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Los números más críticos los arroja Copaco, que recauda mensualmente menos de la mitad de lo que necesita para subsistir. Se culpa al robo callejero de cables de línea baja. Esta situación evidencia el déficit que existe en estas firmas del Estado, que siguen siendo manejadas con el criterio político y que al parecer no hay intenciones de cambiarlo.
El principal problema es que las compañías siguen gastando más de lo que ingresan con la venta de sus productos o servicios, según confirmaron sus administradores.
En este sentido, Copaco es claro ejemplo de que ya no se puede seguir con el modelo actual, ya que ni siquiera puede cubrir el salario de sus empleados. La telefónica pública registró una pérdida de G. 174.848 millones el año pasado, según confirmó a ABC Color Óscar Stark, presidente de Copaco. Pero el balance todavía no se aprobó, tampoco está publicado en el portal de la estatal.
La telefónica pública tiene ingresos mensuales de unos G. 19.000 millones, pero que vienen cayendo drásticamente en los últimos meses, pese a que necesita, como mínimo, G. 45.000 millones mensuales para mantenerse.
Otra empresa estatal que está con un importante déficit es Petropar, administrada por Eddie Jara, que el año pasado cerró con una pérdida de G. 153.578 millones, según el balance que la estatal publicó el mes pasado en su página web.
En cuanto a la INC, manejada por Gerardo Guerrero Agusti, también cerró el año 2023 con una pérdida de G. 77.000 millones, según el balance de la estatal que se cerró en abril último.