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Las reuniones se centraban en el análisis de diversos aspectos necesarios para rediseñar la transición energética, considerando las diferentes fuentes energéticas, comercio, nuevas tecnologías disponibles, la digitalización, inteligencia artificial, el impacto de cambio climático, fiabilidad energética para las empresas, impactos en el consumidor, entre otros.
Lo que le valió al Paraguay un destaque en dicho Congreso Mundial fue el hecho de contar con un Sistema Interconectado Nacional derivado de fuentes de energía que son 100% renovables.
En ese Congreso, Uruguay también se presentó como caso de éxito con 98% de energía renovable; sin embargo, llamó la atención que tiene las tarifas (precios para consumidor final) más altas de la región.
El representante uruguayo explicó que son tarifas altas por los costos que requiere la electrificación y transmisión acoplada a una densidad poblacional baja.
Por otra parte, representantes de la Operadora del Sistema Nacional de Francia mencionaron que ellos trabajarán con la demanda y respuesta, es decir, los precios serían definidos por el uso del grid y el momento en el cual se utiliza.
Otros expertos mencionaron que la velocidad de la tecnología también será un factor que irá reduciendo los costos.
En este contexto, vemos cómo el Paraguay supera ampliamente al caso uruguayo, no sólo por sus fuentes 100% renovables en su sistema interconectado eléctrico, sino porque –además– tiene la tarifa de electricidad (precios para consumidor final) más baja de la región.
Aunque sabemos que la paradoja energética continúa, es decir, pese a contar con fuentes 100% renovables, el consumo final es 20% hidroeléctrica y 80% otras fuentes fósiles (Balance Energético 2022 VMME).
Se destacan los beneficios de Paraguay, pero, efectivamente, se debe reconocer que de nada servirá contar con tanta generación renovable si no la podemos aprovechar en el consumo final.
Sólo el aporte de Itaipú otorga al Paraguay 6.067 MW disponible de potencia y siendo la última demanda máxima histórica nacional 5.027 MW; vemos cómo hay todavía mucho que se puede utilizar, pero por ello el fortalecimiento del sistema eléctrico nacional seguirá siendo esencial para utilizar esa energía renovable disponible y tornarlo en un verdadero desarrollo nacional.
Binacionales hidroeléctricas
Al final del día, para la transición energética, “no habrá transición sin transmisión”. Por ello, para seguir manteniendo esos beneficios, cabe recordar cuán importantes son las contribuciones de las binacionales hidroeléctricas, no sólo en otorgar al país con tanta disponibilidad de energía de fuentes renovables, sino porque también como parte de su responsabilidad social pueden seguir contribuyendo con el fortalecimiento del sistema eléctrico paraguayo.
Otros aspectos mencionados fueron las diferentes ópticas de cómo lograr la transición, ya sea incrementando y mejorando la distribución de energía con el objetivo de que sea más económica la energía vs. la creación e incremento de la demanda en el mercado; nuevos avances implementados de las diferentes empresas sus nuevos valores de activos; que la energía solar debe llegar a una producción tal que permita una transformación industrial para que sea exitosa.
Entre las sugerencias se mencionaron el seguir construyendo infraestructura para transmisión, producción solar e implementación de tecnología digital en el grid para facilitar el manejo de cargas, y contemplar diseños que consideren una economía circular, entre otros.
100%
Al Paraguay le valió un destaque en el Congreso Mundial porque cuenta con un Sistema Interconectado derivado de fuentes a 100% renovable.
Paradoja
La paradoja energética continúa, es decir, pese a contar con fuentes 100% renovables, el consumo final es 20% hidroeléctrica y 80% otras fuentes fósiles.
(*) Dra. María Antonia Gwynn (Disertante y panelista en Congreso Mundial de Energía, en sesiones “Activando la Diversidad: Mujeres en Energía”, y “Seguir Adelante teniendo en cuenta el Nexo Agua-Energía-Alimentos y Ecosistemas”).