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En esta edición, el presidente de la Consultora MF Economía e Inversiones, Manuel Ferreira, a continuación analiza los factores del mencionado comportamiento.
En marzo y abril de este año se perdieron comparativamente al mismo periodo del año pasado US$ 551,9 millones por exportaciones de granos de soja, el 60% por precio (de esto 70% es cotización Chicago y 30% es premio) y el 40% por cantidad. En total, el 87,5% de la caída en las exportaciones totales (US$ 630,7 millones) está explicada en estos dos meses por la reducción en la venta de granos de soja.
Pregunta 1: ¿Cuáles son las causas de esta reducción en precios?
Las bajas de precio de la soja están vinculadas a varias variables, que interactúan entre sí. Algunas actúan como factores alcistas y otras como factores bajistas.
En general observamos dos fuertes tendencias, ambas bajistas en lo que va de esta campaña. Por un lado, tenemos la devaluación de las monedas con relación al dólar americano.
Un dólar más caro genera un costo extra para los compradores y un ingreso, también extraordinario, para los exportadores. El Índice del Dólar o Dollar Index, que es la comparación del dólar con una canasta de monedas, subió 4% de su piso al máximo a mediados de abril y se encuentra a la fecha con un incremento de 2,3%. Esto genera un impulso a exportar en los países exportadores y, por tanto, un incremento de la oferta, y genera a su vez una retracción de la demanda.
El dólar ha subido en Europa, China, Brasil y Argentina. En exportadores y en importadores.
Impacto más significativo
Como segundo aspecto, el impacto más significativo en la cotización de la soja se ha dado por la gran producción regional de Sudamérica. La campaña pasada se registró una caída importante en Argentina, el tercer exportador mundial, por efecto de la sequía que sufrió este país, que terminó generando 25 millones de toneladas.
Argentina ha duplicado su producción, que se incrementó a 50 millones en la zafra de este año, a pesar de los problemas climáticos que tuvo.
Además, el nuevo gobierno de Javier Milei devaluó el dólar oficial del vecino país, que hoy se encuentra en valores cuatro veces más elevados que en la misma época del año pasado. Esto genera un incentivo muy grande a los agricultores argentinos a entregar, no solamente la soja de este año, sino también lo que tenían guardado en silos de cosechas anteriores.
Por su parte Brasil viene creciendo a ritmo impactante: en los últimos dos años su área sembrada aumentó en 4,3 millones de hectáreas, haciendo que su producción pase de 130,5 millones de hectáreas en 2022 a 155 millones en 2023 y compensando la pérdida de Argentina en la campaña pasada.
A pesar de los eventos climáticos que ha sufrido el gigante sudamericano durante la campaña actual (sequía en las zonas productoras de Matto Grosso, así como inundaciones en Río Grande do Sul), la campaña ha alcanzado valores de 146,5 millones de toneladas sobre un esperado de 160 millones. Por lo que hay mucha soja en Brasil.