para la asociación, la cooperación y el intercambio.
(*) Vicepresidente corporativo de Programación Estratégica de CAF.